La Argentina viene de una temporada récord de casos de dengue y cantidad de personas fallecidas por esta enfermedad. Y de no mediar un cambio rotundo en las políticas sanitarias públicas y la práctica efectiva que cada persona también puede hacer para combatir al mosquito Aedes aegypti, transmisor de este virus, podríamos repetir o aumentar las cifras de infectados y fallecidos.
La situación comienza a ser preocupante hoy en el norte de Argentina, especialmente en Misiones, donde el miércoles murió una beba de 5 meses por dengue y hoy lo hizo una mujer de 39 años que falleció por un shock refractario y falla multiorgánica a causa de dengue grave, según comunicó el Ministerio de Salud provincial.
El dengue superó los 132.000 casos en 2023, además de los registrados al final de 2022. Y también se contabilizaron 66 fallecidos, según cifras oficiales publicadas por el Ministerio de Salud de la Nación.
La autoridad sanitaria publica semanalmente el Boletín Epidemiológico Nacional (BEN), el cual admite en su última notificación que “el brote epidemiológico de dengue del año 2023 es el mayor registrado tanto en magnitud como persistencia en comparación con los brotes epidemiológicos de las temporadas 2015/2016 y 2019/2020″. Y confirma que durante las últimas 4 semanas persiste la notificación de casos autóctonos y en investigación en las provincias de la región del NEA, donde los contagios ya superan las 1000 personas.
A nivel regional, en 2023 se batió un lamentable récord en la región de las Américas: se registró la mayor cantidad de casos confirmados de personas con el dengue. Entre los 46 países y territorios que notifican, 43 tuvieron casos de dengue se reportaron 4.150.724 casos confirmados desde enero pasado, según publicó la semana pasada la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Esto significa el mayor número de casos en un año que se haya registrado desde 1980. Del total de casos, 6.622 se reportaron como graves. Se informaron 2.025 muertes por dengue.
Durante más de cuatro décadas, la enfermedad fue creciendo en su impacto en más países, con más casos y más muertes. En 1990 fueron tan solo 27 países con 158.000 enfermos por dengue en un año. Este año, como se mencionó, son más de 4,1 millones.
“Este año es el año en el que hemos visto más dengue en la historia”, explicó la doctora Thais dos Santos, asesora en vigilancia y control de enfermedades arbovirales de la OPS y señaló que las enfermedades transmitidas por vectores, especialmente las transmitidas por mosquitos nos proporcionan un muy buen centinela de lo que está sucediendo con el cambio climático”.
El saneamiento deficiente y la falta de sistemas de salud sólidos han contribuido a un aumento de los casos, pero los expertos dicen que las sequías y las inundaciones relacionadas con el cambio climático están provocando una mayor transmisión del virus, y el agua almacenada y las fuertes lluvias atraen a los mosquitos.
“Estas infecciones son un síntoma de algunas grandes tendencias subyacentes que están sucediendo en el mundo. El cambio climático es aparentemente tan difícil de abordar, y ahora muchos países se están urbanizando, que puedo ver que el dengue y otras enfermedades se vuelven cada vez más frecuentes y cada vez más complejas de tratar”, precisó esta semana el doctor Jeremy Farrar, científico jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A principios de noviembre la OMS había notificado más de 4,5 millones de casos de dengue en todo el mundo y más de 4.000 muertes en 80 países. Por lo que Farrar cree que este año se podría superar un récord mundial establecido en 2019 de 5,2 millones de casos. “El dengue es algo que preocupa cada vez más a las Américas, pero ahora es casi un fenómeno global”, afirmó.
Gabriela Paz-Bailey, jefa de la rama de dengue de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC) en Puerto Rico, señaló que las temperaturas más altas también están ampliando el hábitat del mosquito y ayudando a que el virus se desarrolle más rápido dentro del mosquito, lo que lleva a cargas virales más altas y mayor probabilidad de transmisión.
Eso lo confirmó a Infobae el epidemiólogo e infectólogo cordobés Hugo Pizzi (M.P. 54.101). “Los libros nuestros dicen que el riesgo de todas las patologías de estas características terminaba en el paralelo 42, el paralelo que cruza Río Negro y Neuquén. Hoy en día esa región geográfica tiene más de 40 grados de temperatura. Ya cruzaron esa línea las vinchucas, y ya pasaron los mosquitos, cosa que antes jamás sucedía. Creo que Santa Cruz es la única que puede estar indemne desde el punto de vista meteorológico”, sostuvo el experto.
“La advertencia que tuvimos desde el punto de la meteorología y de las predicciones epidemiológicas, siempre nos advirtieron ya en agosto, a fines de julio, que iba a ser un verano muy complicado, por la sequía, por las inundaciones, por los fenómenos meteorológicos, por el calor, iba a ser realmente muy complicado”, explicó el epidemiólogo.
Y agregó: “Nosotros en agosto de este año tuvimos un brote, que lo fuimos a ver, un brote en la triple frontera autóctono y tuvimos casos importados en Villa María que después se transformaron en autóctonos. Y Villa María está en el centro geográfico del país, es una ciudad de la provincia de Córdoba. O sea que la advertencia y los índices que iban mostrando estos casos advertían que iba a ser muy complicado este verano”.
El doctor Gerardo Laube (MN 51819), médico infectólogo y Profesor de la facultad de Medicina de la Fundación Barceló, precisó a Infobae que con una vacuna que todavía está lejos del alcance del bolsillo de la gente, hay que seguir combatiendo al mosquito Aedes aegypti, que además de dengue, transmite el zika y el chikingunya, enfermedad que en la últimas horas volvió a ser noticia, sobre todo en Tucumán, donde la enfermedad volvió luego de 10 años sin casos en la provincia.
“El mosquito tiene hábitos peridomiciliarios y se guarda adentro de las casas. Por eso es clave que dentro de ella o en los patios no acumular agua en cacharros o macetas. Es fundamental limpiar dentro y fuera de las casas. Sin mosquito no hay dengue, zika o chikungunya”, advirtió Laube.
“En lo personal, hay que seguir manteniendo las medidas para evitar la presencia del mosquito, como incrementar el uso de repelentes y cuidarse en las primeras horas de la mañana y en las vespertinas, de 18 a 21 horas, que es cuando el insecto tiene mayor actividad biológica”, enfatizó el especialista.
En tanto, el doctor Pizzi también apuntó al cuidado personal: “Yo creo que hay que seguir insistiendo con todas las medidas para combatir a esta enfermedad y principalmente al mosquito que la transmite. Remover los objetos que puedan acumular agua, donde el mosquito pone sus huevos y se reproduce. Ya hay mucha gente en el norte que está usando el tul para dormir, son algunas medidas”, agregó.
“Y fundamentalmente acelerar el tema del caso de la vacuna, porque la vacuna ya se está colocando con buenos resultados en Salta y Tucumán, y Catamarca, provincias que ya han pedido 400.000 dosis para repartir. Además, ya todas las cadenas farmacéuticas del país la tienen. Por eso hay algunos que las compran directamente”, resaltó el infectólogo.
Presencia del dengue en Argentina
“Se destacó la persistencia de casos durante la temporada invernal y una tendencia en aumento desde la SE40″, explicó el Ministerio de Salud en el último Boletín Epidemiológico Nacional.
Asimismo, señalaron que “durante las últimas 4 semanas persiste la notificación de casos autóctonos en las provincias de la región del NEA”, mientras que en “Santiago del Estero y Santa Fe notificaron un caso confirmado sin antecedente de viaje respectivamente, luego de 12 semanas sin casos autóctonos. Buenos Aires notificó un caso confirmado, actualmente en investigación”.
“Además, se notificaron 36 casos probables aislados en investigación en Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, Jujuy, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires”, advierte el documento.
“En cuanto a la distribución espacial, 186 departamentos pertenecientes a 18 jurisdicciones han presentado confirmados de dengue sin antecedentes de viaje durante este año”, describe el Boletín y agrega que “en las últimas 4 semanas, 35 departamentos pertenecientes a 4 jurisdicciones de la región NEA registraron casos autóctonos”.
“Durante la presente año se registró en el país circulación predominante de DENV-2 identificándose en el 78,32% de los casos sub tipificados; seguido de DENV-1, en el 21,63%; y DENV-3 en muy baja circulación, con el 0,04%”, aseguran desde el Ministerio de Salud con respecto a los serotipos identificados en el último brote.
En tanto, al referirse a los “41 casos fallecidos” resaltaron que “se registraron una o más comorbilidades siendo las más frecuentes diabetes, obesidad y enfermedad neurológica crónica, mientras que 22 casos no poseían comorbilidades y en 3 no se registraron datos”.
“En 36 de los 66 casos fallecidos se pudo identificar el serotipo involucrado: 27 correspondieron al serotipo DENV-2 (75%) y 9 al serotipo DENV-1 (25%)”, describieron y señalaron que los decesos se registraron en las regiones CENTRO (Buenos Aires, CABA, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba), NEA (Corrientes, Chaco y Formosa) y NOA (Jujuy, Tucumán, Salta, Santiago del Estero).
En cuanto a los signos y síntomas, se reportaron datos en 65 casos fallecidos, siendo los más frecuentes: fiebre, cefalea, mialgias, vómitos, náuseas, dolor abdominal y diarrea.
Los 66 casos fallecidos residían en las regiones CENTRO (Buenos Aires, CABA, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba), NEA (Corrientes, Chaco y Formosa) y NOA (Jujuy, Tucumán, Salta, Santiago del Estero) (Ver Tabla 3). A nivel departamental, San Pedro (Jujuy) y General Güemes (Salta) presentan la mayor tasa de mortalidad durante el año 2023.