De cobertura a efectividad: cuál es la posición de los argentinos ante la vacunación contra el COVID

Una amplia investigación del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA analizó el comportamiento de la población mayor de 40 años frente a la inmunización. Expertos analizaron los datos reveladores

Guardar

Nuevo

Argentina alcanzó altos niveles de vacunación a cuatro años de la aparición del coronavirus (REUTERS/Agustin Marcarian/Archivo)
Argentina alcanzó altos niveles de vacunación a cuatro años de la aparición del coronavirus (REUTERS/Agustin Marcarian/Archivo)

Hace cuatro años, en la ciudad de Wuhan, China, se reportó la aparición del coronavirus SARS-CoV-2 que causa la enfermedad COVID-19. Este patógeno infectó a 700 millones de personas y causó la muerte de casi 7 millones, según cifras oficiales. Aunque investigaciones científicas posteriores aseguran que, en realidad, es el triple de esos números.

Tras este tiempo de emergencias, confinamientos, desarrollos científicos, crisis sociales y económicas y vacunaciones masivas, el mundo puede hoy concluir que la pandemia por COVID-19 ha sido una importante amenaza para la salud mundial. Las consecuencias del surgimiento del SARS-CoV-2 se vivieron en todo el planeta, pero la ciencia demostró, con el desarrollo de distintas vacunas, su capacidad para frenar el avance del patógeno.

Sin embargo, esta “victoria” se transformó en una suerte de derrota; ya que las tasas de vacunación (luego de mostrar números elevados) cayeron notoriamente. Sobre este punto el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) y los Laboratorios Raffo realizaron un estudio en el que analizaron el comportamiento de las personas ante este patógeno. Información que fue develada en un encuentro del que fue parte Infobae.

El COVID-19 ahora se esparce gracias a nuevas subvariantes derivadas de Ómicron (Crédito: koto_feja)
El COVID-19 ahora se esparce gracias a nuevas subvariantes derivadas de Ómicron (Crédito: koto_feja)

Pero frente a la crisis sanitaria que trajo el desconocido patógeno, la ciencia demostró en un tiempo inédito en la historia de la humanidad, el desarrollo en forma acelerada de distintas plataformas de vacunas contra el SARS-Cov-2 que se vienen mostrando eficaces, efectivas y seguras en estos últimos tres años, y que sin duda constituyen una herramienta fundamental en la estrategia integral de control de la pandemia, ya que gracias a éstas, se han salvado millones de vidas en el mundo mediante la inmunización preventiva.

Sin embargo, muchas veces las vacunas son víctimas de su propio éxito. Al disminuir las muertes y las internaciones, la percepción de riesgo disminuye y esto hace que las poblaciones se vacunen con menos frecuencia, pese a que el patógeno, en este caso el coronavirus, sigue entre nosotros con nuevas modificaciones y riesgos.

El Plan Estratégico de Vacunación alcanzó a casi el 95% de la población en Argentina ( Foto NA)
El Plan Estratégico de Vacunación alcanzó a casi el 95% de la población en Argentina ( Foto NA)

Ante la disminución de las tasas de vacunación contra la COVID, en el mundo y también en Argentina, es importante analizar cuál es el comportamiento de los argentinos frente a la inmunización contra el coronavirus.

Así, el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) y Laboratorios Raffo y presentaron el estudio “Actitudes y comportamientos hacia la vacunación de COVID-19″, un informe confeccionado en 2023 que se centra en las consideraciones y consecuentes conductas que tienen las personas respecto a la vacunación contra el SARS-CoV-2.

El doctor Agustín Salvia, sociólogo e investigador Principal del Conicet junto a la doctora Solange Rodríguez Espínola, doctora en psicología, presentaron el informe de vacunación en Argentina (Infobae)
El doctor Agustín Salvia, sociólogo e investigador Principal del Conicet junto a la doctora Solange Rodríguez Espínola, doctora en psicología, presentaron el informe de vacunación en Argentina (Infobae)

Entre los principales hallazgos del estudio efectuado, entre mayo y junio de este año, a 968 adultos mayores de 40 años de forma telefónica, se destaca que:

-La indicación del médico es el principal motivo para vacunarse contra el COVID-19

-El 62,8 % de los encuestados considera efectiva la vacunación como medida protectora contra la enfermedad de COVID-19.

-Los principales motivos para vacunarse son la protección de personas cercanas, seguir el ejemplo de los demás y evitar un cuadro grave de COVID-19.

Personas alcanzas por la vacunación contra el COVID en Argentina, según algunas variables
Personas alcanzas por la vacunación contra el COVID en Argentina, según algunas variables

Del informe también se desprende que:

-Las situaciones que motivarían a las personas a seguir vacunándose hoy en día son, principalmente: la indicación del médico u otro significativo (78,5%) o el aumento de casos de COVID-19 por una nueva ola o variante (71,2%).

-Los principales motivos que impulsan a vacunarse son: un contexto en donde los demás también se vacunan (89,8%), y presentar un cuadro grave de COVID-19 o riesgo de morir (85,1%).

– El 69,4% las personas consideran que el gobierno fue eficiente en la implementación de esta medida de prevención.

-Los entrevistados seleccionaron a los profesionales y organizaciones de la salud como las fuentes más confiables de información sobre la vacunación contra el COVID-19.

-Los efectos adversos de la vacuna de COVID-19 no parecerían influir en la cantidad de dosis recibidas.

Casi el 70% de la población percibe un riesgo alto del COVID-19 grave en 2023
Casi el 70% de la población percibe un riesgo alto del COVID-19 grave en 2023

El doctor Agustín Salvia, sociólogo, investigador Principal del Conicet y director de investigación del ODSA, junto a Solange Rodríguez Espínola, doctora en psicología y coordinadora del Programa Capital Humano y Bienestar del ODSA, presentaron en una reunión donde estuvo presente Infobae, los datos y brindaron su análisis del trabajo presentado.

“Nuestros objetivos para encarar el estudio fueron indagar y describir los motivos asociados a la conducta de aceptación y rechazo a la vacunación por COVID-19, considerando el plan básico y dosis de refuerzo, en población urbana adulta de 40 años o más en Argentina. También evaluar el sistema de creencias y actitudes en relación a la enfermedad por COVID-19 y la política sanitaria de vacunación por COVID-19 en adultos de regiones urbanas de Argentina”, sostuvo el experto.

Personas se han aplicado distintas cantidades de dosis de vacunas y refuerzos
Personas se han aplicado distintas cantidades de dosis de vacunas y refuerzos

“El tercero fue explorar nivel de accesibilidad a vacuna contra COVID-19 en adultos urbanos de Argentina durante los años 2020 a 2023. Y también identificar perfiles de conducta y actitudes hacia la vacuna contra COVID-19, según características individuales y del contexto del hogar. Por último, nos planteamos sugerir recomendaciones en cuestión de política sanitaria para la toma de conciencia e implementación de acciones e intervenciones que promuevan actitudes positivas de vacunación para COVID-19″, informó Salvia.

El experto investigador del Conicet precisó que el estudio arroja que los principales motivos para vacunarse son la protección de personas cercanas (93,4%), un contexto en donde los demás también se vacunan (89,8%), y presentar un cuadro grave de COVID-19 o riesgo de morir (85,1%).

Todavía persiste el miedo al contagio del coronavirus
Todavía persiste el miedo al contagio del coronavirus

Sobre las situaciones que más motivarían a las personas a seguir vacunándose hoy en día indicó que las mismas son: la indicación del médico u otro significativo (78,5%) y el aumento de casos de COVID-19 por una nueva ola o variante (71,2%).

Las dos razones fueron señaladas por las personas vacunadas como los principales motivos para seguir recibiendo nuevas dosis de la vacuna.

Adultos mayores reciben la vacuna contra la covid-19 en una jornada de vacunación en la Provincia de Buenos Aires, (Argentina). (EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo)
Adultos mayores reciben la vacuna contra la covid-19 en una jornada de vacunación en la Provincia de Buenos Aires, (Argentina). (EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo)

“El 62,8% de los encuestados considera efectiva la vacunación como medida protectora contra la enfermedad de COVID-19. En proporción similar (69,4%), las personas consideran que el gobierno fue eficiente en la implementación de esta medida de prevención. Asimismo, más de la mitad de las personas reporta tener suficiente información sobre la eficacia, los efectos adversos y el procedimiento de desarrollo y autorización de la vacuna, además de los centros de vacunación y las dosis de refuerzo”, precisó Salvia e hizo mención que uno de los grandes hallazgos del estudio es que no hay muchas diferencias en las respuestas registradas en los distintos estratos sociales.

“Fue una pandemia que se instaló en la población esta conciencia del riesgo y el peligro. Y a la vacuna como una herramienta de salvación. La cantidad de dosis recibidas no parecería depender de condiciones socioeconómicas, ya que se observa en proporciones similares entre los estratos socio ocupacionales abordados y tanto en personas pobres y no pobres”, agregó el especialista.

Argentina es uno de los países con más altos índices de vacunación contra COVID en el mundo
Argentina es uno de los países con más altos índices de vacunación contra COVID en el mundo

En tanto, la doctora Solange Rodríguez Espínola puntualizó que los entrevistados seleccionaron a los profesionales y organizaciones de la salud como las fuentes más confiables de información sobre la vacunación contra el COVID-19. “Los médicos de cabecera o de confianza son el medio más confiable según nos reveló la gente. Hay un fuerte reconocimiento de la sociedad sobre la importancia de la vacunación y de lo peligrosa que fue la enfermedad. Pero también notamos que hay un desinterés o rechazo en recordarla. Es como si el COVID-19 debiera quedar atrás. Como que pasó hace mucho. Pero el virus está presente y sigue siendo un factor de riesgo”, reafirmó la especialista.

En ese sentido, remarcó que las nuevas campañas vacunatorias deberían ser innovadoras, con nuevas estrategias que no generen rechazo. E insistió en la voz del médico de familia para consolidar ese razonamiento, a la vez que propulsó que las nuevas inoculaciones actualmente “en desarrollo, que puedan combinar en una sola inyección la vacuna de COVID y la vacuna antigripal, serían una muy buena carta para retomar los niveles de protección que la sociedad necesita”.

Miles de millones de vacunas se aplicaron en el país. Y ahora está la campaña de los refuerzos necesarios (EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo)
Miles de millones de vacunas se aplicaron en el país. Y ahora está la campaña de los refuerzos necesarios (EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo)

El estudio afirma que el efecto social-comunitario es importante a la hora de implementar una estrategia de convocatoria a la vacunación, la actitud positiva a vacunarse se sostiene con mayor intensidad si hay otro cercano que también se vacuna o para proteger a otros que pueden ser vulnerables a situaciones de gravedad por el contagio de COVID-19.

Y sugiere reforzar la imagen de los profesionales de la salud como fuente de información confiable ya que la gran mayoría de los encuestados señaló que se vacunaría si se lo indicara su médico. El mensaje debe comunicar que la conducta de vacunación sigue siendo necesaria, junto con los motivos y sus beneficios. Además, se recomienda reforzar la conducta positiva que se tuvo frente a la vacuna (el 95% se vacunó) y el compromiso responsable que tuvo la sociedad frente a la pandemia.

Personas que no se vacunaron en Argentina, según la encuesta
Personas que no se vacunaron en Argentina, según la encuesta

“Una estrategia principal para mitigar el impacto del COVID-19 es la vacunación masiva, la falta de aceptación y la disminución en la aplicación de dosis preventivas por parte de algunos sectores de la población podría ser uno de los mayores desafíos para lograr dicho objetivo. El impacto del COVID-19 va unido a la conciencia ambiental y responsabilidad social de las generaciones, siendo necesario que se analice el porqué de los comportamientos asociados a actitudes y creencias. Así, más allá de las propuestas desde las políticas públicas es importante una acción no solo desde el sector de la salud, sino también desde el análisis del comportamiento y conductas asociadas a cada grupo o individuos con perfiles similares”, describieron los autores.

Y agregaron: “Entendiendo que la respuesta a la vacunación no es únicamente un problema sanitario y que su caracterización epidemiológica se debería responder no solo desde una perspectiva exclusivamente biomédica, es que se necesitan indagar en segmentos poblacionales e individuales observando perfiles según aspectos psicológicos, sociales, educativos y económicos. Considerar determinantes socioeducativos, económicos, por grupos etarios, por criterios de riesgo a la enfermedad y según sistemas de creencias y actitudes, pueden ser características que demandan intervenciones distintas a la hora de implementar estrategias de acción para lograr la mayor aceptación a la vacunación de COVID-19″.

Las personas fueron a vacunarse por distintos motivos
Las personas fueron a vacunarse por distintos motivos

Las estrategias a implementar en cuanto a motivar a la gente a vacunarse contra el coronavirus deben versar en:

-Retomar una “renovada” campaña de vacunación con información clara, motivadora y precisa, principalmente sobre la importancia y la necesidad de la vacuna. Tener en cuenta que la gente no está cansada de escuchar sobre la vacuna, pero sí tiene dificultad para reconocer entre información falsa o verdadera. En ese marco, es importante facilitar información que permita rápidamente acceder a la vacuna (cómo / dónde vacunarse).

-Dar voz a las personas comunes, personal de riesgo, personas mayores e inmunocomprometidos en su experiencia y tranquilidad frente a la vacunación. Promover modelos sociales a seguir, tales como referentes o grupos sociales. Y mostrar también que las personas se siguen vacunando (“Me vacuné porque otros se vacunaron”).

Roberto Otamendi, Director Comercial de Laboratorios Raffo explicó la nube de palabras que originó la encuesta
Roberto Otamendi, Director Comercial de Laboratorios Raffo explicó la nube de palabras que originó la encuesta

-Plantear los avances que se han hecho con respecto a la vacunación y a los efectos secundarios. Mostrar evidencia e información de su eficacia, a partir del desarrollo científico. Apoyarse en la evolución del último tiempo y promover la vacunación a partir de eso. Dar más seguridad y promover una campaña de una “nueva vacuna COVID-19″ con alta eficacia. No retomar la idea de los refuerzos, sino la idea de una nueva vacuna.

-El efecto social-comunitario es importante a la hora de implementar una estrategia de convocatoria a la vacunación. La actitud a vacunarse se sostiene con mayor intensidad si hay otro cercano que se vacuna o para proteger a otros que pueden ser vulnerables a situaciones de gravedad por el contagio de COVID-19.

Niveles de riesgo para la vacunación, según la percepción social
Niveles de riesgo para la vacunación, según la percepción social

Por último, se sugiere promover modelos sociales a seguir, tales como referentes o grupos sociales, mostrar que las personas se siguen vacunando actualmente y plantear los avances que se han hecho con respecto a la vacunación y a los efectos secundarios. Resulta importante mostrar evidencia e información de la eficacia de la vacunación a partir del desarrollo científico y apoyarse en la evolución lograda en la incorporación de las vacunas actuales.

Guardar

Nuevo