Cómo surgió y cómo actúa la nueva vacuna aprobada en EEUU contra la bronquiolitis

La FDA de Estados Unidos autorizó hoy la inyección de Pfizer y hace un mes había hecho lo mismo con la del laboratorio GSK. Ninguna de las dos están aprobadas aún en Argentina. Cómo es la nueva herramienta para combatir el virus sincicial respiratorio, según los expertos

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La FDA de Estados Unidos aprobó la segunda vacuna contra el virus sincicial respiratorio (VSR) (REUTERS/Athit Perawongmetha/File Photo)
La FDA de Estados Unidos aprobó la segunda vacuna contra el virus sincicial respiratorio (VSR) (REUTERS/Athit Perawongmetha/File Photo)

Demoradas por la pandemia de COVID-19, las vacunas contra el virus sincicial respiratorio (RSV), causante de la bronquiolitis, fue un objetivo que el sistema científico perseguía desde hace tiempo. Pero este año, sin dudas, está siendo el de la aprobación de las nuevas vacunas contra este patógeno causante de la bronquiolitis. Dos nuevas vacunas vieron luz verde en EEUU, aunque todavía no fueron aprobadas por la ANMAT en la Argentina.

Luego de la aprobación en mayo de la primera vacuna contra el VSR por parte de GSK (GlaxoSmithKline) para su uso en adultos mayores de 60 años, hoy la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los EEUU aprobó una nueva vacuna del laboratorio Pfizer. Mientras que su competidor Moderna está en la carrera final para lograrlo antes de que termine 2023 y lo mismo ocurre con Sanofi y AstraZeneca.

La bronquiolitis es la causa más importante de infección en el tracto respiratorio inferior en bebés menores de un año en todo el mundo. Y el virus que la causa circula con mayor intensidad -en el hemisferio sur- entre abril y septiembre. Ocasionada por el virus sincicial respiratorio (VSR), los niños y adultos mayores que sufren bronquiolitis tienen una mayor predisposición a sibilancias recurrentes, anormalidades en la función pulmonar e hiperreactividad de las vías aéreas inferiores.

El VSR es el virus causante de la bronquiolitis, una afección respiratoria con alta mortalidad en menores de dos años (REUTERS/Benjamin Westhoff/File Photo)
El VSR es el virus causante de la bronquiolitis, una afección respiratoria con alta mortalidad en menores de dos años (REUTERS/Benjamin Westhoff/File Photo)

“Esta enfermedad, que afecta las vías aéreas inferiores o bronquiolos, ataca en especial a los más pequeños, y es la causa más frecuente de internación en chicos menores de un año”, explicó a Infobae la la doctora Ángela Gentile (MN 49908), jefa de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y ex presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), que advirtió que desde comienzos de abril se vienen manifestando muchos casos e internaciones.

En los ensayos previos a su aprobación, la vacuna contra el VSR de Pfizer tuvo una eficacia del 81,8 % contra la enfermedad grave de las vías respiratorias inferiores atendida médicamente debido al VSR en bebés desde el nacimiento hasta los primeros 90 días de vida, con una alta eficacia del 69,4 % demostrada durante los primeros seis meses de vida, cuando se administró a madres embarazadas en la segunda mitad de su embarazo, según los detalles del ensayo publicados en miércoles que confirman los datos preliminares del estudio.

Pfizer publicó en noviembre de 2022 los resultados iniciales del ensayo clínico en Fase III sobre la vacuna. Los datos finales del estudio que se publicaron en la prestigiosa revista médica New England Journal of Medicine.

La nueva vacuna es una herramienta clave para los menores, aunque por ahora fue aprobada en mayores de 60 años (Getty Images)
La nueva vacuna es una herramienta clave para los menores, aunque por ahora fue aprobada en mayores de 60 años (Getty Images)

Según comunicó Pfizer, la vacuna RSVpreF, cumplió uno de los dos objetivos principales del estudio de última etapa. Fue casi un 82 % efectiva en la prevención de enfermedades graves de las vías respiratorias inferiores, como niveles muy bajos de oxígeno o la necesidad de asistencia respiratoria, en bebés en los primeros 90 días de vida. Pfizer dijo que la enfermedad grave ocurrió dentro de los tres meses en 6 bebés cuyas madres recibieron la vacuna, en comparación con 33 bebés del grupo de placebo que contrajeron infecciones graves por RSV. La empresa evaluó a 3.570 bebés como parte del estudio.

La inyección tuvo una eficacia del 69,4 % en la prevención de infecciones graves en los primeros 180 días. La enfermedad grave ocurrió dentro de los seis meses en 19 bebés nacidos de madres en el grupo de la vacuna, en comparación con 62 bebés en el grupo de placebo. Aunque la inyección no cumplió con el segundo objetivo principal: reducir las enfermedades no graves en los bebés.

Alrededor de 58.000 a 80.000 niños menores de 5 años son hospitalizados debido a la infección por RSV cada año en los Estados Unidos, según datos del gobierno de Joe Biden, y los bebés se encuentran entre los que corren mayor riesgo de contraer una enfermedad grave.

La bronquiolitis es la causa más importante de infección en el tracto respiratorio inferior en bebés menores de un año en todo el mundo (Getty Images)
La bronquiolitis es la causa más importante de infección en el tracto respiratorio inferior en bebés menores de un año en todo el mundo (Getty Images)

Seguridad y efectos secundarios

“Esta vacuna tiene componentes proteicos. Es decir que no tiene el virus entero. Solo partículas proteicas combinadas. La misma está indicada para mayores de 60 años con enfermedades subyacentes, como cardíacas, pulmonares e inmunológicas”, explicó a Infobae la doctora Mónica Foccoli, jefa de la Sección Infectología del Hospital de Clínicas General José de San Martín.

Respecto a la seguridad, la vacuna fue bien tolerada en general para las personas vacunadas como para los recién nacidos. “La seguridad y la eficacia de la vacuna se estudiaron en un ensayo aleatorizado y controlado en personas de 60 años y mayores. Para esto, 12.500 voluntarios recibieron la vacuna y 12.500 recibieron placebo. Entre los participantes que recibieron la vacuna se evidencio una reducción significativa del riesgo de desarrollar infecciones pulmonares asociadas con VSR en un 82,6% y se redujo el riesgo de desarrollar enfermedad pulmonar grave asociada con VSR en un 94,1%.”, precisó a Infobae la doctora Leda Guzzi, médica infectóloga, integrante de la comisión de comunicación de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI)

“Los efectos secundarios más comúnmente informados por las personas que recibieron la vacuna fueron dolor en el lugar de la inyección, fatiga, dolor muscular, de cabeza y rigidez/dolor en las articulaciones. De todas formas continúa activa la farmacovigilancia de eventos adversos en particular se continúa estudiando si la vacuna puede coadministrarse con otras vacunas, cómo la de la gripe por ejemplo”, agregó la especialista.

Pero la doctora Foccoli puntualizó dos casos de reacciones graves. “Es importante recalcar que tuvo efectos adversos mínimos. Pero igualmente se han visto dos reacciones graves. Un caso de síndrome de Guillan Barré y otro de encefalomielitis aguda, ambos cuadros severos neurológicos. Por ello, los expertos que la aprobación de los expertos de la FDA no fue unánime. La votación fue de 7 científicos a favor, 4 en contra y una abstinencia”, sostuvo la experta.

Desde hace décadas, varios laboratorios están detrás de esta vacuna (REUTERS/Dado Ruvic/Illustration)
Desde hace décadas, varios laboratorios están detrás de esta vacuna (REUTERS/Dado Ruvic/Illustration)

“Es importante destacar que la incidencia del VSR en adultos, según reportes del Ministerio de Salud es muy baja. No así en menores de dos años”, concluyó la especialista. En tanto, su colega Guzzi manifestó: “Me parece interesante sumar que la carga de enfermedad en adultos en Argentina aún no está medida, hasta donde yo conozco y que sería interesante conocerla”.

“Antes de las vacunas el mundo médico se limitaba a ofrecer solo atención de apoyo, como oxígeno y líquidos, para las personas con la enfermedad. Además, el único tratamiento disponible, conocido como palivizumab, para prevenir el RSV se limita en gran medida a bebés muy prematuros o bebés con enfermedades cardíacas o pulmonares significativas. Dado esto, existió una gran necesidad médica de desarrollar una vacuna segura y eficaz como opción preventiva para reducir la incidencia y la gravedad de las infecciones por RSV”, explicaron desde la farmacéutica.

“Sin embargo, una vacuna para el RSV ha sido un objetivo difícil de alcanzar durante más de medio siglo debido a obstáculos científicos. Con la ayuda de los nuevos descubrimientos científicos, Pfizer se ha enfocado con precisión en nuestro compromiso de desarrollar una vacuna contra el RSV tanto para adultos a través de la vacunación directa como para bebés a través de la inmunización materna. Juntos, nuestros programas de desarrollo clínico de vacunas maternas y para adultos se alinean con nuestra búsqueda de tener un profundo impacto en la salud en todas las etapas de la vida mediante la combinación de una pasión implacable, un impacto global y una búsqueda duradera de progreso para desarrollar nuevas vacunas con el potencial de desbloquear la promesa y el valor que las vacunas tienen para nuestro mundo”, aseguraron desde Pfizer.

El VSR afecta a menores de 5 años y en una menor incidencia a mayores
El VSR afecta a menores de 5 años y en una menor incidencia a mayores

Además de la vacuna para mayores, llamada Abrysvo, la FDA también considera pronto aprobar el suero de Pfizer para mujeres embarazadas, que busca prevenir los casos de VRS en bebés. En tanto, GlaxoSmithKline había reportado una efectividad del 83% en la prevención de infecciones del tracto respiratorio inferior. Los efectos secundarios fueron principalmente fatiga, dolor muscular o dolores de cabeza.

Cada invierno la bronquiolitis está en la mira, pero se habló especialmente de ella el año pasado, en el contexto del fin del confinamiento ligado al COVID-19, y por tanto de mayor circulación de virus. Estados Unidos y Europa se vieron particularmente afectados, sobre todo los bebés, especialmente poco expuestos durante la pandemia de COVID.

A finales de 2022, la Unión Europea también aprobó un tratamiento preventivo para la bronquiolitis desarrollado conjuntamente por AstraZeneca y Sanofi. Destinado a los lactantes, el nirsevimab no es estrictamente una vacuna, pero funciona con la misma intención preventiva.

¿Cómo se llegó a la vacuna contra el VSR?

Pfizer obtuvo la aprobación de la FDA de su vacuna contra el VSR, luego de que GSK lo lograra en mayor (REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo/File Photo/File Photo)
Pfizer obtuvo la aprobación de la FDA de su vacuna contra el VSR, luego de que GSK lo lograra en mayor (REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo/File Photo/File Photo)

El doctor Paul Glezen, microbiólogo e inmunólogo del Baylor College of Medicine, hizo en la década de 1980 el primer descubrimiento importante para crear una vacuna contra el VSR. Sabía que, si bien casi todos los bebés que se infectan con el VSR antes de los dos años, solo un pequeño porcentaje se enferma lo suficiente como para ser hospitalizado. Entonces, supuso que la mayoría de los bebés se beneficiaban de los anticuerpos que recibían pasivamente de sus madres, lo que ayudaba a sus sistemas inmunológicos aún no desarrollados a combatir el virus.

Para probar su teoría, Glezen recolectó sangre del cordón umbilical de miles de bebés nacidos en el hospital de maternidad de Baylor y comparó a los que terminaron hospitalizados por VSR con los que no. Los bebés que no fueron admitidos tendían a tener altos niveles de anticuerpos contra el virus, mientras que los que no lo hicieron tenían niveles más bajos.

“Ese fue un avance fundamental”, precisó Bill Gruber, vicepresidente senior de investigación y desarrollo clínico de vacunas en Pfizer, que indicó que la idea de obtener los anticuerpos correctos para los bebés, que probablemente brindarían protección contra el RSV, se convirtió en un estudio de décadas: una inyección inyectable conocida como palivizumab o Synagis. Actualmente, esta es la única terapia basada en anticuerpos para el RSV, pero está reservada para bebés con mayor riesgo de desarrollar infecciones y requiere cinco inyecciones en el transcurso de una temporada viral.

Con la llegada del otoño, se observó un crecimiento de la bronquilitis en menores en Argentina (Getty Images)
Con la llegada del otoño, se observó un crecimiento de la bronquilitis en menores en Argentina (Getty Images)

Una vacuna que entrene al sistema inmunitario para combatir el virus tendría un impacto más amplio y podría distribuirse más ampliamente a todos los recién nacidos como parte de sus inmunizaciones de rutina. Pero después de que una vacuna candidata temprana no protegiera a los bebés y, en cambio, empeorara la enfermedad, especialmente entre aquellos que nunca habían estado expuestos al virus antes de vacunarse, el desarrollo se estancó durante décadas. “Esa vacuna, que se administró a los bebés, empeoró las cosas y retrasó la investigación años y años”, afirmó el doctor Phil Dormitzer, director global de I+D de vacunas en GSK.

El doctor Barney Graham, inmunólogo y virólogo del Departamento Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Institutos Nacionales de Salud (NHI) hizo un gran descubrimiento en 2013, tras dedicar varios años a descubrir cómo funcionaba el VSR. Se centró en comprender cómo se construía la proteína principal del virus que establece una señal de alerta para el sistema inmunitario. Graham aisló con éxito una versión de la proteína que el virus produjo antes de infectar una célula, y en pruebas en animales y con células humanas, esta proteína fue mucho más potente para estimular el sistema inmunitario que las proteínas VSR previamente aisladas.

En Pfizer, Gruber, quien fue compañero de habitación de Graham en la Universidad de Rice, se enteró del descubrimiento de su amigo después de leer la descripción de Graham en una revista científica. Los dos se conectaron y Gruber impulsó a Pfizer para que licenciara la tecnología. El gigante farmacéutico puso a sus científicos a trabajar en la creación de una forma estabilizada de la proteína RSV que se enfocaba no solo en una cepa del virus, sino en dos, de manera similar a la forma en que se incluyen diferentes versiones del virus de la influenza en cada vacuna contra la gripe, para incitar la respuesta inmunitaria más amplia posible.

El resultado final fue una fórmula con casi un 82% de eficacia y su aprobación por parte de las autoridades regulatorias en Estados Unidos.

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