El hongo más mortífero para los seres humanos es el Amanita phalloides. Según los Institutos de Salud de los Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), “es el responsable de la mayoría de casos mortales de intoxicación por hongos”, con más del 90% de fallecimientos. Las personas se lo confunde con especies comestibles, pero “produce efectos dañinos en los riñones y el hígado”.
Se lo conoce popularmente como el hongo de la muerte, oronja verde, canaleja, oronja mortal o cicuta verde. Como es muy parecido a los comestibles, muchas personas los confunden y sufre el envenenamiento.
Hasta el momento no había un tratamiento específico con para esta especie. Ahora, investigadores científico de China y Australia descubrieron que el compuesto llamado verde de indocianina consigue bloquear los efectos tóxico del hongo. El fue estudio publicado en Nature Communications.
El verde de indocianina es una molécula que se utiliza como colorante y ya está aprobada para su uso en imágenes médicas en los Estados Unidos. Se lo estudia desde hace más de siete décadas con diferentes fines.
Las primeras descripciones sobre el uso del verde de indocianina se realizaron en la Segunda Guerra Mundial. Se lo utilizaba como reactivo para el revelado fotográfico. Luego, en la Clínica Mayo de Estados Unidos, alrededor de año 1957, el doctor Irwin J. Fox fue el pionero en implementarlo en medicina.
Se aprovechó para crear herramientas diagnósticas de mayor precisión y fue aprobado para su uso en humanos por la autoridad regulatoria de medicamentos de los Estados Unidos (más conocida como FDA) en 1959.
Pero la utilización del verde de indocianina como un antídoto contra el hongo ahora tiene más evidencias a partir del estudio que hicieron investigadores chinos y australianos.
Los ensayos que realizaron hasta ahora han tenido éxito en líneas celulares humanas y ratones. Los resultados de la investigación indican que el llamado verde de indocianina podría llegar a ser un tratamiento antídoto potencial para el envenenamiento por el hongo de sombrero.
“La intoxicación por setas es la principal causa de mortalidad en incidentes de intoxicación alimentaria en todo el mundo”, señalaron los científicos liderados por Qiao-Ping Wang, del Laboratorio de Metabolismo y Envejecimiento de la Faculta de Ciencias Farmacéuticas de la Universidad Sun Yat-sen de China. También participaron investigadores del Instituto de Investigación Médica Garvan de Sidney, en Australia.
“Solo en China, se registraron casi 40.000 enfermedades y 788 muertes entre 2010 y 2020″, recordaron. La alfa-amanitina es la principal toxina producida por el hongo de la muerte y causa altas tasas de daños irreparables en el hígado o los riñones y mortalidad tras su consumo.
Un caso resonante ocurrió en la Argentina en enero de 2020 cuando se produjo la muerte de un hombre de 36 años que estaba de vacaciones en Santa Rosa de Calamuchita, Córdoba, y decidió ir a recolectar hongos silvestres. Consumió Amanita phalloides. A simple vista, el hongo de la muerte es muy parecido a un champiñón.
El hongo de la muerte no es un organismo nativo de Sudamérica. Se lo describió primero en Europa. “Fue introducido con robles, álamos, pinos y otros árboles exóticos. Debido la proliferación de estas plantaciones, son cada vez más altas las probabilidades de encontrarla durante la recolección de hongos”, aclaró el científico Carlos Urcelay, del Laboratorio de Micología del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal, que depende del Conicet y la Universidad Nacional de Córdoba.
El equipo del científico Qiao-Ping Wang utilizó la técnica de edición genética conocida como CRISPR sobre el genoma del hongo para identificar blancos moleculares. Mediante ese procedimiento, descubrieron que la proteína STT3B es necesaria para la toxicidad de la alfa-amanitina.
Los científicos saben que STT3B es un componente clave de la vía de biosíntesis del N-glicano implicado en el plegamiento y tráfico de proteínas en un gran número de eventos de reconocimiento biológico.
Luego, aplicaron un tamizaje virtual de fármacos y encontraron que el verde de indocianina podría ser un inhibidor de STT3B para prevenir la toxicidad hepática.
Y lo que quizá sea más importante, también se descubrió que el verde de indocianina aumenta la probabilidad de supervivencia de las líneas celulares humanas y los ratones expuestos a la alfa-amanitina.
“Aunque los resultados son prometedores, se necesitan más experimentos clínicos para determinar si el verde de indocianina tiene efectos similares en humanos”, reconoció el doctor Wang.
Durante las últimas décadas, varios fármacos clínicos, incluyendo la silibina y la penicilina, han mostrado una potente eficacia terapéutica en la intoxicación por el hongo de la muerte, aunque los mecanismos exactos de acción siguen sin estar claros, consideraron los científicos en el estudio.
Además, se ha demostrado que la polimixina B bloquea la toxicidad de la toxina del hongo en ratones. “Sin embargo, no se dispone de antídotos específicos dirigidos a proteínas concretas que desempeñen funciones críticas en la toxicidad por alfa-amanitina”, argumentaron.
Por eso, se pusieron a llevar a cabo la investigación con la técnica de la edición genética con el fin de contar un tratamiento específico. Los investigadores descubrieron efectos beneficiosos en ratones tratados con verde de indocianina cuatro horas después de la intoxicación con alfa-amanitina del hongo. Pero no sucedió lo mismo en ratones tratados sólo 8 o 12 horas después de haber sido expuestos a la toxina.
“Esto puede deberse a que la alfa-amanitina ha causado daños irreversibles (...) que no se pueden recuperar”, concluyeron los investigadores. “Esto sugiere que [el verde de indocianina] debe administrarse lo antes posible durante el tratamiento”, escribieron.
Los científicos próximamente harán otro estudio para comprender los mecanismos exactos que utiliza el compuesto verde de indocianina para inhibir la alfa-amanitina y evaluar su seguridad para el uso en humanos.
No obstante, el nuevo método de combinar con la técnica CRISPR de todo el genoma con el tamizaje virtual de fármacos podría utilizarse para ayudar a identificar rápidamente nuevos antídotos para otros venenos de importancia para la salud humana.
En diálogo con Infobae, el doctor Urcelay dijo desde Córdoba, después de leer el estudio realizado por los investigadores de China y Australia, “demostraron cuáles son las vías metabólicas a través de las cuáles las toxinas del hongo Amanita phalloides dañan de manera irreversible a las células de hígado y riñón”.
El verde de indocianina puede funcionar como antídoto para evitar el daño de las toxinas. “Los investigadores lo probaron en ratones y fue efectivo en reducir la mortalidad. Por esas razones posiblemente, podría ser aplicado como antídoto efectivo contra intoxicación por hongo de la muerte en humanos en el corto plazo”, resaltó Urcelay.
“El antídoto solo sería eficiente durante las primeras cuatro horas después de la intoxicación -subrayó-. Esto podría ser una limitación”.
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