El actor estadounidense Michael J. Fox, que se hizo popular por protagonizar la trilogía Volver al Futuro, respaldó el avance científico que hizo su fundación el mes pasado al presentar una nueva prueba que permite identificar signos posibles de la enfermedad Parkinson antes de que se manifieste en el cerebro.
Fox habló de la Iniciativa “Marcadores de Progresión de Parkinson (PPMI)”, un importante estudio internacional presentado en la revista médica The Lancet diseñado para anticipar la enfermedad y también para ayudar a tratarla en forma más rápida.
“Estoy involucrado con el trabajo de la Fundación Michael J. Fox de muchas maneras, pero llegué a este avance ante todo como paciente. Esta semana en la ciudad de Nueva York, 300 de los mejores neurocientíficos del mundo se reunirán para trazar el futuro de la investigación de la enfermedad de Parkinson, como líderes de la PPMI. Se reúnen todos los años, desde diferentes puntos de todo el mundo, para compartir datos, solucionar problemas y trazar los próximos pasos en la estrategia de investigación. Siempre ha sido un par de días llenos de acción, realistas, optimistas y futuristas a partes iguales, e incluso un buen momento, si te gusta la ciencia”, explicó el actor en una columna en el diario USA Today.
“Y este año, las cosas están súper cargadas. El enfoque de la reunión ha sido eclipsado por uno de los avances más significativos de Parkinson en décadas, anunciado por PPMI y la Fundación Michael J. Fox hace solo unas semanas: el descubrimiento de una prueba de líquido cefalorraquídeo que puede detectar objetivamente el Parkinson en las células de animales y personas. Es un primer y monumental salto adelante para nuestra enfermedad”, agregó Fox.
Desde hace años, la ciencia se centró en identificar ciertos marcadores dentro del organismo que permitan advertir el posible desarrollo de una enfermedad. Más aún cuando se trata de aquellas denominadas como neurodegenerativas, como es el Parkinson. Ahora, un estudio financiado por la “Fundación Michael J Fox”, impulsada por el reconocido actor, detectó la presencia de un biomarcador que permitiría detectar la patología antes, incluso, de que se desarrollen los síntomas.
“La nueva prueba es notablemente precisa, algo especialmente raro en la enfermedad cerebral. Permitirá a los científicos descubrir algunos de los secretos más profundos del Parkinson, como la forma temprana en que comienza la disfunción en las células del cerebro y del cuerpo, qué otros aspectos de la biología están involucrados en el riesgo, como el inicio y la progresión del mismo y por qué los síntomas y el curso de la enfermedad de Parkinson son tan notorios y diferentes entre personas. Esto abrirá de par en par nuestra capacidad para desarrollar futuros medicamentos de próxima generación que beneficiarán a todas las personas que viven con la enfermedad”, describió Fox.
Y continuó: “Además, podemos detectar la biología insidiosa que se desarrolla mucho antes de que aparezcan los síntomas externos. (Históricamente, los síntomas han sido el primer signo perceptible de la enfermedad. En mi caso, fue un aleteo aparentemente inocente en mi dedo meñique derecho). No solo será posible que la enfermedad se diagnostique y controle antes, sino que también están parados en el umbral de poder prevenirlo por completo. Estoy involucrado con el trabajo de la Fundación Michael J. Fox de muchas maneras, pero llegué a este avance ante todo como paciente. Mi viaje, que incluye el diagnóstico de Parkinson a los 29 años, se describe en ‘STILL: A Michael J. Fox Movie’, que se estrenará el 12 de mayo en Apple TV”.
Según se desprende de la publicación realizada en The Lancet Neurology, “este estudio representa el análisis más grande hasta el momento de la α-sinucleína SAA para el diagnóstico bioquímico de la enfermedad de Parkinson”. En resumidas cuentas, se trata de una proteína que, mal plegada, permite advertir que una persona está siendo afectada o puede desarrollar esta patología.
“Nuestros resultados muestran que el ensayo clasifica a las personas con enfermedad de Parkinson con alta sensibilidad y especificidad”, afirman los expertos en el trabajo científico publicado y advierten que “brinda información sobre la heterogeneidad molecular y detecta individuos prodrómicos antes del diagnóstico”. Es decir que identifica a aquellos que terminarán desarrollando la enfermedad.
En ese mismo sentido, al anunciar este avance, desde la fundación del actor detallaron que “la herramienta, llamada ensayo de amplificación de siembra de α-sinucleína (αSyn-SAA), puede detectar patología en el líquido cefalorraquídeo no solo de personas diagnosticadas con Parkinson, sino también en personas que aún no han sido diagnosticadas o que no han mostrado síntomas clínicos de la enfermedad, pero tienen un alto riesgo de desarrollarla”.
Es más, según detallaron, “la presencia de alfa-sinucleína anormal, detectada en la mayoría de las personas con EP, muestra una precisión asombrosa: se demostró que el 93% de las personas con Parkinson que participaron en el ensayo tenían alfa-sinucleína anormal”. “Nunca antes habíamos podido ver en una persona viva si tiene este cambio biológico de alfa-sinucleína en su cuerpo”, aseguró Todd Sherer, director de iniciativa de la Fundación Michael J. Fox (MJFF).
Los voluntarios que ayudan a hacer posible este progreso
“Si bien admiro y me maravillo con los investigadores que lideran el cambio, las personas en las que realmente no puedo dejar de pensar son los voluntarios del estudio: las miles de personas comunes, con y sin la enfermedad de Parkinson, que han dado un paso al frente, en mi nombre y en el de todos para ser parte de PPMI. Muchos han venido desde que la fundación lanzó el programa inicial de PPMI en 2010. Para 2020, en asociación con la iniciativa Aligning Science Across Parkinson’s, ampliamos PPMI para incluir personas “en riesgo”, personas que no habían sido diagnosticadas con Parkinson pero que vivían con factores de riesgo identificados. El objetivo era confirmar que estos factores de riesgo estaban conectados con la aparición de Parkinson”, afirmó Fox en el diario estadounidense.
Y agregó: “No es exagerado decir que hemos entrado en una nueva era en la investigación del Parkinson. Podemos comenzar a responder preguntas que han dejado perplejos a científicos, médicos y pacientes desde que James Parkinson escribió por primera vez sobre la enfermedad en 1817. La fundación se está moviendo a toda velocidad para que la nueva prueba se use de inmediato en PPMI y otros ensayos clínicos que están reclutando hoy para ayudar a responder preguntas de larga data sobre el inicio del Parkinson, la progresión desde el diagnóstico hasta el avance de la enfermedad, la amplia variabilidad de síntomas en diferentes individuos, el pronóstico y más”.
“El trabajo que se acaba de publicar en Lancent Neurology solamente confirma la exponencialidad de los avances científicos, en este caso sobre la enfermedad de Parkinson y la sinucleína. El valor del trabajo es poder adelantar lo más posible el diagnóstico de una enfermedad, que sabemos que, mientras más temprano el tratamiento, mejores los resultados. Y un valor agregado muy significativo es el de poder usar esta detección para identificar pacientes en estadios tempranos que clínicamente no se puede lograr con el examen neurológico, ni con las imágenes que están disponibles hoy en día para el cerebro. De esta forma desarrollar y probar nuevos medicamentos que eventualmente, al tratar el proceso que causa la enfermedad en una forma lo suficientemente temprana, puedan retrasar o incluso detener o la ocurrencia de la enfermedad”, explicó a Infobae el neurólogo Conrado Estol.
“Si bien la enfermedad de Parkinson se diagnostica con la historia clínica del paciente y el examen, eso es suficiente, en muchos casos quedan dudas si esa enfermedad de Parkinson u otras anormalidades y enfermedades neurológicas que le imitan. Nuevamente, esta publicación ayuda además entonces a confirmar y definir el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson clásica, algo que hasta el momento era muy difícil de lograr. Pero nuevamente se agrega a la posibilidad de confirmar el diagnóstico de enfermedad de Parkinson en la mayoría de los pacientes que lo tuvieran y existiera una duda, a hacer el diagnóstico de la forma más temprana, el abrir nuevos caminos en el tratamiento de la enfermedad”, concluyó Estol
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