Cómo avanza el dengue grave en el organismo, según un experto de Mayo Clinic

El brote de dengue que atraviesa actualmente la Argentina, con más de 56.000 casos y 48 fallecidos, ya es histórico. Con más del 90% de los casos autóctonos y las condiciones de calor prolongado para la proliferación del mosquito Aedes aegypti, el país ya contabiliza 15 jurisdicciones donde la enfermedad se está esparciendo.

Si bien la enfermedad viral ocurre, cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas contagiándolas, es importante saber que el mayor riesgo de desarrollar dengue grave ocurre con la doble picadura.

Y como existen 4 serotipos llamados DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4, que comparten analogías estructurales y patogénicas, pero que algunos como los serotipos 2 y 3 han estado asociados a la mayor cantidad de casos graves y fallecidos, la doble picadura de mosquitos puede acarrear estar infectado con un segundo serotipo, lo que genera el estadío grave de la enfermedad.

El doctor Jorge Pascual, médico neumólogo de Mayo Clinic y director médico ejecutivo de la región de las Américas, habló en exclusiva con Infobae para explicar cómo es que ocurre el dengue grave y qué sucede en el cuerpo humano para que un paciente entre en shock y muera.

“El dengue en una enfermedad en la que los síntomas son muy variados. Puede haber personas asintomáticas, otras que tienen síntomas leves y otras que lo padecen en forma grave. En esta etapa se caracteriza por afectar los vasos sanguíneos. Comienza a manifestarse con fiebre leve, dolor ocular, molestia y dolor en articulaciones y músculos y hasta sarpullidos en la piel. Pero luego puede manifestarse con abundante sangrado estomacal, de los intestinos, y por nariz. La enfermedad continúa progresando y afectando cada vez más a mayor cantidad de vasos sanguíneos haciéndolos permeables y que la sangre escape de ellos. Ello provoca que la sangre comience a escaparse por todo el organismo, afectando a distintos órganos, como el pulmón, por ejemplo”, afirmó Pascual, especialista en enfermedades pulmonares.

Y agregó: “Esto hace bajar la presión y produce un shock en el paciente. Hace descompensar el corazón, el cerebro, el hígado, los pulmones y más. Los investigadores estamos investigando por qué hay personas que cursan la enfermedad en forma leve o grave. Es algo parecido a lo que ocurre con el COVID. Observamos que las personas adultas mayores o quienes tienen una condición de salud de riesgo previa son los más afectados”.

El doctor Pascual indicó que la medicina comprobó que cuando se adquiere dengue por segunda vez, ocurre mayormente el dengue grave. “La primera vez que uno está infectado, el cuerpo reacciona contra el patógeno. Pero la segunda vez, sobre reacciona. El virus no es el que origina el daño, sino la reacción propia del cuerpo. Ocurre una tormenta de citoquinas que altera el funcionamiento del organismo y hace que los vasos sanguíneos comiencen a licuar sangre. Es una respuesta exagerada del cuerpo al virus. Pasa lo mismo que con el COVID. De hecho, salvo el mosquito vector, estas enfermedades tienen mucho en común. Desde la evidencia de personas asintomáticas o que alcanzan una enfermedad grave, hasta la tormenta de citoquinas y el método de análisis para detectar la infección (PCR y antígeno). Y por supuesto, el hecho de haberse contagiado, no previene el hecho de volver a padecerla”, sostuvo el experto.

Y destacó: “El dengue es una enfermedad que tiene cuatro serotipos. Son como cuatro virus diferentes. Si te enfermas con un serotipo, todavía puedes enfermarte con los otros tres. En Argentina está circulando mayoritariamente los serotipos DEN-1 y DEN-2. La persona infectada con un serotipo tiene una cierta inmunidad por un tiempo. Pero luego su inmunidad termina y puede enfermarse con otro serotipo. Y cada vez que se infecta uno con dengue luego de la primera vez, es cada vez peor. Quienes adquieren dengue por segunda vez, tienen más posibilidad de progresar hacia una enfermedad grave”.

El experto afirmó que no existen tratamientos frente al dengue, y que lo único que podemos hacer es controlar la fiebre con paracetamol, y evitar el uso de aspirinas o ibuprofeno.

El doctor Pascual se mostró entusiasmado por el desarrollo de vacunas frente al dengue: “En los últimos años se han desarrollado dos vacunas contra esta enfermedad. Una de origen francés, que es prescripta para personas que ya tuvieron dengue anteriormente y las previene de contagiarse nuevamente. Para quienes se las colocan sin haber tenido la enfermedad, si es picado por un mosquito con dengue, puede desarrollar dengue grave. La segunda vacuna es de origen japonés, recientemente aprobada en Argentina, Brasil y Europa. A diferencia de la francesa, esta vacuna previene a quienes nunca tuvieron dengue y a aquellas personas que ya cursaron la enfermedad. Esta vacuna, de acuerdo a la información que tenemos, es muy efectiva y segura”.

Y también precisó la otra manera de terminar con la enfermedad: “La otra forma de combatir la enfermedad es atacando y eliminando al mosquito vector de la misma, el Aedes aegypti. Este insecto se reproduce mejor con el calor y en grandes ciudades. Allí puede picar a más personas y así hace crecer y expandir la enfermedad. Lo efectivo es eliminar el agua dentro de distintos elementos donde se pueden criar los huevos de mosquito. Además, muchas veces no basta con quitar el agua, ya que las larvas se adhieren a las paredes de las macetas u otros contenedores, por lo que hay que limpiarlos correctamente”.

Respecto a la temporada histórica de dengue que vive el país, Pascual, destacó: “Son increíbles los números altos de dengue que tiene Argentina hoy. Es una temporada que es mayor y bate récords respecto a la histórica de 2020. Antes, el país tenía más casos importados que autóctonos, pero esa proporción cambió. En cambio, Uruguay no tiene casi casos autóctonos, pero sí muchos importados desde Brasil. Y curiosamente, observamos en la región que Chile no tiene casi mosquitos. Parecería que la cordillera de los Andes brinda una barrera natural protectora”.

“La temporada de dengue en Argentina se ha visto incrementada debido al prolongado calor que el país registró y que crea las condiciones para mantener vivo y por más tiempo al mosquito Aedes aegypti”, concluyó Pascual, quien brindó una excelente noticia para los ciudadanos uruguayos y de la región al anunciar que Mayo Clinic abrió una oficina de información al paciente en Montevideo para asesorar a los pacientes, sus familias, los médicos que los derivan y las compañías y corredores de seguros.

Esta oficina se suma a las diversas oficinas alrededor del mundo que se establecieron para atender a las personas interesadas en conectarse con Mayo Clinic. El personal de la oficina en Montevideo, que habla con fluidez español e inglés, ayudará a los pacientes, a sus familias y a los médicos que derivan pacientes a programar citas médicas en las sedes de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota; Phoenix y Scottsdale, Arizona; Jacksonville, Florida; y Mayo Clinic Healthcare en Londres.

-Eliminando todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos).

-Dando vuelta los objetos que se encuentran en el exterior y pueden acumular agua cuando llueve (baldes, palanganas, tambores, botellas).

-Cambiando el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada 3 días. Recordá frotar las paredes de los recipientes con una esponja o cepillo a fin de desprender los huevos del mosquito que puedan estar adheridos.

-Rellenando los floreros y porta macetas con arena húmeda.

-Manteniendo los patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados.

-Limpiando canaletas y desagües de lluvia de los techos.

-Tapando los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua.

-Vertiendo agua hirviendo en las rejillas y colocándoles tela mosquitera.

También es importante para prevenir las picaduras del mosquito:

-Usar siempre repelentes, siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.

-Utilizar ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.

-Colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones.

-Proteger cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.

-Utilizar repelentes ambientales como tabletas y espirales.

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