Una nueva investigación sobre el coronavirus sugiere que la vacunación contra el COVID-19 se asocia con menos ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares (ACV) y otros problemas del corazón, entre las personas infectadas con el SARS-CoV-2.
El estudio, publicado el lunes en el Journal of the American College of Cardiology, la revista especializada del Colegio Americano de Cardiología, es el primero en examinar la vacunación total y parcial y el vínculo con los principales eventos cardíacos adversos (MACE, por sus siglas en inglés) en los Estados Unidos.
Para el estudio, investigadores de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai utilizaron la base de datos de la Colaboración Nacional de Cohortes de COVID de EEUU. El estudio incluyó a 1.934.294 pacientes, 217.843 de los cuales recibieron formulaciones de vacunas de ARNm de Pfizer-BioNTech o Moderna o tecnología de vectores virales de Johnson & Johnson.
“Tratamos de aclarar el impacto de la vacunación previa sobre los eventos cardiovasculares entre las personas que desarrollan COVID-19 y encontramos que, particularmente entre aquellas con comorbilidades, como MACE previo, diabetes tipo 2, colesterol alto, enfermedad hepática y obesidad, existe una asociación con un menor riesgo de complicaciones”, dijo el autor principal Girish N. Nadkarni, profesor de medicina en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai.
“Aunque no podemos atribuir la causalidad, es evidencia de apoyo de que la vacunación puede tener efectos beneficiosos en una variedad de complicaciones posteriores a la COVID-19″, agregó el experto.
“Para nuestra sorpresa, incluso la vacunación parcial se asoció con un menor riesgo de eventos cardiovasculares adversos. Dada la magnitud de la infección por SARS-CoV-2 en todo el mundo, esperamos que nuestros hallazgos puedan ayudar a mejorar las tasas de vacunación, especialmente en personas con condiciones coexistentes”, dijo su colega y también primera autora del estudio, Joy Jiang, del laboratorio de Nadkarni.
Y concluyó: “Será necesario seguir trabajando para dilucidar los mecanismos involucrados desde una perspectiva inmunológica y aclarar el papel de los subtipos de SARS-CoV-2 y las reinfecciones en su relación con el riesgo de MACE”.
Daño del virus al corazón
La importancia de estar vacunado radica en evitar en menor medida una infección y en mayor medida que la misma se agrave en nuestro organismo dado que las infecciones por COVID-19 grave pueden causar problemas cardíacos potencialmente mortales. Para evaluar y comprender cuál es el mecanismo que impulsa los eventos cardiovasculares post COVID, una nueva investigación de la Universidad de Columbia, Nueva York, estudió el tejido cardíaco de personas que murieron por coronavirus.
Los investigadores hallaron que la infección provocó cambios en la forma en que las células regulan los niveles de calcio, un mineral fundamental para las contracciones y el bombeo de sangre del corazón.
Los hallazgos de este estudio fueron presentados este lunes en la 67° reunión anual de la Sociedad Biofísica de EEUU en San Diego. Los investigadores señalaron que estudios previos ya habían indicado que las personas con COVID-19 tienen un 55% más de probabilidades de sufrir un evento cardiovascular adverso importante, como ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y muerte, que las personas que no tuvieron la enfermedad por COVID-19. También es más probable que tengan otros problemas cardíacos, como arritmias (ritmos cardíacos anormales) o miocarditis (inflamación del músculo cardíaco).
El sistema inmune de una persona genera una respuesta ante la infección por coronavirus en un esfuerzo por defenderse del ataque del patógeno. Una de esas respuestas inmunes frente al COVID-19 es la inflamación que, según esta nueva investigación, interrumpe la forma en la que el calcio se almacena en el corazón.
El equipo observó el tejido cardíaco de pacientes que habían tenido COVID-19 y identificaron aumentos en el estrés oxidativo (producción dañina de moléculas inestables) y señales de inflamación, así como cambios en los niveles de calcio. También detectaron cambios adversos en una proteína llamada RyR2, que es responsable de regular los niveles de iones de calcio en el corazón.
El músculo cardíaco, como todas las células musculares, necesita iones de calcio para contraerse. El sistema del corazón para manejar los iones de calcio es esencial para las contracciones coordinadas de las aurículas y los ventrículos que bombean la sangre por todo el cuerpo. Cuando el calcio en el corazón se desregula, puede causar arritmias o insuficiencia cardíaca.
“Mientras más conciencia genere sobre aspectos particulares de una enfermedad, más probabilidades tendrá de mejorar la atención de los pacientes. Y los médicos deben estar al tanto de los cambios cardíacos relacionados con las infecciones por COVID-19 y deben estar atentos a ellos. En última instancia, queremos realmente averiguar qué está causando la enfermedad cardíaca y cómo solucionarla”, dijo Andrew Marks, cardiólogo y profesor de Biofísica en la Universidad de Columbia, que junto al doctor Steven Reiken, científico investigador en el laboratorio de Marks, han estudiado algunos de los cambios que ocurren en el corazón que podrían provocar estos problemas.
Además, comprender las complicaciones cardíacas de la COVID-19 también puede ayudar a los funcionarios de salud pública a tomar decisiones más adecuadas sobre cómo responder a la pandemia de la COVID-19, especialmente al asesorar a las personas con mayor riesgo de problemas cardíacos.
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