Existe un virus respiratorio que en medio de la pandemia es protagonista por su creciente expansión. Se trata del virus sincicial respiratorio, mejor conocido por sus siglas en inglés VSR, que causa infecciones de los pulmones y en el aparato respiratorio, especialmente a los niños y cuya enfermedad generada es la bronquiolitis.
Este virus es el responsable del 40% de las bronquiolitis y del 25% de todas las neumonías virales, siendo en los lactantes el virus más frecuente en los 6 primeros meses de edad.
Médicos de Lationamérica especialistas en esta enfermedad se reunieron en forma online en Diálogos en EFE Salud para hablar del Virus Respiratorio Sincicial y el impacto que genera en bebés y prematuros en la región. Los expertos abarcaron los asuntos de políticas públicas, médicos, de asociaciones de pacientes y otros ámbitos internacionales respecto al impacto que el patógeno tiene en cardiopatías congénitas o con displasia broncopulmonar en Latinoamérica.
Aunque el VSR infecta a toda la población pediátrica y también en adultos, en grupos de población como son los recién nacidos prematuros, o con las características ya mencionadas, tienen un riesgo mayor de desarrollar una condición más grave como neumonía o bronquitis aguda.
Según datos brindados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), sólo en Estados Unidos se producen aproximadamente 2,1 millones de visitas ambulatorias y 58.000 hospitalizaciones debido al VSR cada año entre niños menores de cinco años. En tanto, en todo el mundo, el VSR provoca la muerte de aproximadamente 102.000 niños al año, aproximadamente la mitad de ellos son menores de 6 meses y la gran mayoría en países en desarrollo, de acuerdo con información publicada en The Lancet.
El doctor Alejandro Cravioto, pediatra microbiólogo mexicano comenzó la charla al destacar algunos problemas que se viven en la región y que todos los países deberían revisar. “Uno es el del embarazo adolescente. Tenemos que investigar más el tema y ver cómo puede prevenirse. En la actualidad tenemos sistemas de control de natalidad muy efectivos, que transmitidos en forma temprana puede evitar que esos niñas tengan funciones de madres a edades que no son las correctas”, sostuvo Cravioto.
“Por otro lado, la ventaja que tenemos contra el virus sincicial respiratorio es que por primera vez tenemos productos que pueden prevenir este problema. Se trata de un medicamento monoclonal efectivo de una sola dosis. Pero su problema radica en el acceso y costo. Reduce el 80% de infección y hospitalización de niños muy pequeños. Los anteriores requerían muchas dosis. Pero antes de aplicar este monoclonal, más importante es vacunar a las madres en forma preventiva para evitar la enfermedad en el menor”, destacó el experto.
Y aclaró: “Tenemos también una vacuna del laboratorio Pfizer que es muy efectiva que se aplica a mujeres embarazadas. La misma tiene un 70% de eficacia para infección severa que protege a sus hijos en los primeros 6 meses de vida. Es importante también organizar la adquisición de este producto, que se puede ampliar con los programas de la OPS y OMS para el acceso equitativo de vacunas. Es importante durante la niñez y adolescencia tener un diálogo abierto con la familia. Una vez que la mujer se embaraza, la misma debe tener un acceso abierto a la salud”.
María Angélica Maya, médica infectóloga de Antioquia en Colombia sostuvo que en su país se están aplicando anticuerpos monoclonales con mucho éxito en el último tiempo. “Pero esta acción requiere de un plan global que tenga en cuenta el mensaje comunitario y la educación a familias que tienen un bebé prematuro y los cuidados que éstas deben tener. Es por eso que influye la cultura latinoamericana. Es la misma que incita a los familiares de los flamantes padres a conocer al bebé recién nacido, cargarlo y estar cerca. Pero en un niño con ciertas patologías riesgosas, termina siendo un problema. Por ello, la educación es un pilar fundamental. Lo mismo la inclusión de nuevas tecnologías. Y productos como son las vacunas. En tiempos de pandemia por COVID vimos cómo hay grupos que rechazan las vacunas”, sostuvo la especialista.
Y puso su mirada en lo que realmente le cuesta a la sociedad esta enfermedad: “Este virus suma muchos costos. No solamente por los niños afectados. También genera un costo social, ya que se debe pagar la internación, los medicamentos, el lucro cesante de la madre o padre que debe cuidarlo, etc. Todos tienen un costo directo, tanto el gobierno, el sistema de salud y la familia”.
Y concluyó: “El gobierno tiene la responsabilidad de gestionar procesos para conseguir los medicamentos y vacunas para que se apliquen en forma adecuada. La formación profesional a médicos por parte de universidades e instituciones de ONGs, gremios, sociedad en general. Hacer reuniones periódicas es clave para saber cómo se está trabajando y cómo se puede mejorar. El año pasado también hemos visto problemas de acceso a la salud, con limitación de camas disponibles y recursos para atender a los pacientes afectados. Estos costos atañen de manera diferente en cada organismo o institución. Es un proceso que hay que mirarlo en su conjunto”.
Por su parte, la doctora Lydiana Ávila, neumóloga pediatra, recordó que el virus respiratorio sincicial es el causante del 85% de los casos de Bronquiolitis. “Esa es la enfermedad que produce este virus conocido desde los años 50. En niños menores de 5 años es el causante de 33 millones de infecciones de vía aérea inferior. Produce hasta 3 millones de internaciones anuales. El frío, las épocas lluviosas provocan los picos de contagios. La pandemia por COVID ha generado en 2020 y 2021 se produjo un gap inmunológico. Los adultos no nos sometimos a los virus. Y las madres embarazadas no han podido pasar anticuerpos adquiridos por su propio sistema inmunológico en el último trimestre de su gestación. Los bebés han nacido sin esa protección, sin esos anticuerpos”, afirmó.
“Hasta 2019 el 90% de los niños menores de cinco años tenían esos anticuerpos, como los necesarios para combatir el virus sincicial respiratorio. Hoy hay una mayor población susceptible y con mayor riesgo de contraerlo. Es importante aclarar que el niño prematuro es aquel que tiene 37 semanas. Pero el que tiene mayor riesgo de enfermar de gravedad es aquel que tiene 32 semanas o menos. Los anticuerpos monoclonales existen desde 1998. Pero hay mucha inequidad. Todos los bebés prematuros deberían contar con este medicamento preventivo. Son cinco dosis las que se ponen. Hay que detectar los niños prematuros y sus factores de riesgo. Son niños que están semanas internados con oxígeno o ventilados por una displasia broncopulmonar. Pero va a ser un virus leve si se vacuna previamente al menor a la madre. De 100 niños con este virus, cinco son internados y esa cantidad, la mayoría son prematuros que terminarán en una Unidad de Terapia Intensiva (UTI)”, sostuvo.
Es tan frecuente el VSR, que la mayoría de los niños ya se han infectado cuando tienen alrededor de los dos años de edad, aunque también puede infectar a los adultos. En los adultos y en los niños mayores y sanos, los síntomas del VSR son leves y generalmente se parecen al resfriado común, además, solo se necesitan medidas de cuidado personal para aliviar las molestias.
El VSR puede causar una infección grave en algunas personas, incluyendo a los bebés de 12 meses y más jóvenes, especialmente los prematuros, y en los adultos mayores, en la gente con enfermedades cardíacas y pulmonares, o cualquiera con un sistema inmunitario débil.
¿Qué síntomas tiene el VSR?
Los síntomas del VSR aparecen entre cuatro y seis días después de la exposición al virus. En los adultos y los niños mayores, generalmente causa signos parecidos a los del resfriado. Estos síntomas pueden incluir nariz congestionada o que gotea, tos seca, fiebre baja, dolor de garganta, estornudos y dolor de cabeza.
En casos graves, el VRS puede extenderse al aparato respiratorio inferior, causando neumonía o bronquiolitis Los signos pueden incluir fiebre, tos intensa, sibilancia al respirar, respiración rápida o dificultad al respirar, color azulado de la piel a causa de falta de oxígeno. Los niños en periodo de lactancia se ven afectados con mayor gravedad por el VRS. Los síntomas de una infección grave con el VRS en los bebés incluyen respiración superficial, corta, y rápida; gran dificultad para respirar; tos; come mal; cansancio inusual e irritabilidad.
En la actualidad no existe un tratamiento específico para el VSR, solo medidas de atención de apoyo como oxígeno y líquidos y tampoco hay una vacuna para prevenirlo. El único agente preventivo disponible se recomienda para su uso en entornos limitados en los bebés de mayor riesgo como una inyección mensual con 5 dosis administradas durante la temporada de VSR, dejando a la mayoría de los bebés sin protección.
Pfizer y Moderna son las empresas que está investigando en Fase III una vacuna y que está preparándola para aplicaciones reglamentarias tanto para bebés a través de la inmunización materna como para adultos mayores para ayudar a protegerse contra el VSR.
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