Argentina llevará adelante un estudio clínico para pacientes que sufren cáncer de vejiga. A nivel mundial, esta enfermedad afecta a medio millón de personas nuevas cada año y causa la muerte a 200.000.
En 3 de cada 10 casos, exige una cirugía para extraer la vejiga y, en la mitad de estos, incluso ese tratamiento radical no es suficiente para garantizar la sobrevida más allá de los 2 años. En Argentina, el 3% de todos los cánceres son de vejiga y, como en el resto del planeta, afecta más a los hombres que a las mujeres, en una proporción de 4 a 1.
En 2021, el Instituto Nacional del Cáncer estimó que se produjeron unos 3.000 nuevos casos de cáncer urotelial en hombres y 830 en mujeres en Argentina. Aunque muchas veces se indica quimioterapia o radioterapia antes de la cirugía, éstas no siempre son efectivas y sólo reducen el tamaño del tumor a operar. Además, quedan muchas veces células malignas residuales o los pacientes son resistentes a los compuestos de platino que se indican para la quimioterapia. De ahí la importancia de desarrollar nuevos tratamientos, entre los que se encuentra la inmunoterapia.
Eso es lo que busca un nuevo estudio científico que se desarrolla en Argentina junto con Brasil, Estados Unidos y España. “En esta investigación, buscamos estudiar la inmunoterapia post cirugía para evitar la reincidencia tumoral. Este tratamiento investiga un fármaco que estimula el sistema inmunológico para luchar contra el cáncer, con menor perfil de toxicidad que la radio y quimioterapia. Los pacientes que participen del estudio podrán acceder al estudio del ADN tumoral”, explicó a Infobae la doctora Patricia Varela, médica, clínica y especialista en cuidados paliativos.
“Buscamos ofrecer a los pacientes con cáncer de vejiga un tratamiento adyuvante postcirugía, para evitar completar su tratamiento con opciones menos saludables como lo son la quimioterapia o la radioterapia que afecta a células tumorales pero también a las sanas. Este tratamiento específico con inmunoterapia abarca drogas innovadoras que se utilizan en la práctica habitual y que lo que hacen es estimular el sistema inmunológico propio para que luche contra el tumor específico. Estas terapias target o dirigidas tienen más eficacia a largo plazo”, completó la experta.
Varela insistió en que este tratamiento postcirugía podría evitar la reincidencia tumoral. “Personas que se realizaron recientemente una extracción total de la vejiga pueden postularse para participar de esta investigación clínica denominada IMvigor011″, precisó y adelantó que el estudio permite determinar si existe ADN tumoral circulante, lo que evidenciaría diseminación oncológica. Esto permite a los médicos orientar el tratamiento específico con inmunoterapia.
En este estudio de Fase III, doble ciego, multicéntrico, aleatorizado se comparará el atezolizumab (anticuerpo anti-PDL1) versus placebo como terapia adyuvante en pacientes diagnosticados con cáncer de vejiga con invasión muscular de alto riesgo y que presentan ADNct positivo después de una cistectomía (extracción radical de vejiga).
Cuando el cáncer empieza a invadir la capa muscular de la vejiga, los especialistas recomiendan practicar rápidamente una cistectomía radical, es decir, una operación para extraer la vejiga completa, junto con los ganglios linfáticos y también la próstata (en los hombres) y la parte anterior de la vagina, el útero, los ovarios y las trompas de Falopio (en las mujeres).
Personas recientemente operadas de cáncer de vejiga (cistectomía) pueden postularse para participar, sin costo, de esta investigación médica en clínicas y hospitales que funcionan como centros de investigación científica. Para recibir más información, solo deben completar un formulario disponible online. Estos estudios cuentan con la aprobación de las entidades regulatorias en cada país y del Comité de Ética.
Algunos datos sobre el cáncer de vejiga
En 9 de cada 10 casos de cáncer de vejiga, los pacientes tienen más de 55 años. En los hombres, el promedio de edad es 70 años. La mayoría tiene antecedentes de haber fumado, o fuma en la actualidad. En una pequeña proporción de casos, se pueden rastrear factores tóxicos ocupacionales, por haber trabajado con pinturas o solventes, en imprentas o en peluquerías. También es más frecuente este cáncer en lugares donde el agua contiene arsénico o en poblaciones rurales donde hay esquistosomiasis, una enfermedad producida por parásitos.
Finalmente, hay un componente hereditario en algunas familias y se han identificado varias mutaciones en el ADN. Los médicos piden prestar especial atención a los siguientes síntomas para realizar una consulta médica: sangre en la orina, necesidad de orinar con frecuencia, dolor o ardor al orinar, pérdida de peso y cansancio.
El 77% de los pacientes con cáncer de vejiga sobreviven 5 años. Pero quienes tienen formas avanzadas al momento del diagnóstico pueden no llegar a los 2 años. Con el diagnóstico a través de imágenes y una biopsia de las células de la vejiga, los oncólogos determinan el grado y el tipo del tumor, y entonces deciden hacer un seguimiento con estudios periódicos o inician un tratamiento, que consiste en cirugía si el cáncer es invasivo.
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