Como todo virus, el coronavirus SARS-CoV-2 evoluciona, se perfecciona para infectar más y sobrevivir. Es por ello que hace un año explotó con el surgimiento de la variante Ómicron. Y ahora lo hace con subvariantes más contagiosas como BQ.1.1, la XBB.1.5 y la reciente BF.7 surgida en China.
Con unos 666 millones de contagios ya reportados oficialmente (se cree que las cifras deben quintuplicarse mínimamente) y 6,7 millones de fallecidos, la enfermedad COVID-19 mantiene el status de pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y no se detiene. Japón, por caso, reportó en un solo día 104.304 infectados.
En tren de analizar esta compleja realidad del coronavirus hoy, tanto en la Argentina como en el mundo, Infobae consultó a un experto mundial que viene siguiendo la pandemia desde hace tres años en uno de los lugares donde la ciencia hace gala y se perfecciona a diario.
El cardiólogo argentino Oscar Cingolani es profesor de medicina y director del Centro de Hipertensión Arterial y de la Unidad de Cuidados Críticos (UCC) Cardiovasculares del Hospital Johns Hopkins, en Baltimore, Estados Unidos. Se trata de uno de los hospitales universitarios más reconocidos del mundo y ocupó un rol protagónico durante la pandemia. En diálogo con Infobae, el experto evaluó la realidad del coronavirus, las nuevas variantes y las armas que poseemos para contrarrestar su avance: la vacunas bivalentes.
-¿Cómo analiza el avance de la pandemia?
- La pandemia está entrando en una fase distinta por dos motivos. Primero porque hay nuevas variantes que se han diferenciado de la original con lo cual tienen mayor capacidad de infectar y de esquivar las defensas, ya sea de esquivar la inmunidad por infecciones previas por variantes antiguas o también por esquivar la inmunidad generada por las vacunas.
Por otro lado, vemos en países como en China, donde tenemos poca información y hay pocos vacunados, e incluso hay vacunados con las vacunas de virus atenuados, como son las vacunas chinas, y estamos observando muchos contagios. Ellos están viendo muchos casos nuevos ahora que salieron del lockdown o encierro. Esto se evidencia, sobre todo, en ancianos que no fueron vacunados o no estuvieron bien vacunados. ¿Qué pasa con esto? Al tener mayor cantidad de infectados, hay mayor transmisión viral y esto favorece la creación de nuevas variantes.
En la actualidad, las variantes y subvariantes del SARS-CoV-2 dejan en evidencia que el COVID ya forma parte de la realidad cotidiana mundial. “Respecto a la pandemia actualmente se puede decir que está en una fase de cambios porque por un lado tenemos inmunidad previa que sigue siendo algo activa, pero por otro lado tenemos países o continentes con poca vacunación, la cual es un ‘caldo de cultivo’, por así decirlo, para la creación de nuevas variantes y eso es lo que tenemos que prestar mucha atención ahora”, destacó Cingolani.
En ese sentido, al ser consultado sobre la evolución de la pandemia y la situación en China, donde se reporta un gran número de contagios, problemas en la atención sanitaria y muertes que generó que varios países del mundo decidan volver a instalar el requerimiento de testeos a los viajeros que arriban desde esa latitud, el experto advirtió que existen “pocos datos” y agregó: “De Argentina también tenemos pocos datos porque no se está tipificando mucho”.
“En Europa tenemos variantes mezcladas. Y en Estados Unidos tenemos ahora una sub variante de un Ómicron que es la XBB.1.5, que proviene de la BA.2, una subvariante de Ómicron que rápidamente se hizo predominante en el país. Es una variante que tiene muchas más mutaciones que las anteriores y se une mucho más fuerte al receptor ACE2, con lo cual el contagio es mucho mayor y el período de incubación parece ser más corto”, advirtió el experto.
En palabras de Cingolani, en Estados Unidos se registran muchos casos de “internaciones en mayores de 65 años por esa variante, porque el otro problema que tenemos es que esa variante no fue incluida en la vacuna nueva bivalente. Así y todo, hay datos de Estados Unidos que sugieren que, pese a que la variante nueva XBB.1.5 no ha estado incluida en la vacuna bivalente, la misma sí cubre en alguna medida esta variante”.
“Aquí (EEUU) estamos tratando de recomendar que la gente se vacune y se dé el booster o refuerzo con la nueva vacuna bivalente. La recomendación es que si tuvo COVID hace más de cuatro meses o si recibió una dosis de la vacuna anterior dada hace 4 o 6 meses la reciba. Vemos que la gran cantidad de pacientes que se internan por COVID severo son: o personas con enfermedades predisponentes o ancianos que no se han dado el último refuerzo, así que es importante”, indicó el director del Centro de Hipertensión Arterial y de la Unidad de Cuidados Críticos (UCC) Cardiovasculares del Hospital Johns Hopkins.
Según indicó, los últimos datos “comparan, y eso es muy nuevo, el refuerzo con la vacuna anterior de ARN mensajero con el nuevo booster. Parece ser que el nuevo booster sigue funcionando, aunque menos, pero sigue funcionando un poco mejor que la vacuna anterior”. Incluso, el experto resaltó que “entre ambas vacunas bivalentes, la de Pfizer y la de Moderna, la de Moderna que tiene una dosis mayor y parece ser un poquito más efectiva”.
Pese a que se encuentran avaladas en gran parte del planeta y que el Gobierno argentino había informado oficialmente la llegada de estas dosis, hasta el momento se desconoce exactamente cuándo llegarán las vacunas bivalentes. De todos modos, Cingolani evaluó qué podría pasar cuando finalmente se apliquen en suelo criollo y analizó cuál sería su impacto en el rumbo nacional de la pandemia.
“Creo que el cambio va a ser importante, a menos que surjan variantes nuevas que sean resistentes a las nuevas vacunas bivalentes. Esto lo estamos observando con mucha atención ahora y se va a definir en el próximo mes, o dos, durante el invierno norteamericano. Además de analizar, también, lo que pasa en China”, indicó el experto.
De todos modos, ante la incertidumbre sobre el arribo de estas dosis, Cingolani recomendó: “Si no hay vistas de que la vacuna bivalente llegue en las próximas semanas, yo, en Argentina, recomendaría que la gente se aplique otra dosis incluso con la vacuna de ARN anterior. Aunque, si alguien se dio ya cinco dosis esperaría a la bivalente y me daría otro refuerzo con la bivalente entre cuatro a seis meses después de haberme dado la última vacuna. Pero obviamente eso es una recomendación sin ninguna base científica de datos publicados, ya que la mayoría de los datos provienen de Europa o de Estados Unidos en las cuales solamente se han dado hasta cinco dosis y la quinta actualmente es la bivalente; con lo cual estamos tratando de extrapolar en base a esto sin saber qué pasa si uno tiene más de cinco dosis”.
Para finalizar, Infobae consultó a Cingolani sobre cómo podría desempeñarse la vacuna argentina ARVAC CG, cuya plataforma es de proteína recombinante, que se proyecta como bivalente y que iniciará una nueva etapa de ensayos clínicos durante el primer trimestre de este 2023.
“Creo que es una vacuna muy promisoria. Todavía no está en Fase II/III. Sí está en Fase I con anticuerpos neutralizantes. Igualmente, por experiencia anterior, hay que esperar a los estudios de Fase III para ver cuál es el resultado real en la sociedad. Es una vacuna muy prometedora, que tiene la ventaja de poder ser modificable a nuevas variantes en el futuro”, concluyó.
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