Expertos en oncología han advertido sobre una epidemia de cáncer en Europa en la próxima década si no se abordan con urgencia los problemas en los sistemas sanitarios y las investigaciones sobre esta enfermedad, sobre todo luego de la pandemia de coronavirus, que todavía no ha cesado.
Según señala un informe divulgado por la publicación médica “The Lancet Oncology”, los científicos estiman hoy en un millón los diagnósticos de cáncer no detectados en Europa en los últimos dos años. Además, prevé que el impacto que ha tenido la pandemia de COVID-19 en los sistemas sanitarios retrase la detección de casos oncológicos en el continente.
Por ejemplo, en el primer año de pandemia hubo 1,5 millones de pacientes de cáncer menos en toda Europa. Esto no quiere decir que la incidencia de la enfermedad cáncer bajó repentinamente, sino que se trata de personas que no fueron diagnosticadas. Un millón de personas tendría un tumor sin diagnosticar, según Mark Lawler, presidente de la Comisión de Oncología de Lancet a cargo del estudio. Además, el uso de cirugía o quimioterapia se retrasó en uno de cada dos pacientes y se perdieron 100 millones de cribados. Retrasos en la detección, diagnóstico y tratamiento del cáncer que impactará notablemente en la salud de los europeos.
El informe de The Lancet pide doblar la inversión europea en investigación pública: si entre 2010 y 2019 esta fue de 26 euros por cada habitante, debería alcanzarse los 50 para el año 2030. Aún así, seguiría muy por detrás del presupuesto estadounidense para el mismo periodo, establecido en unos 234 euros (al cambio). Además, identifica lagunas en el panorama europeo de la investigación del cáncer, ya que pide que se duplique el presupuesto europeo para esta vital cuestión e incluye a la prevención y el diagnóstico precoz, la radioterapia y la cirugía, la ciencia de la implementación, la acción en la igualdad de género y un enfoque más profundo en la supervivencia.
Darío Niewiadomski, médico oncólogo, miembro de la Sociedad Argentina de Cancerología explicó a Infobae que durante la pandemia la gente se dejó de hacer los controles en muchos casos, lo que implica un aumento en el diagnóstico de tumores más tardío. En otros casos, muchos pacientes dejaron de tratarse y la enfermedad avanzó.
“En Europa está agravado en términos de pandemia. La guerra en Ucrania genera una movilización importante de la población y hace que el tema del diagnóstico temprano de cáncer esté en otro plano. Cuando se está en riesgo la vida, uno no se va a hacer una mamografía. En otros países, que viven la guerra de cerca, con más preocupación, más inflación, o más costos de energía, por ejemplo, también se dejan los controles médicos de lado. Pero, fundamentalmente, hay una movilización poblacional muy importante desde Ucrania hacia otros países de Europa, lo cual provoca que otras personas tengan prioridad para ser atendidas en términos médicos o tengan postergados sus estudios, ya que hay una población más necesitada para atender y los recursos son escasos. Además, observo que hay menos médicos en el mundo. Lo vemos acá cuando se van de las obras sociales o prepagas o se jubilan antes, por ejemplo”, precisó Niewiadomski.
La doctora Valeria Cáceres, médica oncóloga, jefa del departamento de Oncología Clínica del Instituto Ángel H. Roffo destacó a Infobae: “Nosotros hemos tenido una gran disminución en las consultas de los pacientes, no solamente aquellos que vienen a hacerse pruebas de diagnóstico precoz, mamografía, ecografía mamaria o los hombres que se realizan estudios de próstata. También dejaron de venir quienes se controlaban periódicamente y otros dejaron de tomar la medicación indicada por miedo a asistir al consultorio y contagiarse. Por eso estamos hoy viendo más diagnósticos y mayores tasas de recaída”.
“Claramente, la incidencia por cáncer está en aumento. Y las estadísticas nos indican que si seguimos en este camino, vamos a tener el doble de casos de cáncer en el mundo. Y probablemente en países no desarrollados, que no estén trabajando en el tema de la prevención o los estudios de detección temprana del cáncer, podría aumentar la mortalidad. Yo no creo que esto tenga que ver con el COVID, sino con un aumento de la incidencia de cáncer en la actualidad debido al crecimiento de la expectativa de vida, a malas políticas desarrolladas en los últimos años y al pobre estilo de vida que hay”, puntualizó a Infobae el médico oncólogo Diego Kaen, director de Investigación Clínica del Centro Oncológico Riojano Integral.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que si nosotros logramos hacer ejercicio, no fumar, no tomar alcohol, disminuir el nivel de estrés, comer mejor con más frutas, verduras y fibras, podríamos disminuir los cánceres a nivel mundial para las próximas décadas. Si no hay un cambio en el estilo de vida, van a aumentar las cifras de pacientes con esta enfermedad. Probablemente toda la inversión que se hizo en torno al COVID, no es igual a la puesta en el cáncer en los últimos años. Así, el dinero invertido en investigación contra el cáncer es poco. Y cada vez más gente padecerá el cáncer en forma crónica. Como la gente vive más hoy, seguramente habrá más gente viviendo más tiempo con cáncer”, continuó.
El nuevo informe, “European Groundshot: abordando los desafíos de la investigación del cáncer en Europa: una Comisión de Oncología de Lancet”, reúne a una amplia gama de expertos entre pacientes, científicos y sanitarios, con un conocimiento detallado de la actividad de investigación del cáncer en toda Europa. Utilizando datos precisos, oportunos y granulares, el informe arroja luz sobre la investigación del cáncer en Europa, destacando los desafíos actuales y futuros e identificando las lagunas en el panorama de la investigación.
La Comisión de Oncología de The Lancet se hizo eco del Cancer Moonshot de EEUU al establecer recomendaciones ambiciosas para desarrollar una hoja de ruta de investigación del cáncer exitosa y resiliente. Mientras que el informe hace hincapié en que la investigación del cáncer es crucial para que los países europeos brinden una atención más asequible, de mayor calidad y más equitativa, y que los pacientes tratados en hospitales activos en investigación obtengan mejores resultados que aquellos que no lo son.
Según el artículo, la comisión de oncología del The Lancet reúne a una amplia variedad de científicos y expertos en atención médica con un conocimiento detallado de las investigaciones del cáncer en Europa, donde los índices de mortalidad por la enfermedad corresponden sobre todo a pulmón, colon, mama y páncreas.
Esa comisión argumenta que la investigación del cáncer en la región europea debería tener un enfoque más centrado en el paciente. “Con el telón de fondo de la pandemia del COVID-19, el Brexit y la invasión rusa a Ucrania, es más importante que nunca que Europa desarrolle un fuerte plan de investigación del cáncer para desempeñar un papel transformador en la mejora de la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la calidad de vida para los pacientes actuales y futuros”, señaló Mark Lawler, de la Universidad Queen’s de Belfast, y autor principal del documento.
“Estimamos que se pasaron por alto aproximadamente un millón de diagnósticos de cáncer en toda Europa durante la pandemia de covid-19. Estamos en una carrera contra el tiempo para encontrar esos cánceres perdidos. Además, vimos un efecto escalofriante en la investigación del cáncer con los laboratorios cerrados y los ensayos clínicos retrasados o cancelados en la primera ola pandémica”, subrayó Lawler, que resaltó la preocupación de que Europa esté camino de “una epidemia de cáncer en la próxima década’' si no se da “prioridad a los sistemas de salud del cáncer y la investigación”.
En tanto, el consejero delegado de la Organización Europea del Cáncer, Mike Morrisey, resaltó que la invasión rusa de Ucrania ha representado un desafío para los estudios del cáncer en Europa, puesto que Ucrania era un importante contribuyente en la investigación clínica del cáncer y la guerra ha reducido estos análisis a la mitad.
Según el Lancet, muchos ensayos clínicos de cáncer en Ucrania incluyen centros oncológicos en países de Europa central y oriental y el conflicto probablemente dará como resultado que muchas de estas pruebas clínicas se retrasen. En ese sentido, Andreas Charalambous, presidente de la Organización Europea del Cáncer, admitió el “profundo y continuo impacto” que la guerra ha tenido en la investigación de la enfermedad, pero sobre todo en los ensayos clínicos en Europa. “Ya existe una creciente brecha Este-Oeste en la investigación europea del cáncer y es crucial que la guerra entre Rusia y Ucrania no provoque que esta brecha crezca”, concluyó.
“Con el telón de fondo de la pandemia de Covid-19, el Brexit y la invasión rusa de Ucrania, es más importante que nunca que Europa desarrolle un panorama de investigación del cáncer resiliente para desempeñar un papel transformador en la mejora de la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la calidad de la vida para los pacientes actuales y futuros y aquellos que viven más allá del cáncer”, dijo Lawler.
El informe también argumenta que los esfuerzos de prevención e investigación del cáncer, en particular, no han recibido la financiación que merecen. Un mayor enfoque en la prevención del cáncer reduciría la cantidad de personas que desarrollan cáncer y, por lo tanto, permitiría que haya más recursos disponibles para aquellos que requieren tratamiento.
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