Entre el 20 y el 30% de los adultos sufren de presión arterial alta, y de esos, alrededor del 5 al 10% no la tiene controlada, con todos los riesgos que eso implica para su salud. Esta patología es el principal factor de riesgo mundial de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular, discapacidad y muerte, y afecta a aproximadamente 1.400 millones de personas en todo el mundo. En la Argentina, la hipertensión es el principal factor de riesgo cerebrovascular y está asociada al 88% de los casos.
Ahora, un ensayo de Fase II, cuyos resultados fueron presentados en la conferencia anual de la American Heart Association, probó con éxito un nuevo fármaco que podría ser de gran ayuda para tratar a las personas con presión arterial alta que no responden a los tratamientos disponibles.
Se trata de baxdrostat, y los investigadores observaron que los pacientes que recibieron una dosis diaria del fármaco pudieron reducir sustancialmente su presión arterial, en comparación con las personas que recibieron un placebo, según el trabajo publicado en el New England Journal of Medicine.
Baxdrostat actúa evitando que el cuerpo produzca aldosterona, una hormona que regula la cantidad de sal en el cuerpo. Además, suprimió los niveles de aldosterona en sangre y orina, y según se vio en el estudio, “el fármaco provoca una marcada caída de la presión arterial en pacientes cuya hipertensión es resistente a los fármacos habituales, un tipo de hipertensión que se debe en parte al exceso de producción de la hormona aldosterona”.
La aldosterona hace que la sal se retenga en el cuerpo, elevando la presión arterial. Los pacientes con niveles excesivos de aldosterona en la sangre son resistentes al tratamiento con los medicamentos de uso común para la hipertensión .
Para el trabajo, que fue realizado durante 12 semanas, los investigadores administraron a 248 pacientes una dosis diaria de baxdrostat en cantidades que variaron de 2 mg a 1 mg y 0,5 mg. o un placebo. Al ingresar al ensayo, la presión arterial de ninguno de estos pacientes estaba controlada a pesar de tomar tres o más medicamentos para la presión arterial alta.
La hipertensión se diagnostica cuando una persona tiene una presión arterial de 130/80, mientras que una medida sistólica de 120-129 mm Hg se considera “elevada”. Un rango normal es menos de 120/80 mm Hg.
Los pacientes tomaron el fármaco en estudio -o el placebo- además de los medicamentos habituales que ya consumían. Al final de las 12 semanas, el grupo que recibió la mayor cantidad de baxdrostat experimentó una caída de 20 puntos en la presión arterial. Hubo una diferencia de 11 puntos entre este grupo y el que recibió el tratamiento con placebo, una diferencia que rara vez se observa en un solo fármaco para reducir la presión arterial.
“Los pacientes con hipertensión resistente al tratamiento que recibieron baxdrostat tuvieron reducciones en la presión arterial relacionadas con la dosis”, concluyeron los autores en la publicación.
El profesor Morris Brown es el coautor principal del estudio y profesor de Hipertensión Endocrina en la Universidad Queen Mary, en Londres, y consideró que “los resultados de este fármaco, el primero de su tipo, son emocionantes, aunque se requieren más pruebas antes de que se puedan determinar comparaciones con cualquier medicamento existente”. Sin embargo, sostuvo que “baxdrostat podría potencialmente ofrecer esperanza a muchas personas que no responden al tratamiento tradicional de la hipertensión. La efectividad de los medicamentos más antiguos en pacientes individuales puede variar sustancialmente, mientras que una característica distintiva de esta nueva clase es que se puede predecir que funcionan bien en los pacientes cuya hormona aldosterona los ha vuelto resistentes a los tratamientos más antiguos”.
“El ensayo no solo probó que el medicamento redujo la presión arterial, sino que una dosis más alta la redujo aún más”, destacó la médica especialista en cardiología Johanna Contreras, directora de la Red de Insuficiencia Cardíaca Ambulatoria en la Red del Sistema de Salud Mount Sinai en la ciudad de Nueva York. La experta, que no estaba involucrada en el estudio agregó además que eso se vio “con una sola toma al día; eso es genial”.
Los hallazgos del ensayo clínico sugieren que el fármaco “merece una mayor exploración”, tal como consideró el doctor Donald Lloyd-Jones, expresidente inmediato de la Asociación Estadounidense del Corazón, quien si bien resaltó que el fármaco “tiene un impacto bastante grande y parece prometedor”, señaló que “aún no está listo para ser aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos”.
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