El colesterol alto durante el embarazo aumenta el riesgo cardíaco en los niños

Las dietas altas en grasas durante la gestación incrementan la probabilidad de desarrollar enfermedad cardiovascular en los hijos, según un estudio de la Universidad de Nápoles Federico II

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El colesterol puede controlarse a través de una buena alimentación, ejercicio físico, y en algunos casos, medicación (Getty)
El colesterol puede controlarse a través de una buena alimentación, ejercicio físico, y en algunos casos, medicación (Getty)

La reciente evidencia científica señala que las dietas basadas en carnes rojas, productos lácteos ricos en grasas y comida chatarra procesada durante el embarazo pueden poner al feto en riesgo de un ataque al corazón. Por eso, es clave el seguimiento médico durante la gestación para mantener bajo control el nivel de lípidos en el organismo.

Según un estudio publicado en el European Journal of Preventive Cardiology, el colesterol alto en el embarazo aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular en los hijos en casi un 40%. Consumir demasiadas grasas saturadas que se encuentran en las carnes rojas y los productos industrializados con grasas trans incorporadas conduce a niveles altos de colesterol.

“El colesterol no se mide de forma rutinaria durante el embarazo en la mayoría de los países, por lo que hay pocos estudios sobre su asociación con la salud de la descendencia”, recalcó el autor principal, Francesco Cacciatore, especialista de la Universidad de Nápoles Federico II.

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Cuando el colesterol está elevado y supera la capacidad de las células para retirarlo, puede depositarse en la pared de las arterias, donde pone en marcha un proceso inflamatorio que conduce a la aterosclerosis (Getty Images)
Cuando el colesterol está elevado y supera la capacidad de las células para retirarlo, puede depositarse en la pared de las arterias, donde pone en marcha un proceso inflamatorio que conduce a la aterosclerosis (Getty Images)

”Si se confirma esta asociación indicaría que el colesterol alto en el embarazo debe considerarse una señal de advertencia y se debe alentar a las mujeres a hacer ejercicio y reducir su ingesta de grasas. Además, los niños afectados podrían recibir orientación nutricional y de estilo de vida para prevenir enfermedades cardíacas en el futuro”.

Cacciatore aconsejó a las mujeres embarazadas que se mantengan físicamente activas y reduzcan el consumo de comidas rápidas. Los hallazgos también abren la puerta a un programa de detección: “a las personas en riesgo se les podría recetar estatinas para reducir el colesterol o alentarlas a realizar modificaciones en su estilo de vida”, afirmó Cacciatore.

El equipo de investigadores italianos analizó las historias clínicas de 310 pacientes hospitalizados: 89 ingresados por infartos y 221 por otros motivos, que actuaron como controles. Se obtuvieron datos sobre los niveles de colesterol de la madre de cada participante durante los primeros seis meses de embarazo. 

Se descubrió que el colesterol alto estaba directamente relacionado con cuatro medidas separadas de la gravedad del ataque cardíaco, incluida la cantidad de vasos afectados, la función de bombeo del órgano y dos proteínas inflamatorias que indican daño.

“El colesterol no se mide de forma rutinaria durante el embarazo en la mayoría de los países, por lo que hay pocos estudios sobre su asociación con la salud en los hijos”, dijeron los investigadores  (Getty Images)
“El colesterol no se mide de forma rutinaria durante el embarazo en la mayoría de los países, por lo que hay pocos estudios sobre su asociación con la salud en los hijos”, dijeron los investigadores (Getty Images)

Los investigadores calcularon que el colesterol alto en el embarazo aumentaba el riesgo en un 38%. “Cuanto más alto era, peor era el ataque al corazón del niño décadas después”, dice Cacciatore.

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Los resultados se mantuvieron después de tener en cuenta otros factores influyentes como la edad, el sexo y el índice de masa corporal (IMC), la obesidad y el tabaquismo. También se tuvieron en cuenta la hipertensión arterial, los antecedentes familiares de cardiopatías, la diabetes, la angina previa y el colesterol tras la hospitalización. La edad promedio de los pacientes con infarto fue de 47 años y la mayoría (84%) eran hombres.

Un segundo análisis que incluyó a todos los participantes encontró que aquellos cuyas madres tenían colesterol alto durante el embarazo también eran propensos a la aterosclerosis. Esto fue después de ajustar por edad, sexo y factores de riesgo cardiovascular. 

Aumentar el consumo de legumbres es un hábito sencillo que ayuda a controlar el colesterol (Getty Images)
Aumentar el consumo de legumbres es un hábito sencillo que ayuda a controlar el colesterol (Getty Images)

“Comúnmente conocido como endurecimiento de las arterias, puede provocar un ataque cardíaco o un derrame cerebral al cortar el suministro de sangre al corazón o al cerebro -advirtió Cacciatore- Nuestras observaciones sugieren que el nivel de colesterol de la madre durante el embarazo afecta la programación del desarrollo de la descendencia y la gravedad del ataque al corazón en la edad adulta. Sin embargo, el estudio no establece la causalidad ni nos permite estimar cuánto colesterol materno puede contribuir a la gravedad del ataque cardíaco”.

Frente a estos interrogantes, el especialista concluyó que “se necesitan estudios prospectivos para evaluar mejor la magnitud en la que el colesterol materno puede influir en el desarrollo de la aterosclerosis en la descendencia y el efecto combinado de los factores de riesgo a lo largo de la vida”. Una siguiente etapa de la investigación que ya se encuentra en curso.

En esta investigación participaron también los investigadores Giuseppe Bruzzese, Pascual Abete, Giuseppe Ruso, Wulf Palinsky y Claudio Nápoles.

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