Este año se han registrado más de 68.800 casos de viruela del mono en el mundo. Es la primera vez que la humanidad enfrenta una emergencia de salud pública de importancia internacional por esa enfermedad causada por el virus Monkeypox. Aún no se sabe cuál es el reservorio del virus en algunas regiones de África, pero ya hay investigadores que temen que los seres humanos le estén transmitiendo el virus a otras especies de animales.
El primer caso de transmisión del virus entre humanos y perros se notificó en agosto. El galgo italiano en Francia había dormido en la misma cama con una pareja que tenía síntomas. El ADN viral del perro coincidía con el de uno de los propietarios. Ese mismo mes, el Ministerio de Sanidad de Brasil también reportó caso de un cachorro que se contagió el Monkeypox a partir de una persona.
Pero los científicos están más preocupados por un escenario en el que el virus que causa la viruela del mono se establezca en animales salvajes, como roedores, fuera de su área de distribución habitual en África Occidental y Central. Estos reservorios animales podrían transmitir el virus a las personas. “Entonces tendríamos problemas”, según declaró Malchy Okeke, de la Universidad Americana de Nigeria en Yola, en diálogo con la revista Nature. Controlar la propagación en las poblaciones de animales salvajes sería extremadamente difícil por lo que el virus sería “imposible de eliminar”.
Se sabe que el virus que causa viruela del mono infecta a más de 50 especies de mamíferos, según datos recopilados por investigadores de la Universidad de Liverpool, en el Reino Unido. Hasta ahora, las pruebas indican que los roedores y otros pequeños mamíferos de África -como las ratas de bolsa de Gambia, las ardillas de árbol, las ardillas de cuerda y las ratas de diana- se consideran que pueden adquirir el virus.
Si el virus se estableciera en una población de roedores fuera de África, podría implicar problemas, según un estudio de modelización publicado en la revista Journal of Medical Virology. El modelo, que imita la forma de propagación del virus Monkeypox, preveía un brote en una hipotética área metropolitana. Cuando el modelo tuvo en cuenta la existencia de un reservorio de ratones, predijo que la transmisión animal provocaría picos mucho más tempranos y múltiples oleadas.
Cuando se tiene en cuenta la propagación de persona a persona y de animal a humano en el proceso de transmisión, las cosas se complican mucho más, dice el modelador de enfermedades Huaiping Zhu, director del Centro Canadiense de Modelización de Enfermedades de la Universidad de York en Toronto, y autor principal del estudio. Si no se comprende cómo los animales cambian la dinámica de transmisión, los científicos tendrán dificultades para controlar la propagación del virus y prevenir futuros brotes.
Parte de la razón por la que los científicos no conocen el reservorio del virus es la falta de vigilancia activa y a largo plazo de la viruela del mono en la naturaleza, advirtió Okeke. Pero también está la falta de interés porque como el Monkeypox es endémico solo en algunos países no se ha dispuesto de fondos suficientes para hacer más investigaciones y vigilancia. Según contó a Infobae el doctor Gustavo Palacios no hubo suficientes recursos para investigar la viruela del mono, y por eso aún se desconoce cuál o cuáles pueden ser las especies de roedores, que pueden ser reservorios del virus Monkeypox.
El virólogo Marcus Blagrove, de la Universidad de Liverpool, llevó a cabo un trabajo para predecir qué especies podrían ser más susceptibles a la infección por Monkeypox. Eso ayudaría a los funcionarios a saber dónde aumentar la vigilancia. Se reunieron grandes cantidades de datos, como la estructura genética de la viruela del mono y de otros 62 poxvirus, y las características de casi 1.500 mamíferos, como su dieta, hábitat y actividades diarias.
Luego, entrenaron algoritmos de aprendizaje automático (más conocido como “machine learning”) para analizar la información y localizar posibles huéspedes de la viruela del mono. Sus resultados, que se publicaron en el servidor de preimpresión bioRxiv y no han sido revisados por pares, sugieren que entre dos y cuatro veces más especies animales podrían ser susceptibles de infectarse con el virus de las que se conocen actualmente, sobre todo roedores y primates. “Hay muchos huéspedes potenciales en todo el mundo”, incluso en África, pero también en regiones como Europa, China y Norteamérica, comentó Blagrove.
“Destacamos el zorro rojo europeo y la rata común, ya que han establecido interacciones con residuos urbanos y aguas residuales potencialmente contaminadas, lo que proporciona un mecanismo para el potencial escape”, escribieron los científicos en el trabajo. La mejor manera de evitar que el virus de la viruela del mono se extienda a más animales, y posiblemente establezca un reservorio fuera de África, sostuvo Stephanie Seifert, ecologista viral de la Universidad Estatal de Washington, es detener la propagación entre humanos, y la mejor manera de hacerlo es aumentar la distribución de vacunas.
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