La poliomielitis, o comúnmente llamada polio, es una enfermedad altamente contagiosa ocasionada por el virus de la poliomielitis. La gran mayoría de las infecciones por poliovirus no producen síntomas, pero de 5 a 10 de cada 100 personas infectadas con este virus pueden presentar algunos síntomas similares a los de la gripe.
Lo grave reside en que en 1 de cada 200 casos el virus destruye partes del sistema nervioso, ocasionando la parálisis permanente en piernas o brazos. Aunque es muy raro, el virus puede atacar las partes del cerebro que ayudan a respirar, lo que puede causar la muerte.
Hace 30 años el virus paralizaba a 1000 niños cada día en 125 países donde la enfermedad estaba descontrolada, incluida la Argentina y varios países de la región. “La poliomielitis es una enfermedad viral que afecta principalmente a niños/niñas, con más susceptibilidad en menores de 5 años. Se transmite de persona a persona, a través de las heces de un individuo infectado, también alimentos y agua contaminados, ya que se replica en el intestino. También se ha descrito la transmisión a partir de secreciones respiratorias. La misma también puede invadir el sistema nervioso y causar parálisis (flácida ascendente)”, explicó a Infobae la doctora Micaela Sogga, médica infectóloga de Stamboulian Servicios de Salud.
En el mundo, la incidencia de los casos se redujo en más del 99% desde el lanzamiento de la Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Poliomielitis en el año 1988 por parte de la OMS. En Argentina, hace casi 40 años que no se registran casos (el último fue en 1984), en la Región de las Américas fue en 1991, en Perú. Pero la amenaza de esta terrible enfermedad continúa.
A pesar de los esfuerzos para su erradicación, al momento, en algunos países de Asia, como Pakistán o Afganistán sigue habiendo niños con parálisis permanente debida a este virus. Y niños enfermos ya se han reportado este año en Israel y Mozambique. Por su riesgo de importación, el principal factor de riesgo para que los niños menores de 5 años de edad adquieran esta enfermedad, son las bajas coberturas de vacunación, que se sucedieron en los últimos dos años debido a la pandemia por COVID-19.
“A partir de junio de 2020, Argentina incorporó a su Calendario Nacional de Vacunación la vacuna inactivada Salk (IPV), reemplazando a la Sabin, que es por virus atenuado. Este esquema es de cuatro dosis: a los 2 meses, a los 4 meses, a los 6 meses y un único refuerzo al ingreso escolar. Cabe destacar que mientras existan casos en algún lugar del planeta, todos los países estamos en riesgo. Es por eso que resulta fundamental trabajar en alcanzar coberturas del 95% para polio y los indicadores de vigilancia de parálisis aguda flácida en menores de 15 años”, destacó la doctora Sogga.
“Lo primero que hay que aclarar es que la poliomielitis no es una enfermedad erradicada. La única enfermedad erradicada es la viruela en los años 80. La poliomielitis es una enfermedad eliminada de las Américas por declaración de la OMS en 1994. Esto quiere decir que no hay casos oficiales, pero persiste el riesgo de que se generen en la actualidad por la importación de casos de poliomielitis salvaje en Afganistán, Pakistán y el caso de Israel”, explicó a Infobae la doctora Silvia González Ayala, especialista en enfermedades infecciosas y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
“Este último fue un caso de poliomielitis derivado de la vacuna Sabin. La poliomielitis se divide desde hace varias décadas en poliomielitis por virus salvaje, por virus vacunales Sabin y por virus derivados vacunales Sabin que producen epidemias comunitarias como las que se observan en África. Nosotros tenemos un riesgo moderado alto de introducción de la poliomielitis por qué las coberturas de vacunación son bajas para una enfermedad eliminada como poliomielitis, el sarampión y la rubéola. Se necesitan coberturas iguales o mayores a 95% por ciento, por eso el riesgo real y estamos hablando de una enfermedad gravísima de la que acuerdan los bisabuelos más qué nosotros”, completó la experta.
En 1942 y en 1956 Argentina transitó dos brotes de poliomelitis que afectaron a unas 6.500 personas y generó preocupación en el sistema de salud nacional, además de causar muertes y discapacidades que marcaron una época. En los años posteriores, el mundo contabilizó 350.000 casos en 125 países y la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó en 1988 el programa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis.
Una de la consecuencias de la actual pandemia por COVID-19 fue la baja en la vacunación de la población respecto a otras enfermedades y la aparición de estas en forma aislada en algunos países del mundo. El mes pasado, Mozambique identificó su primer caso de poliomielitis salvaje en 30 años, el caso fue confirmado luego de la secuenciación genética de una cepa similar de la enfermedad infantil en Malawi a principios de este año. El doctor Matshidiso Moeti, director regional para África de la Organización Mundial de la Salud, dijo que la detección del nuevo caso era “muy preocupante” y que demostraba “cuán peligroso es este virus y cuán rápido puede propagarse”.
África fue declarada libre de poliomielitis salvaje autóctona en 2020, y el último caso no afectará esa certificación, ya que parece ser una cepa importada, dijo la OMS. Con la erradicación de la poliomielitis como uno de los grandes éxitos de la salud mundial, el poliovirus salvaje ahora es endémico solo en Afganistán y Pakistán. Y en abril, Israel confirmó su primer caso de polio desde 1989, al ser detectada en un niño de 4 años, residente de Jerusalén, que no estaba vacunado. “Parece haber sido infectado con una cepa que ha sufrido mutación y podría causar enfermedad en quienes no están vacunados”, afirmaron, por lo cual desde el Ministerio de Salud local.
A la luz de las últimas notificaciones de casos en diferentes países del mundo, en un comunicado, la OPS alertó de que la tasa de vacunación contra la poliomelitis, enfermedad causada por el virus de la polio, fue del 82 % en 2020, la más baja desde 1994, cuando se certificó que el continente americano estaba libre de la infección. Según la organización, la polio puede regresar a América si las coberturas de vacunación no son superiores al 95 % en cada municipio y comunidad. “La situación es preocupante en el mundo, en la región y en el país”. Consultado por Infobae, el médico infectólogo Pablo Bonvehí (MN 62648) señaló que “en la región hay países de muy alto riesgo de tener casos importados de polio salvaje o de polio derivado de la vacuna, que son Perú, Venezuela, Haití y República Dominicana”.
Según explicó el especialista miembro de la Comisión de Vacunas y ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (Sadi), “hay un grupo de países que son de alto riesgo por distintos indicadores que se tienen en cuenta para evaluar la situación epidemiológica, entre los que está Brasil, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Panamá y Argentina”. Finalmente, “están los de riesgo medio, que son Colombia y Uruguay y por último los de bajo riesgo, entre los que está Chile, EEUU, Canadá, México y Cuba”.
Preocupación en Gran Bretaña
Esta semana, funcionarios de salud de Gran Bretaña recomendaron a los padres de familia asegurarse que sus hijos estén vacunados contra la poliomielitis después de que en los últimos meses se encontró el virus que causa la enfermedad en aguas residuales de Londres.
La Agencia de Seguridad Sanitaria de Gran Bretaña dijo que cree que el virus se “derivaba de vacunas”, lo que significa que provino de alguien que recibió una vacuna de virus vivo atenuado en el extranjero, como se dan actualmente en Pakistán por ejemplo por razones de practicidad y logística. Esa persona habría pasado el virus a contactos cercanos en Londres, quienes lo desecharon en las heces. Las autoridades subrayaron que el riesgo al público es “sumamente bajo”. Dijeron también que el virus únicamente ha sido detectado en muestras de aguas residuales, y no se han reportado casos de parálisis. De todas formas, le pidieron a los habitantes que revisen si sus hijos cuentan con los esquemas de vacunación completos y contacten a su médico en caso de no estar seguros.
“La mayor parte de la población de Gran Bretaña estará protegida por la vacunación durante la infancia, pero en algunas comunidades con bajas tasas de vacunación, hay individuos que podrían estar en riesgo”, dijo la doctora Vanessa Saliba, epidemióloga de la agencia de salud. “El virus de polio derivado de vacunas tiene la posibilidad de propagarse, en particular en comunidades donde la vacunación es más baja”, afirmó.
Campaña nacional
A partir del 1° de octubre y hasta el 13 de noviembre el Ministerio de Salud de la Nación llevará adelante la campaña nacional de vacunación contra sarampión, rubéola, paperas y poliomielitis en niñas y niños de uno a cuatro años para mantener la eliminación lograda en el país de sarampión, rubéola, síndrome de rubéola congénita, poliomielitis y controlar la parotiditis.
La finalidad de esta campaña es alcanzar una cobertura del 95% o más de la población objetivo con la aplicación de dosis adicionales al esquema nacional de la vacuna triple viral (SRP) y de la vacuna inactivada antipoliomielítica (IPV) en todo el país.
Es por eso que los servicios de salud públicos y privados deberán garantizar la vacunación contra sarampión, rubéola, paperas y poliomielitis en forma gratuita y obligatoria a toda la población objetivo, independientemente del antecedente de haber recibido estas vacunas con anterioridad o haber padecido las enfermedades. Para cumplir con este propósito, el Ministerio de Salud de la Nación proveerá de vacunas, material descartable y carnets.
“Este año se cumplen 20 años de que los países de las Américas decidimos en conjunto trabajar para evitar la reintroducción de la polio y el sarampión y eso se hace a través de las vacunas. Es lo que estamos haciendo hoy, con un calendario que tiene 20 vacunas, por eso, en la Semana de la Vacunación de las Américas son 20 años, 20 vacunas”, explicó el subsecretario de Estrategias Sanitarias, Juan Manuel Castelli, en el marco de la Semana de Vacunación de las Américas, que se celebró a fines de abril.
Siglos atrás, la polio era llamada la “debilidad de las extremidades inferiores”. En 1840 había sido descripta en Alemania por Heiden y cincuenta años después por Medin, en Suecia. Luego de varias epidemias en distintos puntos del globo, había empezado a propagarse, en forma preocupante, a principios del 1900. Tal como la define la Organización Mundial de la Salud, es una enfermedad muy contagiosa, transmitida por un virus que afecta principalmente a niños. El contagio se realiza de persona a persona; el virus puede estar presente en la materia fecal, en el agua o en alimentos. Luego de alojarse en el intestino, ataca al sistema nervioso, pudiendo causar la muerte, parálisis o dejar otro tipo de secuelas motrices.
A finales de febrero, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) pidió a los estados que componen el organismo que impulsen la vacunación contra esta enfermedad que fue declarada como eliminada en las Américas desde 1994.
Según explicaron, la poliomielitis se convirtió en una “amenaza real” por la caída en las coberturas de vacunación como consecuencia de la pandemia de COVID-19. “No podemos retroceder. Evitar casos de polio depende de tener una población infantil altamente vacunada y una fuerte vigilancia de la enfermedad”, dijo Andrés de Francisco, director de Familia y Promoción de la Salud de la OPS, al señalar que la tasa de vacunación en 2020 fue del 82%, la más baja desde 1994. “Si las coberturas de vacunación no son superiores al 95%, la polio puede volver”, alertó.
En ese tono, aseguró que la pandemia provocó que “las tasas de vacunación siguieran disminuyendo”, por lo que citó el ejemplo de Malaui (África Oriental), donde se declaró un brote de poliovirus salvaje de tipo 1. El último caso se había registrado en 1992, siendo que en 2020 África fue declarada libre de polio. “El reciente caso de poliovirus salvaje en África es un recordatorio de que cuando el virus sigue circulando, los niños de todo el mundo están en riesgo”, advirtió el funcionario de la OPS al recordar que en Pakistán y Afganistán esta patología aún es endémica.
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