BioNTech logró reconocimiento mundial por su vacuna de ARNm contra COVID-19 desarrollada junto a su socio Pfizer, pero una parte importante de la cartera de productos de la compañía se centra en la terapia contra el cáncer.
En la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO) este fin de semana, la compañía y el doctor Vinod Balachandran, del Centro de Cáncer Memorial Sloan Kettering en Nueva York, presentaron datos preliminares de Fase I de una nueva vacuna experimental (BNT122) contra el cáncer de páncreas.
El ensayo de fase I lo está llevando junto a su socio Genentech que pertenece al gigante Roche. Concretamente, están estudiando el autogen cevumeran (BNT122) de inmunoterapia específica de neoantígeno individualizada basada en ARNm (iNeST) en combinación con Tecentriq de Genentech (atezolizumab), un inhibidor del punto de control inmunitario anti-PD-L1 y quimioterapia. Los pacientes en el estudio han logrado resecar su adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC). Es decir, la inyección funcionó para impulsar la respuesta inmune para algunos participantes.
“A diferencia de otras inmunoterapias, estas vacunas de ARNm parecen tener la capacidad de estimular las respuestas inmunitarias en pacientes con cáncer de páncreas. Estoy muy entusiasmado con el desarrollo. Los primeros resultados sugieren que si tiene una respuesta inmune, puede tener un mejor resultado”, explicó Balachandran. El ensayo se produjo después de que los investigadores descubrieran que los pacientes con cáncer de páncreas que sobreviven a largo plazo después de la cirugía tenían una gran cantidad de células inmunitarias que trabajan para ayudar a combatir el cáncer.
Los investigadores reclutaron a 19 pacientes que se sometieron a cirugía para extirpar el cáncer y enviaron muestras de tumores a BioNTech en Alemania. Allí, el equipo pudo formular una vacuna individualizada para cada paciente que luego se administró por vía intravenosa, y los pacientes también recibieron tratamiento con inmunoterapia. Las vacunas funcionan mediante el uso de un código genético del tumor que enseña a las células del cuerpo a crear una proteína para desencadenar una respuesta inmunitaria; una tecnología que ya se ha utilizado en la vacuna Covid de Pfizer.
Los primeros datos demostraron un perfil de seguridad favorable e indicaciones alentadoras de actividad clínica. Es por eso que hoy BNT122 se está desarrollando en múltiples indicaciones de tumores sólidos. Los datos presentados en la reunión de los 19 pacientes que se sometieron a cirugía, indican que recibieron la droga atezolizumab. De ellos, 16 recibieron BNT122 9,4 semanas después de la cirugía. La terapia fue bien tolerada, y solo uno desarrolló fiebre e hipertensión de Grado 3 relacionadas con la vacuna. La terapia indujo una respuesta de células T específica de neoantígeno de novo en la mitad de los pacientes a partir de niveles previamente indetectables. Y en una mediana de seguimiento temprana a los 18 meses, los pacientes con la respuesta inmunitaria de novo mostraron una supervivencia sin recurrencia (SSR) significativamente más larga en comparación con los pacientes sin respuestas inmunitarias inducidas por la vacuna.
“Con solo menos del 5 % de los pacientes que responden a las opciones de tratamiento actuales, el PDAC es uno de los cánceres con mayor necesidad médica no cubierta”, afirmó el doctor Özlem Türeci, MD, cofundador y director médico de BioNTech. “Estamos comprometidos a asumir este desafío aprovechando nuestra investigación de larga data en vacunología del cáncer y estamos tratando de abrir nuevos caminos en el tratamiento de tumores tan difíciles de tratar. Los resultados de este estudio de fase I son alentadores. Esperamos seguir evaluando estos primeros resultados en un estudio aleatorizado más amplio”, agregó.
Las inmunoterapias iNeST son tratamientos individualizados contra el cáncer que se enfocan en el tumor único del paciente. Contienen ARNm farmacológicamente optimizado sin modificar que codifica hasta 20 neoantígenos específicos de pacientes que se identifican a través de la secuenciación de próxima generación en tiempo real y el descubrimiento bioinformático de neoantígenos. Los neoantígenos son proteínas producidas por células cancerosas que son diferentes de las proteínas fabricadas por células sanas. Luego, el ARNm se inserta en la formulación de administración de lipoplex de ARN intravenoso patentada por la compañía.
Aunque el ensayo fue pequeño, el Chris MacDonald, jefe de investigación de Pancreatic Cancer UK, dijo que era “realmente emocionante ver este progreso en un cáncer tan desatendido durante tanto tiempo”. Y agregó que la vacuna podría ser una “nueva arma vital contra el cáncer común más letal”.
En abril, BioNTech presentó datos en la conferencia de la Asociación Estadounidense de Investigación del Cáncer (AACR) de 2022 que describe otra de sus terapias experimentales contra el cáncer, BNT211. Es una terapia de células CAR-T para pacientes con tumores sólidos avanzados. BNT211 tiene una combinación de dos productos farmacéuticos: una terapia autóloga de células CAR-T dirigida al antígeno oncofetal Claudin-6 (CLDN6) y una vacuna de ARN amplificador de células CAR-T codificante de CLDN6 (CARVac) que utiliza la tecnología mRNA-lipoplex de la compañía. Los datos presentados fueron de 16 pacientes que recibieron la terapia, algunos solo con CLDN6 CAR-T y otros combinados con CARVac.
En ese estudio, las indicaciones incluyeron cáncer de testículo, cáncer de ovario, cáncer de endometrio, cáncer de las trompas de Falopio, sarcoma y cáncer gástrico. Ambos grupos demostraron que la terapia fue bien tolerada y mostró una actividad clínica alentadora. Hubo algunos efectos secundarios, como el síndrome de liberación de citoquinas, que fue manejable, y leves indicaciones de toxicidad pancreática. Türeci, en ese momento, dijo: “Ver los primeros efectos antitumorales incluso con la dosis más baja de células CAR-T en esta población de pacientes muy pretratados es realmente notable y apunta al potencial de nuestro diseño CAR y nuestro enfoque CARVac”.
La tecnología de ARNm, que ha sido tan eficaz como vacuna contra la COVID-19, no ha sido probada en gran medida en ninguna otra indicación, como el cáncer, aunque se ha aclamado en la última década por tener un gran potencial. Los esfuerzos de BioNTech hasta ahora son una buena prueba de concepto para el enfoque tecnológico del cáncer. BioNTech también tiene programas para enfermedades infecciosas fuera de COVID-19, que incluyen herpes zóster, malaria, tuberculosis, HSV y VIH. Tiene al menos cinco programas de cáncer en Fase II y alrededor de una docena en Fase I para cáncer de páncreas, cáncer de pulmón de células no pequeñas, cáncer colorrectal, melanoma, cáncer de cabeza y cuello HPV16+, cáncer de próstata y otros tumores sólidos.
Moderna, el otro competidor principal en terapias de ARNm, también está desarrollando terapias de ARNm para trastornos autoinmunes y cáncer, incluida una vacuna personalizada contra el cáncer (mRNA-4157), una vacuna KRAS (mRNA-5671), una vacuna de punto de control (mRNA-4359) y otros tratamientos contra el cáncer, así como un amplio programa de enfermedades infecciosas.
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