Argentina ya está transitando su cuarta ola de coronavirus, según lo afirmó la ministra de Salud Carla Vizzotti. Oficialmente, en la última semana, del 8 al 15 de mayo, se 33.989 contagios, el doble de los casos de los primeros siete días de mayo: 17.646. Eso da aproximadamente 5000 casos diarios. Y en los últimos 14 días, los casos de personas con COVID-19 en la Argentina aumentaron el 182%.
Ante este panorama es necesario repasar 5 conceptos claves para enfrentar a una enfermedad que en la mayoría de los casos suele ser leve o asintomática, pero que en pocos casos puede llegar a complicarse, más teniendo en cuenta si hay factores de riesgo previos en el paciente que pueden agravar la situación.
1-Cómo actúa hoy el coronavirus
Todos los casos actuales en el mundo son causados por la variante Ómicron y, en varios países como la Argentina o Estados Unidos, predomina un linaje de esta variante conocido como BA.2. La buena noticia es que “Ómicron tiene menos probabilidad que Delta de causar una enfermedad grave”, afirmó Timothy Brewer, profesor de medicina y epidemiología en la Universidad de California, en Los Ángeles. Ómicron también tiende a causar síntomas un poco antes que Delta, alrededor de dos o tres días después de la infección en lugar de cuatro o cinco.
La gama de posibles síntomas es amplia pero se centra en el sistema respiratorio superior. Debido a que BA.2 se replica más en las vías respiratorias por encima de los pulmones en lugar de más profundamente dentro de esos órganos, los médicos están viendo menos inflamación en el pecho y los pulmones y más dolores de garganta y congestión. El dolor, la tos, la dificultad para respirar y la fiebre también son síntomas comunes en quienes hoy se enferman de COVID.
2-A testearse
Entre 48 y 72 horas después de una posible exposición al COVID o al primer signo de cualquier síntoma, las personas deben hacerse una prueba rápida de antígeno o PCR. Aquí, el COVID puede parecerse mucho a un resfriado, influenza o alergias, pero los tratamientos para cada uno son diferentes. Por eso, es clave hacerse una prueba anticovid, ya sea casera o en un centro médico o de testeo. Las pruebas de PCR son más sensibles que las rápidas de antígenos que se suelen hacer en casa, que igualmente suelen ser suficientes, dicen los expertos.
Si la primera prueba es negativa, las personas deben esperar dos días (comportándose con cautela mientras tanto) y tomar otra. Si es COVID, la carga viral aumentará en ese tiempo. “Nada en la vida es perfecto, ni tampoco lo son las pruebas rápidas de antígenos, pero son bastante buenas para detectar niveles contagiosos de virus”, afirma Lucy McBride, médica de atención primaria en ejercicio en Washington, DC.
Cuando las personas dan positivo, es una buena idea que llamen a un médico de atención primaria si tienen uno. Los médicos pueden brindar orientación sobre el tratamiento y actualizar las historias clínicas. También informarán el resultado a las autoridades de salud pública para que se incluya en el recuento de casos. Como mínimo, las personas deben rastrear la fecha en que comenzaron los síntomas y la fecha de una prueba positiva.
3-A cuidarse en casa
La mayoría de las personas que contraen COVID estarán bien en casa. “Si estás vacunado y reforzado y en general saludable, a la gente le va muy bien”, dice McBride. Los medicamentos de venta libre no tratarán la COVID directamente, pero pueden ayudar a controlar los síntomas. Los médicos recomiendan paracetamol o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos como ibuprofeno para bajar la fiebre y aliviar el dolor, que solo están destinados a tomarse por períodos cortos porque tienen más efectos secundarios que el paracetamol y no son seguros para todos.
Todos los medicamentos de venta libre deben tomarse según sea necesario y no más allá de las instrucciones de dosificación recomendadas. “La dosis y la frecuencia realmente dependen de las condiciones de salud subyacentes del paciente y deben discutirse con el médico de la persona”, dice McBride. Descansar lo suficiente es fundamental, al igual que beber suficientes líquidos, lo que previene la deshidratación y reduce la tos. Los remedios clásicos como el té caliente con miel también alivian el dolor de garganta y la tos.
4-Hora de aislarse
Incluso si las personas se sienten levemente enfermas, deben aislarse durante al menos 5 días. Eso significa comer y dormir solo y no compartir el baño. Si ese nivel de aislamiento no es posible, los expertos dicen que se centre en la ventilación (abrir las ventanas cuando sea posible) y el uso cuidadoso y constante de máscaras por parte de todos en el hogar. Las máscaras N95 y KN95 son las más protectoras y es importante que se ajusten bien. “Intente minimizar el tiempo que pasan juntos y maximizar la distancia física. La transmisión es una función del tiempo, la proximidad, la carga viral y los factores atenuantes. Lavarse las manos regularmente también es clave”, apunta la doctora Brewer.
5-Cuando preocuparse
Los médicos dicen que su mayor preocupación de que la enfermedad se esté volviendo grave ocurre cuando un paciente tiene problemas para respirar. Si las personas se quedan sin aliento fácilmente mientras se mueven por la casa, deben llamar a un médico. Un oxímetro de pulso, disponible en la mayoría de las principales farmacias, puede ser una forma útil y no invasiva de evaluar los niveles de oxígeno en la sangre (es como una pinza de ropa de alta tecnología que se sujeta a la yema del dedo), pero el dispositivo no es necesario.
“Una recomendación es que se puedan medir la saturación del oxígeno con un oxímetro, que es fácil de medir y evaluar. Se pone en el dedo medio de la mano, y entonces evaluar si esa saturación de oxígeno con valores normales de 97 para arriba se mantiene o empieza a descender. En ese caso debe consultar con su médico”, explicó a Infobae la doctora Mirna Biglione, investigadora en el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA, que depende la Universidad de Buenos Aires y el CONICET, y miembro de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica.
“Por otro lado encontramos casos de personas que les parece que están asintomáticas y que no sienten la falta de aire. Si uno hace una tomografía se puede encontrar infiltrado pulmonar. Se lo llama disnea dulce y es la disociación entre los síntomas y el cuadro clínico que se ve por imagen. El oxímetro es clave porque nos dice la saturación de oxigeno que tiene el paciente”, agrega la especialista.
Otro signo a tener en cuenta es la fiebre. “Si la persona empieza a sentirse afiebrada o ya sabe que tiene fiebre, tiene que medirse para observar si aumenta a niveles altos. La temperatura se considera alta si es superior a 38 °C cuando se mide con el termómetro en la boca”, explica la investigadora. Otros síntomas preocupantes que deberían enviar a alguien a urgencias o a la sala de emergencias son dolor en el pecho, labios azules, fiebre incesante o “incapacidad para ingerir líquidos y obtener suficiente comida y agua”, dice Rasika Karnik, directora médica de post-COVID en el Centro Médico de la Universidad de Chicago.
Si alguien se siente lo suficientemente bien y no ha tenido fiebre sin medicamentos durante al menos 24 horas, por lo general es seguro retomar la rutina diaria después de 5 días de aislamiento. Pero los CDC recomiendan usar barbijo durante otros 5 días. Idealmente, las personas deberían volver a realizar la prueba en casa a partir de los 5 días posteriores a la primera prueba positiva hasta que obtengan una negativa. En total, esto podría tomar 10 días o más.
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