
Con la pandemia por coronavirus instalada hace más de dos años, los estudios científicos no cesan a medida que también las infecciones crecen en varios puntos del planeta.
Una nueva investigación en menores demostró que son la población que menos riesgo de reinfección tiene una vez que transitaron la enfermedad COVID-19. Y comprobó que las reinfecciones no se asociaron con una enfermedad más grave o resultados fatales.
Según científicos británicos que llevaron adelante una investigación financiada por la Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido, las reinfecciones por SARS-CoV-2 son raras en los niños, especialmente en los más pequeños, y ocurrieron principalmente durante la ola Delta en Inglaterra.

“Las reinfecciones no se asociaron con una enfermedad más grave o resultados fatales en los niños. La vacunación contra la COVID-19 proporciona una mayor protección contra las infecciones primarias y las reinfecciones en esta población. Además las mismas no se asociaron con enfermedad grave en términos de hospitalización o ingreso en cuidados intensivos y no hubo muertes dentro de los 28 días posteriores al episodio de reinfección en niños”, sostuvieron las doctoras Anna A Mensah y Helen Campbell en la investigación publicada en The Lancet.
Las autoras del estudio afirmaron que los niños viven con familias o tutores y su asistencia a la escuela y participación en sociedad son cruciales para su desarrollo. Es importante tener en cuenta los efectos indirectos de la pandemia en los niños, incluido el impacto de la COVID-19 en los miembros de la familia, la escolarización y la salud mental. “Por lo tanto, comprender el riesgo de reinfección en los niños es primordial, incluido el hallazgo del estudio de que la tasa de reinfección fue más baja en aquellos que aún no pueden acceder a una vacuna en la mayoría de los países”, agregaron.
En niños de 16 años y menores, se identificaron 688 418 infecciones primarias y 2343 reinfecciones. La tasa general de reinfección fue de 66,88 por 100 000 habitantes, más alta en adultos (72,53 por 100 000) que en niños (21,53 por 100 000). La tasa de reinfección después de la infección primaria fue de 0,68% en general, 0,73% en adultos en comparación con 0,18% en niños menores de 5 años, 0,24% en niños de 5 a 11 años y 0,49% en los de 12 a 16 años. De los 109 niños ingresados en el hospital con reinfección, 78 (72%) tenían comorbilidades.

La metodología utilizada en el estudio establece un marco para revisar el efecto de las vacunas sobre la reinfección por grupos de edad, señalando que países como Australia, Canadá y EEUU han iniciado un programa de vacunación con ARNm en niños de 5 a 11 años, al igual que el Reino Unido según el consejo del Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI) el 16 de febrero de 2022.
El hallazgo del estudio de que la reinfección podría no haber sido el motivo de la hospitalización (es decir, los pacientes podrían haber ingresado en el hospital con COVID-19, no a causa de la COVID-19) no es inesperado. El historial médico de los casos de readmisión pediátrica requiere una revisión detallada de las comorbilidades subyacentes y los diagnósticos finales de la CIE-10.
“Sin embargo, los síntomas graves de COVID-19 son más comunes en personas con antecedentes médicos; en el estudio, los cuatro niños que habían ingresado en una unidad de cuidados intensivos (UCI) después de la reinfección también requirieron cuidados intensivos durante su infección primaria. Los cuatro niños tenían comorbilidades multisistémicas múltiples y graves y los autores no pudieron determinar la contribución de la infección por SARS-CoV-2 a la enfermedad que finalmente condujo al ingreso en la UCI”, puntualizaron las especialistas.

Un hallazgo clave del estudio de Mensah y sus colegas es que la reinfección con SARS-CoV-2 no se asoció con casos pediátricos fatales. Un área potencial para futuras investigaciones es el papel que podría desempeñar la prueba rápida de antígenos en la identificación de casos de reinfección, especialmente porque muchos países han introducido pruebas de detección de rutina (p. ej., en las escuelas). Muchos de estos casos de reinfección serán asintomáticos, por lo que será importante monitorear su papel en la transmisión a nivel del hogar, la escuela y la comunidad, particularmente si surgen nuevas variantes de preocupación.
Por último, será importante investigar el papel que tendrán las reinfecciones múltiples en el sistema inmunitario de las personas vacunadas, con un enfoque particular en el desarrollo de la memoria inmunitaria de las células B y las células T.
“La interacción entre la infección y la vacuna será crucial a lo largo de 2022 y 2023 y, con suerte, optimizará la protección a lo largo del curso de la vida y minimizará el riesgo de reinfección (particularmente la asociada con una enfermedad grave), ingreso hospitalario, cuidados intensivos y muerte”, concluyeron las expertas.
SEGUIR LEYENDO:
Últimas Noticias
La pérdida de hielo del Ártico alcanza niveles sin precedentes: cómo impacta en la población de otras regiones
La capa congelada en el Polo Norte tuvo su nivel más bajo de acumulación invernal desde que es medido en casi medio siglo. Además, entre 2022 y 2024, se produjo la mayor pérdida trienal de masa glaciar registrada hasta la fecha

Los científicos descubrieron por qué los caballos superan a los humanos en resistencia y potencia física
Los investigadores encontraron un proceso biológico inusual que optimiza el rendimiento físico y protege los tejidos del estrés celular

La historia del “hombre sin memoria” que se transformó en un hito de la neurociencia
El caso de Henry Molaison abrió un nuevo capítulo en la comprensión del cerebro gracias a una investigación pionera. National Geographic destacó el papel clave de la neuropsicóloga Brenda Milner

Luna llena Rosa: cuándo es y por qué se llama así
Este fenómeno es uno de las más esperadas del año, pero su tonalidad no será la que su nombre promete, sino un reflejo de la tradición y las estaciones del hemisferio norte

Se aprobó en Argentina el primer fármaco biológico para el tratamiento de la EPOC
El dupilumab está dirigido a esta enfermedad no controlada y ofrece una nueva opción terapéutica para pacientes que no responden a tratamientos convencionales. Los detalles
