Los estudios científicos para saber más del COVID persistente o prolongado no se detienen, a medida que más personas que transitaron la enfermedad, continúan semanas y hasta meses después con síntomas que no se van.
Este Long COVID puede tener como efecto potencialmente duradero una enfermedad de las vías respiratorias pequeñas independientemente de la gravedad inicial de la infección con SARS-CoV-2. Una investigación que publica la revista Radiology y firma la Universidad de Iowa (EEUU) estudió este atrapamiento del aire en los pulmones entre pacientes recuperados de la COVID, pero que sufrían efectos de forma persistente.
“Está ocurriendo alguna enfermedad en las vías respiratorias pequeñas independientemente de la gravedad de la COVID-19″, dijo el autor principal del estudio, el doctor Alejandro P. Comellas, profesor de medicina interna y docente de la División de Medicina Pulmonar y de Cuidados Críticos del Carver College de Medicina, Universidad de Iowa. El estudio surgió de las observaciones de médicos de la Universidad de Iowa a partir de que muchos pacientes con infección inicial por SARS-CoV-2 que fueron hospitalizados o tratados en un entorno ambulatorio, luego mostraron signos de enfermedad pulmonar crónica, como dificultad para respirar y otros síntomas respiratorios.
El director del estudio señaló que aún tienen que realizar investigaciones para establecer si se trata de un efecto transitorio o permanente. Diversos informes indican que más de la mitad de los adultos que superan el SARS-CoV-2 experimenta COVID persistente y, de ellos, el 30 % presenta síntomas respiratorios como tos y disnea. El equipo comparó los resultados de diversas pruebas médicas entre un grupo de 100 pacientes con COVID persistente y 106 personas sanas. Las personas que habían superado la COVID tenían una edad media de 48 años y, de ellas, 67 no necesitaron hospitalización, 17 sí y 16 pasaron por la UCI.
Comellas y sus colegas implementaron un protocolo para realizar TC inspiratorias y espiratorias en estos pacientes. La tomografía computarizada inspiratoria, realizada después de que los pacientes inhalan, es la técnica de imagen estándar para ver el tejido pulmonar, pero se necesitan exploraciones espiratorias posteriores a la exhalación para evaluar el atrapamiento de aire, una condición en la que las personas no pueden vaciar los pulmones cuando exhalan. El atrapamiento de aire se encuentra en muchas enfermedades obstructivas de las vías respiratorias, como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). En el grupo de pacientes que habían tenido COVID-19 el porcentaje medio del pulmón total afectado por el atrapamiento de aire oscilaba entre algo más del 25 % en el grupo ambulatorio y casi el 35 % en el grupo hospitalizado, en comparación con solo el 7,2 % en las personas sanas.
El atrapamiento de aire persistía en ocho de los nueve participantes que se sometieron a la obtención de imágenes más de 200 días después del diagnóstico. El análisis de las pruebas con ayuda de un tipo de inteligencia artificial conocido como aprendizaje automático supervisado, mostró indicios de enfermedad de las vías respiratorias pequeñas. Aunque esta enfermedad no se conoce el todo, los datos sugieren que puede estar relacionada con la inflamación o la remodelación de las vías respiratorias pequeñas que impiden que el aire pueda ser exhalado de los pulmones.
El análisis cuantitativo de las imágenes de tomografía computarizada del tórax espiratorio, realizado con la ayuda de un tipo sofisticado de inteligencia artificial conocido como aprendizaje automático supervisado, mostró evidencia de enfermedad de las vías respiratorias pequeñas. Si bien la enfermedad de las vías respiratorias pequeñas no se comprende por completo, la evidencia sugiere que puede estar relacionada con la inflamación o la remodelación de las vías respiratorias pequeñas que impiden que el aire sea exhalado desde los pulmones.
“Por primera vez, estamos describiendo la enfermedad de las vías respiratorias pequeñas en esta población de pacientes con covid-19 con síntomas persistentes”, dijo Comellas. El científico destacó que “algo está ocurriendo en las vías respiratorias distales relacionado con la inflamación o la fibrosis que nos está dando una señal de atrapamiento de aire”.
El equipo quiere continuar el seguimiento de los pacientes en el estudio para ver cuántos mejoran, se recuperan o persisten con el problema. Si una parte de ellos sigue teniendo la enfermedad de las vías respiratorias pequeñas, “entonces tenemos que pensar en los mecanismos que hay detrás”, agregó Comellas. Podría ser, consideró, algo relacionado con la inflamación, que es reversible, o con una cicatriz, que es irreversible, y entonces “tenemos que buscar formas de prevenir una mayor progresión de la enfermedad”.
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