Mientras el mundo se sumerge día tras día en las noticias de la invasión de Rusia a Ucrania, el coronavirus vuelve a tomar una impronta en los principales diarios del mundo, que el confrontamiento militar había dejado atrás.
Los registros de varios países europeos y de China muestran que las infecciones por COVID-19 volvieron a escalar para convertirse en una nueva ola que genera preocupación a las autoridades sanitarias.
La variante Ómicron y la subvariante BA-2 de esta misma son las responsables de los contagios masivos. Por ejemplo, entre el 2 y el 10 de marzo los contagios diarios de coronavirus en Alemania subieron un 19 %, en Italia un 17,7 % y en Austria un 25,3 %. Las cifras han crecido tanto en Alemania que motivaron a que el ministro de Salud de ese país, Karl Lauterbach, calificara abiertamente la situación como “crítica”.
El prestigioso médico cardíologo y voz referente del coronavirus durante la pandemia, el doctor Eric Topol tuiteó un cuadro donde se observa el incremento de las infecciones en Europa, con Alemania que se destaca como el país con más casos nuevos diarios actualmente. Esto es debido a la subvariante Ómicron BA.2, que en Alemania ya representa el 50 % de los contagios nuevos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), debe vigilarse como un sublinaje distinto al original de Ómicron, pues hay indicios de que es más transmisible. Además, se está estudiando qué tan probable es que logre reinfectar a personas que ya se contagiaron con Ómicron. Pese a todo, Alemania mantiene en firme su plan de quitar el grueso de sus medidas de bioseguridad. Desde el 4 de marzo, en el país se volvieron a permitir eventos de hasta 25.000 personas y los no vacunados pueden entrar a lugares como bares y discotecas si tienen pruebas COVID negativas.
En Austria, mientras tanto, se echó para atrás la vacunación anticovid obligatoria, una decisión que se había implementado desde el 1 de febrero pasado. La cancelación de la medida durará unos tres meses. Los europeos aún no cierran la puerta a que vuelvan nuevas restricciones. De hecho, el ministro Lauterbach aseguró que el gobierno alemán podría volver a aplicar restricciones en lugares específicos donde se registren aumentos de contagios.
En Asia, mientras tanto, la pandemia sigue sin ser controlada. Recientemente China tuvo que confinar a nueve millones de personas para mitigar el riesgo epidemiológico, y Hong Kong está reportando más de 200 muertos diarios, una de las cifras más altas del mundo por millón de habitantes, pues tiene unos 7,4 millones de personas.
China vive su peor brote de coronavirus desde hace dos años. Los habitantes de esta ciudad tendrán que permanecer en sus casas y solo una persona por hogar podrá salir del domicilio una vez cada dos días por razones de peso, según estas fuentes. Se trata del confinamiento de mayor magnitud anunciado por China desde del impuesto en la metrópolis de Xi’an (norte), cuando 13 millones de habitantes fueron puestos en cuarentena a finales del año pasado.
Este viernes se habían registrado 1.369 casos en 24 horas, según cifras del ministerio de Salud. Se trata de una cifra que sigue siendo muy baja comparada con las del resto del mundo, pero que es la más alta registrada por China desde la primera fase de la pandemia (a principios de 2020). De este total, las autoridades censaron 158 casos importados y 814 casos asintomáticos que forman parte de un recuento separado.
Impacto del COVID en Europa
Esta semana la OMS destacó el impacto de la Covid-19 en los países europeos en su propósito de cumplir con los programas de desarrollo sostenible.
De acuerdo con un informe de la Oficina Regional para Europa de la OMS, los niveles altísimos de costos de atención de la salud afectaron entre el 1,0 y el 19 por ciento de los hogares en los estados de la región. Con el arribo del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la pandemia, el sistema de salud se sobrecargó hasta el punto de provocar fallas graves en la atención médica, señaló el organismo.
En 2020, en los primeros meses de la pandemia, el 40 por ciento de estos servicios esenciales no se pudo brindar en su totalidad. La situación continuó en 2021, con el 29 por ciento de los servicios de salud socavados, al menos parcialmente en los primeros tres meses, prosigue el informe.
En todos los países de la región europea la mortalidad materna es inferior a 70 por cada 100 mil nacidos, y en términos de mortalidad infantil, casi todos los países registran 12 y 25 casos, respectivamente, por cada mil nacidos vivos. Sin embargo, la región registró avances mixtos en el renglón de muertes prematuras por enfermedades no transmisibles.
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