A medida que va esparciéndose y detectándose, crece la alarma de gobiernos y entidades médicas que alertan de la expansión de la subvariante BA.2 de Ómicron, la última variante de preocupación (VOP) del coronavirus, que emitió la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esa preocupación se fundamentó a partir del último reporte semanal que comunicó la OMS cuando admitió que esta subvariante ya representa el 21% de todos los contagios nuevos en el mundo.
“Un 21 % de los nuevos casos de COVID-19 analizados en laboratorio pertenecen al sublinaje BA.2 de la variante Ómicron”, afirmó la OMS que explicó que está aumentando de forma estable y es incluso dominante en países como China, India, Dinamarca, Pakistán o Filipinas, según los datos de la red global de laboratorios GISAID, que trabaja junto a la OMS.
Tras brindar este reporte, la misma OMS debió aclarar ayer que la subvariante BA.2 “no debe reclasificarse como una variante de coronavirus separada con nombre de letras griegas, sino que debe seguir siendo parte de ómicron y ser monitoreada como una variante de preocupación”. Y agregó que la circulación global de todas las variantes está disminuyendo en la actualidad.
“Como parte de su trabajo en curso para rastrear variantes, el Grupo Asesor Técnico de la OMS sobre Evolución del Virus SARS-CoV-2 (TAG-VE ) se reunió el lunes para discutir la evidencia más reciente sobre la variante Ómicron de interés, incluidos sus sublinajes BA.1 y BA.2. Con base en los datos disponibles de transmisión, gravedad, reinfección, diagnóstico, terapéutica e impacto de las vacunas, el grupo reforzó que el sublinaje BA.2 debe continuar considerándose una variante de preocupación y que debe permanecer clasificado como Ómicron. El grupo enfatizó que BA.2 debe seguir siendo monitoreado como un sublinaje distinto de Ómicronpor las autoridades de salud pública”, informó la OMS.
Los expertos de la OMS recibieron información de científicos japoneses que recientemente realizaron estudios de laboratorio y en animales (hámsters) con BA.2 y concluyeron que puede causar una enfermedad más grave que la variante ómicron original. También consideraron datos del mundo real sobre la gravedad clínica en Sudáfrica, el Reino Unido y Dinamarca, donde la inmunidad a la infección y la vacunación son altas. El panel dijo que en los datos del mundo real no se informaron diferencias en la gravedad entre BA.1 y BA.2.
“BA.2 difiere de BA.1 en su secuencia genética, incluidas algunas diferencias de aminoácidos en la proteína de pico y otras proteínas. Los estudios han demostrado que BA.2 tiene una ventaja de crecimiento sobre BA.1. Se están realizando estudios para comprender las razones de esta ventaja de crecimiento, pero los datos iniciales sugieren que BA.2 parece inherentemente más transmisible que BA.1, que actualmente sigue siendo el sublinaje Ómicron más común informado. Esta diferencia de transmisibilidad parece ser mucho menor que, por ejemplo, la diferencia entre BA.1 y Delta. Además, aunque las secuencias BA.2 están aumentando en proporción con respecto a otros sublinajes de Ómicron (BA.1 y BA.1.1), todavía se informa una disminución en los casos generales a nivel mundial”, agregó la OMS.
Y completó: “Los estudios están evaluando el riesgo de reinfección con BA.2 en comparación con BA.1. Se ha documentado la reinfección con BA.2 después de la infección con BA.1; sin embargo, los datos iniciales de los estudios de reinfección a nivel poblacional sugieren que la infección con BA.1 brinda una fuerte protección contra la reinfección con BA.2, al menos durante el período limitado durante el cual los datos están disponibles”.
La familia de virus ómicron está formada por varios sublinajes, incluidos BA.1, BA.1.1, BA.2 y BA.3. Según los últimos estudios científicos, la subvariante BA.2 es como media un 84 % más transmisible que la BA.1 (otro sublinaje de Ómicron). Sin embargo, informaciones iniciales que señalaban que esta subvariante no era detectable por test parecen haber sido desestimadas por la OMS, que indica en el informe que algunas pruebas PCR, de antígenos y de anticuerpos muestran la misma efectividad con BA.2 que con BA.1.
Sobre el nivel de gravedad de las infecciones causadas por BA.2, y de acuerdo con la situación en distintos países, la OMS concluye que los contagios con este sublinaje van asociados o bien a un descenso o a un mantenimiento en el número de hospitalizaciones, lo que en todo caso parece descartar que generen formas más graves de la enfermedad. Tampoco parece variar la efectividad de las vacunas, concluye la OMS.
Genéticamente, BA.2 es muy diferente al primer virus ómicron que arrasó el mundo. Docenas de cambios genéticos separan a los dos, haciéndolos tan diferentes como lo eran las variantes alfa, beta, gamma y delta entre sí. Eso llevó a algunos científicos a pedirle a la OMS que separe BA.2 de la familia ómicron y le dé un nombre de letra griega.
La OMS continuará monitoreando de cerca el linaje BA.2 como parte de Ómicron y solicita a los países que continúen vigilantes, para monitorear e informar secuencias, así como para realizar análisis independientes y comparativos de los diferentes sublinajes de Omicron.
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