Después de haber recibido el esquema completo de vacunas contra COVID-19, la tercera aplicación de una vacuna puede ocurrir por motivos distintos. Por eso se denominan dosis adicional o de refuerzo y las razones que motivan su aplicación son diferentes.
¿Es lo mismo una vacuna de refuerzo que algunos pacientes necesitan por estar cursando una enfermedad determinada o que están inmunocomprometidos, que la tercera dosis o también llamada dosis adicional? La respuesta es no. Cada una de estas vacunas se da en tiempos distintos a la segunda dosis y no en cualquier paciente.
“La tercera dosis complementa el esquema primario para ampliar la protección. Y el refuerzo, después de haber recibido el esquema primario recomendado, lo que hace es reforzar la inmunidad en forma periódica y eso es al menos 6 meses después de haber recibido el esquema primario”, afirmó la ministra Carla Vizzotti el 26 de octubre último al anunciar una dosis extra a los mayores de 50 años que fueron vacunados con Sinopharm y a los inmunocomprometidos de cualquier edad.
De hecho, ya el Ministerio de Salud en el Monitor Público de Vacunación que publica todos los días, hace la diferencia entre las personas que recibieron una dosis adicional y una dosis de refuerzo.
Son varias las personas que han sido llamadas para recibir una tercera dosis dentro de las cuatro a seis semanas de la segunda dosis y es aquí donde se genera la confusión que se da con la tercera dosis que se aplica a los seis meses de la segunda. “Se genera confusión porque la tercera dosis debe darse a los 6 meses de la segunda dosis para todas las vacunas y a los 5 meses para la vacuna de Sinopharm”, explicó la reconocida patóloga pediátrica argentina Marta Cohen, en relación a la tercera dosis.
“Hay otra dosis, que la dosis adicional que la Organización Mundial de la Salud, el gobierno británico y varios países la aplican, que han recomendado para aquellos países que tienen formas severas de inmunodeficiencia. Esta dosis, que la podemos llamar dosis adicional, que forma parte del esquema primario de vacunación, se recomienda que se aplique a las 8 semanas, es decir a los meses de la segunda dosis. Pero no para todos. Es para casos específicos que es analizado por el médico de cabecera de estos pacientes”, explicó Cohen.
La dosis extra sirve para elevar la respuesta inmunológica en las personas con inmunodeficiencia o con cambios inmunológicos naturalmente asociados con el envejecimiento (inmunosenescencia). También sirve para disminuir el impacto de la mortalidad por COVID-19 en los mayores de 50 y ante avance de la variante Delta en la transmisión comunitaria. Siguiendo las recomendaciones internacionales y algunos estudios clínicos realizados en el país, la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain) asesoró al Ministerio de Salud de la Nación en la decisión de sumar una dosis más a los esquemas homólogos o combinados en esos dos grupos, siguiendo algunos parámetros estipulados.
- Terceras dosis para mayores de 50
“En los mayores de 50, se priorizará una dosis adicional heteróloga, para lo que se recomienda el uso de una vacuna de virus no replicativo [AstraZeneca, Sputnik V y CanSino comparten esa plataforma] según disponibilidad, condiciones que faciliten la rápida descentralización y acceso, para lograr cubrir con esquema ampliado a toda esta población en el menor tiempo posible”, indica el documento elaborado por la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles.
La recomendación oficial para ese grupo es una dosis de AstraZeneca. “El intervalo mínimo de aplicación de la dosis adicional, no será inferior a 4 semanas desde la última dosis del esquema primario”, continúa la recomendación.
En esa línea, anteayer CABA comunicó que las dosis de refuerzo se aplicarán a quienes hayan completado su esquema de inmunización como mínimo hace 180 días. Los turnos se otorgarán en orden, comenzando por aquellos que tengan las dos dosis aplicadas con mayor antigüedad, informó el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El personal de salud y los adultos mayores serán los priorizados para los primeros turnos, ya que fueron los grupos por los que se comenzó la campaña de vacunación, luego se continuará de manera gradual con el resto de la población.
- Vacunas a inmunocomprometidos
La decisión de vacunar con una dosis de refuerzo a las personas inmunocomprometidas estuvo sustentada en varios estudios clínicos llevados adelante en el país que evaluaron cuál fue la protección otorgada por las vacunas contra el COVID-19 en los trasplantados, que han estado entre grupos priorizados en el acceso a la inmunización.
“Son pacientes que han recibido un trasplante de órgano dentro de los 2 años previos y/o están en tratamiento inmunosupresor activo; son pacientes que son receptores de un trasplante de células madres de médula ósea, y que están en tratamiento inmunosupresor. Son pacientes que tienen una enfermedad inmunodeficiencia severa o grave, o que tiene una enfermedad por el VIH no tratada o avanzada. O que están en tratamiento activo por un tumor sólido o por una neoplasia o una leucemia o un linfoma”.
“No pacientes que han tenido por ejemplo antecedentes de haber tenido enfermedad por el VIH. Esta dosis adicional también incluye a pacientes que por distinta causas están en tratamiento activo con drogas inmunosupresoras o con corticoides. Es decir de esta manera pacientes que son de riesgo por ejemplo para COVID-19, pacientes de edad superior a los 50 años, pacientes con diabetes, con hipertensión, con obesidad, que tiene historia de haber tenido cáncer, esos pacientes no deben recibir la dosis adicional”, aclaró Cohen.
La médica patóloga Cohen explicó que hay confusión entre lo que es una dosis adicional para ciertas enfermedades que se acompañan con inmunosupresión grave y que “esta inmunosupresión supresión está presente al momento de la primera y segunda dosis, o sea que eso no es lo mismo que la tercera dosis”, cerró.
“Las personas que requieren trasplantes de órgano sólidos se inmunosuprimen antes del procedimiento del trasplante. Después del trasplante, ese estado se ve agravado por la inmunosupresión farmacológica para prevenir y tratar el rechazo del injerto, y por los mecanismos inmunológicos que lo causan. Esa situación es lo que los hace menos respondedores a las vacunas, pero su estado de vulnerabilidad marca la importancia que sean vacunados. Por eso, en los trasplantados se resalta la importancia de la dosis adicional”, explicó a Infobae la doctora Daniela Hozbor, investigadora del Instituto de Bioquímica y Biología Molecular, dependiente del Departamento de Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata y el Conicet.
“Al analizar estos resultados sobre respuesta humoral, se sugiere que los trasplantados deberían estar entre los grupos priorizados para recibir la dosis de refuerzo”, señaló a Infobae la médica Mirna Biglione, investigadora del Conicet.
¿Por qué los funcionarios consideraron la posibilidad de combinar vacunas como terceras dosis?
Permitir que las personas reciban cualquier vacuna como refuerzo puede ser una bendición para las personas ansiosas por recibir una inyección adicional. “El futuro estaría en combinar vacunas para COVID-19 que están basadas en diferentes plataformas e incluso se harían combinaciones de vacunas basadas en la misma plataforma”, sostuvo Angela Gentile, especialista en vacunas de la Sociedad Argentina de Pediatría y de la Comisión Nacional de Seguridad en Vacunas. “Si el coronavirus se convierte en una endemia como la gripe cada año, existe la posibilidad de que se necesiten combinar dosis de vacunas diferentes. La humanidad hoy necesita tanto combinar vacunas como tener más dosis en el contexto de una pandemia trágica y sorprendente”, dijo.
Cualquier vacuna de refuerzo, incluso si es la misma que su primera vacuna, aumentará la cantidad de anticuerpos que pueden combatir el coronavirus. Pero, en algunos casos, mezclar vacunas puede ofrecer una mejor protección, dicen los expertos. Los primeros datos han demostrado que el seguimiento de una primera dosis de Johnson & Johnson con una vacuna de ARNm, Moderna o Pfizer, proporcionó niveles significativamente más altos de anticuerpos neutralizantes.
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