Un prestigioso panel de expertos en prevención de enfermedades de los Estados Unidos salió a recomendar que las personas con sobrepeso o con obesidad deben hacerse un análisis de sangre común para detectar a tiempo la llamada “prediabetes” o la diabetes a partir de los 35 años. Tras revisar 89 estudios científicos, el panel hizo esa recomendación porque considera que los chequeos serán claves para que las personas pueden quebrar el destino de desarrollar diabetes o de controlar antes cuando aún no da síntomas. Sin embargo, hay sociedades médicas en la Argentina que consideran que el chequeo de los niveles de glucemia deberían hacerse mucho antes en algunas personas.
La recomendación del panel, que se conoce como Equipo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos y se dedica a dar recomendaciones específicas de medicina preventiva basadas en la evidencia, se difundió días a atrás en un momento en que el mundo enfrenta una epidemia de diabetes. Y la pandemia por el COVID-19 puso al descubierto la falta de atención que todavía hay sobre ese trastorno. Se ha encontrado que las personas con diabetes tipo 2 casi triplican el riesgo de sufrir complicaciones y morir si se contagian el coronavirus, y por eso están entre los grupos priorizados para acceder a las vacunas contra el COVID-19.
Antes de que avanzara la pandemia, la diabetes había sido la causa directa de 1,5 millones de fallecimientos según la Organización Mundial de la Salud en 2019. En el continente americano, se estima que más del 30% de las personas con diabetes aún no conocen su diagnóstico, y más de la mitad no acceden a la atención adecuada para controlar los niveles de glucemia. Como la diabetes no da síntomas generalmente en su inicio, las personas pueden vivir años sin notar nada, aunque tienen los niveles de glucemia alterados.
El Grupo de Trabajo en los Estados Unidos recomendó ahora el chequeo de la prediabetes y la diabetes en adultos de entre 35 y 70 años con sobrepeso u obesidad. Y señaló que tras hacerse los análisis, los médicos deben ofrecer o remitir a las personas con prediabetes a intervenciones preventivas.
“Los médicos pueden prevenir graves complicaciones de salud sometiendo a los adultos con sobrepeso u obesidad a un cribado de prediabetes y diabetes”, afirmó la doctora Chien-Wen Tseng, integrante del panel de expertos en los Estados Unidos y directora de investigación del Departamento de Medicina Familia y Salud Comunitaria de la Universidad de Hawaii. “Con un tamizaje adecuado, la diabetes puede detectarse y tratarse antes para mejorar la salud general”, señaló a través de un comunicado. Si el resultado del análisis da normal, debe repetirse cada 3 años.
En cambio, si el chequeo muestra que una persona tiene prediabetes, la persona deberá adherir para acceder a intervenciones preventivas eficaces que pueden evitar o retrasar el desarrollo de la diabetes. Los cambios en el estilo de vida, como los ajustes en la alimentación y la actividad física, son eficaces para ayudar a prevenir la diabetes y también para mejorar el peso, la presión arterial y los niveles de colesterol. La metformina, un medicamento para la diabetes, también es una intervención eficaz que puede prevenir o retrasar la diabetes, pero tiene menos beneficios generales para la salud que los cambios en el estilo de vida que debe hacer la persona con los niveles alterados de glucemia.
La diabetes de tipo 2 (es la diabetes más frecuente), se produce cuando el cuerpo no usa bien la insulina y no puede mantener el nivel de azúcar en sangre en un nivel normal. En tanto, la “prediabetes” es cuando los niveles de azúcar en sangre son más altos que lo normal pero aún no lo suficientemente elevados como para ser diagnosticados como diabetes de tipo 2. La declaración de recomendación final del Grupo de Trabajo se publicó en la revista especializada Journal of the American Medical Association.
En la Argentina, la guía de práctica clínica relacionada con diabetes del Ministerio de Salud de la Nación, que fue elaborada con el consenso de representantes de diferentes especialidades médicas en 2019, sugiere realizar el análisis de glucemia en ayunas a partir de los 45 años en la población general. Pero los menores de 45 también deben hacerse el chequeo si tienen al menos un factor de riesgo.
Si el resultado es normal, recomienda repetir cada 3 a 5 años o más frecuentemente según el criterio del médico. Los factores de riesgo son tener antecedente familiar de diabetes, haber tenido diabetes gestacional, glucemia alterada en ayunas, sobrepeso u obesidad, ser sedentario, tener enfermedad cardiovascular, colesterol alto, y tabaquismo.
“Se sabe que el promedio de desarrollar diabetes tipo 2 aumenta un 0,7% por año en las personas con niveles normales de glucemia y un 5 al 10% por año en las que presentan glucemia alterada en ayunas. Algunos también le llaman prediabetes”, comentó a Infobae la doctora Karin Kopitowski, jefa del Servicio de Medicina Familiar y directora del Departamento de Investigación del Instituto Universitario del Hospital Italiano de Buenos Aires.
Ya se estima -advirtió Kopitowski, quien es miembro de la comisión directiva de la Asociación Metropolitana de Medicina Familiar- un aumento de la prevalencia de la diabetes en poblaciones más jóvenes en los próximos años y de la proporción de personas que ya desarrollaron complicaciones de la enfermedad al momento del diagnóstico. Por esto, es importanto que la población se haga el análisis de sangre para saber su nivel de glucemia aunque no tenga síntomas. “Me parece bien que en los Estados Unidos, el panel haya recomendado hacer el chequeo a partir de los 35 años en personas con sobrepeso u obesidad. Podría ser considerado también en otros países de América Latina”, señaló.
Pero la especialista Kopitowski remarcó que los chequeos o los tamizajes en poblaciones para detectar enfermedades más tempranamente o prevenir su desarrollo, como en el caso de la diabetes, deben manejarse con cautela. Si a una persona recibe los resultados de sus niveles de glucemia alterados, debe consultar al médico, adoptar cambios en el estilo de vida, con una alimentación más saludable y más actividad física, y no dejarlos en un cajón.
“A nivel de políticas públicas de salud, no se debería creer que hacer tamizaje a la población resuelve el mal control de la diabetes en las personas. Es decir, hay que preguntarse por qué hay una mayor proporción de personas con diabetes e identificar cuáles son los determinantes sociales de la enfermedad”, opinó Kopitowski. Además, puntualizó que deben crearse dispositivos para acompañar a las personas para que logre cambios concretos y puedan sostenerlos para que controlen la diabetes.
La diabetes mal controlada aumenta las posibilidades de mortalidad prematura, así como complicaciones crónicas como enfermedades cardiovasculares, ceguera, nefropatía, úlceras en los pies y amputaciones. Además, las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de presentar tuberculosis, especialmente aquellas con un control glucémico deficiente.
En la Argentina, según la última encuesta nacional de factores de riesgo del Ministerio de Salud, el 12,7% de la población mayor de 18 años tiene diabetes. Consultada por Infobae, la presidenta de la Sociedad Argentina de Diabetes, la doctora Silvia Gorban de Lapertosa, recordó que el 62% de los argentinos tiene con sobrepeso u obesidad. “Sería recomendable que se haga una mayor la búsqueda de las población de riesgo de desarrollar diabetes a los 35 años en la población en general”, sostuvo la médica, quien es también profesora titular de la cátedra de nutrición y educación para la salud de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste, en Corrientes.
Las recomendaciones son generales, pero la doctora Gorban de Lapertosa, alertó que “si un adolescente tiene sobrepeso y manchas de color negro en el cuello o en las axilas debería hacerse el análisis de sangre en ayunas para detectar a tiempo el nivel de glucemia alterado. De esta manera, se podría detectar casos de diabetes más termpranamente en personas con factores de riesgo como sobrepeso, obesidad y sedentarismo”.
En el caso de las embarazadas, hay que prestarle atención a la posibilidad de que desarrolle diabetes gestacional, que es también un factor de riesgo para diabetes tipo 2. “Un estudio realizado Argentina detectó que el 10% de las embarazadas desarrolla diabetes gestacional. Ese trastorno no duele y la embarazada no sabe que lo tiene si no se hace el análisis de sangre. Si no se busca, no se lo encuentra”, afirmó la presidenta de la SAD.
A toda mujer embarazada en la primer consulta se le debe hacer análisis de sangre de glucemia en ayunas, aconseja la Sociedad Argentina de Diabetes. Si el resultado da menos de 100 miligramos por decilitro y si no tiene factores de riesgo ni sobrepeso, ni ha tenido hijos de más de 4 kilos, tiene menos de 30 años, se debe esperar hasta el séptimo mes del embarazo y se hace la prueba oral de tolerancia a la glucosa (que se le llama popularmente la “curva” de glucemia).
En cambio, si la embarazada tiene factores de riesgo, se debe hacer la prueba de glucosa durante el primer trimestre del embarazo. De esta manera, si se detecta la diabetes gestacional, se hará un seguimiento de la embarazada. También hay que tener en cuenta la situación para el futuro. Después del nacimiento del bebé, el 50% de las madres puede desarrollar la diabetes tipo 2 a los 5 ó 10 años. Además, el hijo de la mamá con diabetes está en mayor riesgo de tener diabetes y tener enfermedades cardiovasculares cuando crezca.
“Hoy la diabetes presenta un gran desafío para la salud pública. No podemos decirle a las personas con diabetes no comas tal producto. Porque puede ser peor. Lo mejor es que las personas consulten al médico si tienen dudas, se hagan chequeos si corresponden, y si tienen niveles alterados de glucemia pueden acercarse a grupos de asociaciones de pacientes o grupos de educación para aprender a alimentarse de manera saludable y hacer más actividades físicas que les gusten”, señaló, y reclamó por la ley de etiquetados de alimentos que aún está pendiente en el Congreso de Argentina.
En setiembre, contó la doctora Gorban de Lapertosa, se empezará un estudio que durará tres años en las provincias de Salta, Misiones y San Juan. Se harán análisis de sangre para detectar prediabetes y diabetes en mayores de 18 años y embarazadas. Además, se capacitará a promotores de salud, médicos y enfermeros de los centros de atención primaria, y personal de salud de maternidad, y se harán talleres de alimentación y actividad física, entre otros tema. También se sumarán más provincias para la capacitación de los equipos de salud más adelante.
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