Desde que comenzó la pandemia por COVID-19, nos familiarizamos con las medidas de prevención que hay que tener para evitar infectarse y también con los síntomas de la enfermedad para estar atentos y saber si podríamos tener el coronavirus y también contagiar a nuestros seres queridos y allegados.
Pero ¿qué pasa ahora, más de un año después, cuando ya están desarrolladas las vacunas preventivas y también hay nuevas variantes más contagiosas del virus original que están circulando entre nosotros?
Argentina hoy tiene el 58% de su población vacunada contra COVID-19 con una dosis y un 20% con dos dosis, es decir, con el esquema completo. Y la realidad nos dice que las personas internadas graves presentan dificultad para respirar, dolor o afectación en distintos órganos, y casi en su totalidad no habían sido vacunadas. En cambio, para los vacunados, los síntomas que padecen son otros.
La nueva variante Delta del coronavirus, identificada por primera vez en la India y ya prevalente en el Reino Unido, provoca síntomas distintos a las versiones anteriores del virus, según ha advertido Tim Spector, profesor de epidemiología genética de la universidad King’s College London.
La versión Delta genera más mucosidad y dolor de garganta, pero menos tos y pérdida de olfato, según dice el experto, que dirige un estudio cuyas conclusiones todavía no han sido publicadas en una revista científica ni ha sido evaluado por pares. La delta es casi dos veces más contagiosa que las variantes anteriores y tan contagiosa como la varicela. Se replica rápidamente en el cuerpo y las personas portan grandes cantidades del virus en la nariz y la garganta. La nueva variante es un 64% más transmisible que la británica (Alpha), según la agencia sanitaria Public Health England (PHE), y representa ya más del 90% de los contagios en el Reino Unido.
Spector dirige el llamado “estudio Zoe” sobre el coronavirus, en el que miles de personas describen sus síntomas a través de una aplicación en el móvil. A partir de los datos recogidos por esa vía, ha divulgado una lista de las manifestaciones más habituales que provoca la variante Delta:
1. Dolor de cabeza
2. Dolor de garganta
3. Secreciones nasales
4. Fiebre
5. Tos
“La gente no se está dando cuenta de este cambio y podría pensar que tiene algún tipo de resfriado estacional, van a fiestas y pueden contagiar. Desde principios de mayo, hemos estado observando los síntomas más reportados y ya no son los mismos que antes”, advirtió Spector.
Andrew T. Chan, epidemiólogo y médico del Hospital General de Massachusetts, y uno de los investigadores principales de otro importante estudio de COVID en EEUU ( Estudio de Síntomas Covid )ha estado analizando a millones de personas de Reino Unido, Estados Unidos y Suecia a través de una app que pide que los participantes monitoreen sus síntomas. Un documento con datos del estudio —que aún no se ha publicado en una revista revisada por pares— sugiere que quienes están vacunados se encuentran bien protegidos contra la variante Delta. Las infecciones posvacunación, aunque raras, tienden a producir síntomas más leves y de menor duración.
En este punto, casi el 90 por ciento de la población adulta del Reino Unido ha recibido al menos una dosis de la vacuna. En Estados Unidos, el 71 por ciento de los adultos están parcialmente vacunados. Entre los adultos vacunados “los síntomas que estamos viendo ahora se identifican más con los del resfriado común”, comentó Chan. “Seguimos viendo gente que tose, pero también vemos una mayor prevalencia de cosas como narices que moquean y estornudos”. Los dolores de cabeza y de garganta son otras de las quejas principales, agregó. La fiebre y la pérdida de gusto y olfato se están reportando en menor medida.
Chan dijo que los investigadores comenzaron a ver síntomas más leves cuando la variante Delta se hizo prevalente en Reino Unido, a fines de la primavera boreal, que también coincidió con el programa de vacunación masiva del país.
Los pediatras en Nueva York, donde el 67 por ciento de los adultos están completamente vacunados, dicen que están viendo muchos de los mismos síntomas en los niños que han atendido desde el inicio de la pandemia y que los casos más graves tienden a darse entre los adolescentes que no han sido vacunados, en especial aquellos que tienen condiciones preexistentes como la diabetes o la obesidad. “Algunos niños pequeños o en edad escolar también pueden enfermarse gravemente de covid, pero los médicos aún no pueden determinar por qué un niño se enferma mucho más que otro. La fiebre, la tos, la fatiga y el dolor de garganta son la presentación clásica del coronavirus entre los niños sintomáticos”, explicó Sallie Permar, pediatra en jefe del hospital NewYork-Presbyterian y la Escuela de Medicina Weill Cornell.
“Si su hijo presenta síntomas potenciales de covid, entre ellos problemas gastrointestinales, háganse una prueba covid y quédense en casa hasta recibir resultados negativos”, agregó Adam Ratner, integrante del Comité de enfermedades infecciosas de la Academia Estadounidense de Pediatría.
Las pruebas también son esenciales para los adultos, dijeron los expertos. Incluso si has sido vacunado y tus síntomas son leves, es mejor hacerse la prueba. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) creen que las personas vacunadas pueden transmitir el virus a otras personas. “Es momento de ser humildes sobre el hecho de que esta variante es nueva. Aún estamos aprendiendo. Hay que ser cautos, pecar de precavidos y hacernos la prueba”, enfatizó Mark Mulligan, director del Centro de Vacunas NYU Langone y jefe de enfermedades infecciosas en NYU Langone Health.
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