Un estudio realizado por médicos italianos –publicado en en la Revista de la Asociación Médica de Estados Unidos (JAMA)– reveló nuevos indicios sobre la situación de las personas que han padecido COVID-19 una vez que ya han superado la enfermedad. Lograron esquematizar 17 síntomas preponderantes.
Precisamente fue Italia una de las naciones más afectadas por la pandemia con un alarmante crecimiento exponencial de contagios y fallecimientos a partir de los primeros casos detectados. Los hospitales de todo el país prácticamente colapsaron enseguida, por lo que la prioridad era atender lo más pronto posible a quienes estaban contagiados para poder ir movilizando el paso de los pacientes por los nosocomios.
Sin embargo, en el Hospital Universitario Gemelli, el segundo más grande de Roma, un grupo de médicos notó que en muchos de los casos, con todo y que los pacientes ya cumplían con los indicadores establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para considerar que ya habían superado el virus -sin fiebre durante tres días seguidos y dos pruebas negativas hechas con 24 horas de diferencias- había una cantidad considerable de los recuperados que seguían presentando síntomas del COVID-19.
“Estábamos trabajando en una de las muchas salas de COVID-19 de nuestro hospital. Durante la fase álgida de la epidemia, estábamos dando de alta a los pacientes a gran velocidad, tan pronto como podían ser enviados de regreso a casa (sin fiebre y dos pruebas negativas). Como no estaban libres de síntomas, el Prof. Landi, Bernabei y otros líderes del grupo pensamos en darles segumiento después del alta, y se logró organizar una unidad de hospital post-COVID”, explicó a Infobae el Dr. Angelo Carfì, uno de los autores de la investigación.
El especialista alertó que hay una gran falta de información sobre los síntomas que perduran después de la recuperación de los pacientes. “Muchas personas después de un COVID todavía necesitan atención médica y científica. Necesitamos comprender mucho más sobre esta enfermedad”.
Así, él junto a los doctores Roberto Bernabei y Francesco Landi, lideraron el estudio llamado Persistent Symptoms in Patients After Acute COVID-19 (Síntomas persistentes en pacientes después de superar el COVID-19), ejercicio que fue llevado a cabo entre el 21 de abril y el 29 de mayo con la participación de 143 personas. “El único criterio de selección (de las personas analizadas) era estar dispuesto a participar y tener una tercera prueba negativa”, detalló el Dr. Carfì vía correo electrónico.
En el estudio detallan que la edad media de los analizados fue 56.5 años; el 37%, es decir 53, fueron mujeres; durante la hospitalización 72.7% de los participantes tenían evidencia de neumonía intersticial; la media de la duración de los pacientes de la muestra en el hospital fue de 13.5 días; 21 de ellos, un 15%, recibieron ventilación no invasiva, mientras que otros 7, un 5%, sí fueron intubados.
Además, se especifica que los pacientes fueron evaluados una media de 60.3 días después de que presentaron el primer síntoma del nuevo coronavirus. En tanto, al momento de dicha evaluación, solamente 18, un 12.6%, se encontraban completamente libres de cualquier síntoma relacionado con el virus; el 32% tenía uno o dos síntomas; el 55% de los analizados tenía 3 síntomas o más.
¿Cuál es el síntoma que más persistió?
“Fatiga. Las personas se sienten agotadas incluso por esfuerzos mínimos. Se sienten sin energía. Las razones que explican esto aún están bajo escrutinio: tanto las dimensiones físicas como psicológicas deben investigarse más a fondo”, señaló el Dr. Carfì.
Mientras que el texto en el que recogieron las indagaciones, señala que al momento de analizarlos pasados los 60 días, ninguno de los pacientes tenía fiebre u otro signo de la enfermedad en su etapa aguda. Sin embargo, el 87.4% reportó persistencia de al menos un síntoma, particularmente fatiga, un 53.1%, y dificultad para respirar, un 43.4%.
El Dr. Carfì también detalló que, al menos entre los pacientes analizados, los síntomas se prolongaron pero no fueron permanentes. “Estamos creando un grupo de rehabilitación y capacitación para tratar de mejorar la recuperación”, indicó.
Sin embargo, los autores de este estudio señalan con bastante precisión que no se trata de resultados concluyentes, ya que hay una serie de factores que no les permiten generalizar los resultados, sino solo ofrecer la información arrojada a manera de muestra. Las limitaciones del estudio, advierte, incluyen la falta de información sobre el historial de síntomas antes de la enfermedad, así como la falta de detalles sobre la gravedad de los signos que prevalecieron.
¿Por qué los síntomas de COVID-19 persisten después de la recuperación?
“Esta es la pregunta de investigación que nuestro artículo está planteando a la comunidad científica. Nadie sabe la respuesta todavía. Podría ser una larga lista de síntomas como se observa en otras enfermedades virales como la mononucleosis, o podría ser algo diferente. Los científicos necesitan comprender mejor cuál es el ciclo de vida del virus dentro del cuerpo”, concluyó el Dr. Angelo Carfì.
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