Ubicada en la costa uruguaya, Punta del Este fue durante décadas un refugio de lujo para la élite sudamericana. Conocida por su ambiente exclusivo y su mezcla de altos rascacielos y playas paradisíacas, esta ciudad balnearia se ha transformado en algo más que un destino vacacional. Desde la pandemia, Punta del Este se consolidó como un centro estratégico para la gestión de patrimonios, atrayendo a inversores y fortunas de diversas partes del mundo, incluidos Estados Unidos y Europa.
La combinación de estabilidad política, incentivos fiscales y calidad de vida, asegura un informe de Bloomberg, ha convertido a Uruguay en una opción atractiva para quienes buscan proteger sus activos y diversificar sus inversiones en un entorno seguro. Este auge generó un efecto dominó en la economía local, impulsando el desarrollo de infraestructuras de lujo, proyectos inmobiliarios y servicios exclusivos que están transformando el perfil de la región.
El atractivo de Punta del Este para los inversionistas
El reciente crecimiento de Punta del Este como centro financiero tiene sus raíces en la percepción de Uruguay como un país confiable en una región inestable. Los beneficios fiscales ofrecidos por el gobierno uruguayo han sido un gran incentivo para que familias de alto poder adquisitivo y grandes inversores extranjeros adquieran propiedades en la zona.
Nicolás Cristiani, jefe local de gestión de patrimonios de la firma Puente, explicó en diálogo con Bloomberg que, “los clientes valoran mucho más que hace dos o tres años el tener una oficina física donde puedan mantener reuniones cara a cara y tomar un café”.
La pandemia no solo reconfiguró prioridades personales, sino también estrategias financieras. La llegada masiva de extranjeros adinerados, sumada a su creciente interés por establecer residencias permanentes, fomentó un crecimiento sin precedentes en el mercado inmobiliario de Punta del Este.
Este fenómeno condujo a varias empresas de gestión de patrimonios a instalarse o expandirse en la región. Entre ellas se destacan Latin Securities, que llegó en 2022, y Gletir Corredor de Bolsa, que abrió una oficina con dos personas en 2023.
Un ecosistema financiero en expansión
Uruguay experimentó un renacimiento en su sector de gestión de patrimonios, que había sufrido un retroceso en la década de 2010 debido a recortes de costos y mayores regulaciones. Según datos del Banco Central del Uruguay, el número de firmas de gestión patrimonial aumentó de 155 en 2020 a 174 en 2023. En el mismo período, el número de clientes creció un 80%, alcanzando casi 49.400, mientras que los activos manejados se incrementaron un 29%, hasta los USD 37.2 mil millones.
Entre las iniciativas más ambiciosas se encuentra el plan de Balanz Capital de establecerse en Punta del Este dentro de los próximos tres años, con un enfoque en captar clientes de Argentina, Brasil y Europa. Su gerente para Uruguay, Juan José Varela, afirmó a Bloomberg que, “cuando apostamos por un lugar, lo hacemos en grande”.
Proyectos inmobiliarios y de infraestructura de lujo
El flujo constante de capitales ha incentivado la construcción de grandes proyectos de lujo que buscan satisfacer la demanda de esta nueva élite financiera. Uno de los desarrollos más emblemáticos es el Cipriani Resort, Residences y Casino, una inversión de USD 500 millones que incluye la restauración del icónico Hotel San Rafael, además de tres torres residenciales con precios que oscilan entre USD 1,7 millones y USD 17 millones.
Otro proyecto destacado es El Nido Beach & Surf Homes, una comunidad cerrada de USD 80 millones que contará con una piscina de 6.5 hectáreas y un generador de olas artificiales para el surf. Está previsto que esta urbanización de 72 hectáreas se complete en 2026.
Además, la ciudad está viendo mejoras significativas en sus servicios. El Hospital Británico inauguró en 2024 su primera clínica en la exclusiva zona de Beverly Hills. Asimismo, el aeropuerto de Punta del Este estrenó en diciembre una terminal ampliada para aviones privados, lo que refleja un aumento en el tráfico aéreo de alto nivel durante todo el año.
Un entorno único para los negocios y el estilo de vida
Punta del Este no solo se ha destacado por su atractivo como destino de inversión, sino también por ofrecer un estilo de vida que combina lujo, comodidad y acceso a servicios exclusivos. Este entorno ha transformado la forma en que se llevan a cabo las relaciones de negocios en la región, con interacciones que van más allá de las tradicionales reuniones en oficinas. Según Nicolás Cristiani las reuniones con clientes suelen realizarse en ranchos, yates o incluso en la cancha de tenis.
Además de los inversionistas financieros, gigantes tecnológicos como Google han elegido Uruguay para proyectos estratégicos, como la instalación de un importante centro de datos. A esto se suma la adquisición de propiedades en Montevideo y Punta del Este por parte de multimillonarios, lo que refuerza el atractivo de la región para quienes buscan estabilidad y un entorno propicio para sus inversiones.
Este interés ha llevado a una mayor diversificación en la actividad económica local, complementando el enfoque turístico tradicional con un mercado financiero en auge. Asimismo, la expansión de servicios de alto nivel, como clínicas de lujo y terminales privadas en el aeropuerto, subraya el esfuerzo por atender a esta creciente comunidad internacional de empresarios y familias adineradas.
Transformación urbana y cultural
La llegada de nuevos residentes y el desarrollo de servicios convirtieron a Punta del Este en una ciudad cada vez más activa durante todo el año. Con un crecimiento demográfico de 41.000 habitantes en los últimos 12 años, el área está experimentando un cambio de dinámica, pasando de ser un balneario estacional a un centro urbano.
Las desarrolladoras inmobiliarias continúan avanzando con proyectos residenciales destinados a las élites, aunque algunos generaron controversia entre la población local. Una iniciativa para edificar complejos de apartamentos en la escénica zona rocosa de Punta Ballena enfrentó una fuerte resistencia de residentes y figuras públicas, quienes buscan que el área sea reconocida como protegida.