La antigua ciudad de Tikal y sus majestuosas construcciones mayas

Esta imponente ciudad en El Petén destaca por su arquitectura grandiosa y su adaptación para el turismo moderno, combinando historia, arqueología y biodiversidad

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Los templos de Tikal, como el Gran Jaguar y el Templo IV, ofrecen vistas panorámicas (EuropaPress)
Los templos de Tikal, como el Gran Jaguar y el Templo IV, ofrecen vistas panorámicas (EuropaPress)

La ciudad de Tikal, situada en el departamento de El Petén, en Guatemala, representa uno de los legados más imponentes de la antigua civilización maya. La civilización maya floreció entre el siglo V a.C. y el siglo XVI d.C., abarcando un extenso territorio que hoy corresponde a partes de México, Guatemala, Honduras y Belice. Este vasto dominio fue testigo de un desarrollo arquitectónico sin precedentes, aun en medio de un entorno hostil de densos bosques tropicales y pantanos.

En el presente, Tikal no solo es famoso por su valor histórico, sino también por la forma en que se ha adaptado para recibir a los turistas modernos sin perder su esencia. Los Templos de Tikal, como el Gran Jaguar y el Templo IV, se mantienen como imponentes guardianes de la selva, ofreciendo vistas panorámicas y experiencias únicas que combinan la arqueología con una aventura ecológica. Además, el entorno natural circundante, hogar de una biodiversidad sorprendente, añade un atractivo adicional, convirtiendo a Tikal en un destino completo.

Gracias a los esfuerzos de conservación y restauración, la magnificencia de Tikal se sigue preservando para las futuras generaciones. Programas de turismo sostenible y guías especializados aseguran que los visitantes puedan explorar las estructuras milenarias mientras contribuyen a la protección del patrimonio cultural y natural de la zona.

Tikal no solo fue una de las ciudades mayas más grandes y antiguas, sino también un ejemplo muy representativo del auge y la enigmática caída de esta civilización durante su período clásico. Las excavaciones realizadas en el sitio, inauguradas en 1848 por Modesto Méndez, han revelado que Tikal fue habitada desde el año 800 a.C. y continuó siendo un centro urbano hasta su colapso hacia finales del siglo IX.

Su historia, la arquitectura y la caída de sus dinastías

En la antigüedad, los centros cívicos y administrativos de los mayas eran grandes extensiones de estuco pintado de vivos colores que formaba el pavimento sobre el que se levantaban templos y palacios. Para los actuales visitantes, solo una pequeña fracción de esta inmensa urbe ha sido excavada y restaurada, permitiéndoles admirar aquellas imponentes estructuras que sobresalen entre la frondosa vegetación de un parque natural protegido.

Gracias a la conservación, Tikal preserva su magnificencia para futuras generaciones
Gracias a la conservación, Tikal preserva su magnificencia para futuras generaciones

La acrópolis norte ilustra la sofisticación de la arquitectura y escultura mayas, concebidas para servir y honrar a la teocracia gobernante. Detallan que las pirámides y templos fueron decorados con estuco modelado y pintado, y complementados por enormes mascarones de dioses en sus anchas escaleras.

El surgimiento de la realeza maya en Tikal remonta a la época predinástica del siglo V a.C., llegando hasta el 292 d.C. Entre los primeros ajau (señores) conocidos se destaca Chak Tok Ichaak, cuyo nombre aparece en la Estela 29 del año 292. Durante esta era, las sectas conocidas como Mundo Perdido y la Acrópolis del Norte albergaban las principales edificaciones.

Con la llegada de los teotihuacanos a finales del siglo IV, comenzó una nueva etapa en Tikal, marcada por una profunda influencia e incluso dominación de la poderosa metrópoli de Teotihuacán. Es muy probable que la sede del poder teotihuacano en la ciudad se localizase en la zona de Mundo Perdido, donde se alza una pirámide de 30 metros de altura.

La segunda dinastía de Tikal es descrita como un periodo de esplendor entre los años 550 y 900 d.C., cuando la ciudad llegó a ocupar un área de 60 km² y albergó hasta 200.000 habitantes, según algunos expertos. Esta dinastía, notablemente influenciada por Teotihuacán, incluyó a reyes como Siyaj Chan Kawil II, quien mandó erigir la magnífica Estela 31, y su hijo Kan Chitam.

Las pirámides mayas son templos funerarios y monumentos conmemorativos
Las pirámides mayas son templos funerarios y monumentos conmemorativos

Sin embargo, el hundimiento de la civilización maya clásica, un tema que sigue siendo un misterio para los arqueólogos, se refleja en los registros de Tikal. Fue el inicio de una decadencia que culminaría entre los siglos IX y X con el colapso de Tikal y de las demás ciudades-estado. Las causas apuntan a factores como guerras, superpoblación, desastres naturales y posibles luchas de clases.

Cuáles son sus principales atractivos

Los monumentos más importantes de Tikal, incluyendo las célebres pirámides y templos como el Templo I y el Templo IV, fueron construidos en esta última mitad de su existencia. Estos lograron imponerse sobre el océano verde de la selva tropical gracias a su impresionante altura y elaborada arquitectura funeraria. Las pirámides mayas son, ante todo, templos funerarios, mausoleos para los reyes y monumentos conmemorativos de sus linajes.

Otro punto destacado es el Complejo del Mundo Perdido, un área dedicada a la observación astronómica y que incluye la Pirámide del Mundo Perdido. Desde su cima, los visitantes pueden disfrutar de impresionantes vistas panorámicas del parque y de otros templos emergiendo entre la vegetación, creando una escena que transporta a tiempos pasados.

El Templo IV, la estructura más alta de Tikal con más de 70 metros de altura, ofrece una vista incomparable al horizonte. Subirlo permite disfrutar de un amanecer inolvidable, con los primeros rayos del sol iluminando la vasta extensión de la selva y los techos de otros templos, haciendo de esta experiencia un espectáculo natural y cultural que muchos consideran el punto culminante de su visita.

Los parques naturales de Tikal albergan una biodiversidad sorprendente (EFE)
Los parques naturales de Tikal albergan una biodiversidad sorprendente (EFE)

No menos impresionante es el Templo V, conocido por su imponente estructura y la pendiente escalonada que desafía a los más aventureros a ascenderlo. Este templo ofrece otra perspectiva única de la integridad del sitio y la complejidad de su construcción.

Tikal también destaca por su rica biodiversidad. Los visitantes pueden observar una amplia variedad de fauna y flora, desde monos aulladores y monos araña hasta coloridas aves como los tucanes y pavos ocelados. Los senderos que conectan las distintas zonas del parque permiten una inmersión profunda en la selva, ofreciendo un entorno natural fascinante mientras se exploran las ruinas.

A pesar de su posición hegemónica, Tikal no pudo evadir la crisis terminal que afectó al mundo maya alrededor de los siglos IX y X. La última estela labrada en Tikal, la Estela 11, data del año 869, señalando el abandono definitivo de la ciudad. La metrópoli, que en el período Clásico había alcanzado una extensión aproximada de 120 km² y pudo albergar hasta 90.000 habitantes, desapareció bajo la espesa vegetación tropical.

A pesar de la desaparición de las ciudades, el pueblo maya no desapareció. Ha logrado resistir, principalmente en Guatemala, siglos de masacres y marginación. Este es un testimonio de la resiliencia de una cultura cuyas contribuciones y legados siguen siendo objeto de admiración mundial.

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