Conmoción en Perú por el caso del joven que murió de un infarto tras tomar agua helada después de jugar al fútbol

Ludwin Flores Nole, de 27 años, llegó a su casa luego del juego en Perú y comenzó a sentirse mal de un momento a otro. Antes de arribar al hospital, sufrió "un paro cardiorrespiratorio fulminante"

Guardar
Ludwin Flores Nole tenía 27 años
Ludwin Flores Nole tenía 27 años

El joven había estado jugando al fútbol con sus amigos el 1 de mayo pasado en Sullana, en el departamento de Piura, en el noroeste de Perú. Era un jugador amateur, que formaba parte del Club Los Rangers, un conjunto de una liga local.

Ludwin Flores Nole, de 27 años, se fue directo a su casa tras el partido. Como solía hacer, después de saludar a su esposa, fue a buscar una botella con agua al refrigerador, se sirvió y bebió rápidamente de un vaso. Tenía sed y estaba muy acalorado.

La tragedia se desencadenó inesperadamente y en unos minutos. "Poco después se puso mal, le dolía el pecho y lo llevamos a una clínica, pero falleció en el trayecto. El médico nos dijo que había sufrido un paro cardiorrespiratorio fulminante", contó su esposa a Perú21.

El caso generó una fuerte conmoción en todo el país. No solo por la juventud del hombre, sino porque el desencadenante habría sido una práctica muy habitual: beber agua fría después de hacer actividad física.

El velatorio de Ludwin Flores Nole
El velatorio de Ludwin Flores Nole

No obstante, no hay muchas evidencias médicas de que tomar un líquido helado pueda llevar a la muerte. Allen Patrick Burke, investigador del Departamento de Patología Cardiovascular del Instituto de Patología de las Fuerzas Armadas, con sede en Washington DC, publicó en 1999 un artículo sobre este tema en The American Journal of Forensic Medicine and Pathology.

El disparador de su investigación fue el caso de un niño de 12 años que sufrió una muerte cardíaca repentina después de la ingestión rápida de una bebida helada. "Se determinó que la causa de la muerte fue una arritmia cardíaca secundaria a un rabdomioma cardíaco no diagnosticado previamente, con cicatrices miocárdicas asociadas. La ingestión de líquidos fríos se ha asociado con el síncope, pero no con la muerte cardíaca súbita. En este caso, la bradicardia inducida por el reflejo vasovagal inducido por el frío puede haber precipitado la arritmia terminal. La ingestión de líquidos fríos debe considerarse un desencadenante potencial de arritmias cardíacas fatales en pacientes con enfermedad cardíaca subyacente", sostiene Burke en la publicación.

La conclusión es clara: si bien el choque térmico puede causar una arritmia, para que eso termine en infarto tendría que haber una patología previa. Una hipótesis posible de la muerte de Ludwin Flores Nole es que padeciera una enfermedad cardíaca no diagnosticada.

(iStock)
(iStock)

Más estudiado está el impacto que puede tener sumergirse en agua congelada. "El agua conduce la energía térmica 30 veces más eficientemente que el aire, por lo que zambullirse en agua fría va a tener un efecto más pronunciado sobre la temperatura corporal que salir al aire a la misma temperatura. Por supuesto, también tendemos a estar menos cubiertos cuando nadamos, así que también perderemos más calor simplemente porque hay más piel expuesta", explica el Dr. Thomas H. Lee, director médico de Press Ganey, en una publicación realizada en 2010 en Harvard Health Publishing.

"La respuesta normal del cuerpo al frío —continúa—, ya sea en agua o aire, es adoptar una postura defensiva y tratar de mantener la mayor cantidad de calor posible. Se pierde menos calor en el agua fría si hay menos sangre caliente circulando en la piel y a través de las partes del cuerpo con mucha superficie, como los dedos de las manos y de los pies. Por lo tanto, la sangre se desvía de las extremidades del cuerpo a su núcleo (el tronco y la cabeza), y los vasos sanguíneos en la piel se aprietan".

Ganey concluye que ese impacto puede afectar al corazón. Pero difícilmente pueda llevar al infarto sin una patología antecedente.

"Las señales neurológicas que constriñen los vasos sanguíneos también tienen efectos cardiovasculares. La presión arterial, la frecuencia cardíaca, la cantidad de sangre bombeada con cada latido del corazón, todos ellos suben. El resultado puede ser un ataque de angina de pecho de un corazón que está trabajando más duro y sin suficiente oxígeno para satisfacer sus necesidades. También se pueden desarrollar anomalías en el ritmo cardíaco".

MÁS SOBRE ESTE TEMA:

Guardar