La Fiscalía paraguaya imputó por el delito de lavado de dinero a Darío Messer, conocido como el "mayor cambista de Brasil" y bajo orden internacional de captura, y a otras tres personas, entre ellas un hijo suyo y un familiar del presidente paraguayo, Horacio Cartes.
El Ministerio Público informó anoche que los imputados son, además de Messer, Dan Messer, Juan Giménez Viveros, primo de Cartes, y Adolfo Cubilla.
De acuerdo con el comunicado, Giménez Viveros había intentado retirar la tarde del martes del estatal Banco de Fomento una cantidad de dinero correspondiente a firmas relacionadas con Messer, pero optó por retirarse del lugar tras ser identificado.
Las imputaciones se realizaron horas después de que la Fiscalía realizara diversos allanamientos en oficinas y sedes de firmas empresariales ligadas con Messer en Asunción y en la ciudad de Hernandarias (este).
La Fiscalía sospecha que los imputados habrían utilizado fondos provenientes de las operaciones de Messer en Brasil y que son investigados como hechos de cohecho pasivo, soborno y asociación criminal.
Ello presuntamente a través de Matrix S.A., Chai S.A., Pegasus S.A. y Agromonte S.A., empresas en las que los imputados eran accionistas y a través de las cuales habrían realizado operaciones irregulares por un monto superior a 40 millones de dólares.
De acuerdo con la fuente, esas operaciones fraudulentas habrían sido cometidas entre 2014 y 2016.
La Fiscalía solicitó la prisión preventiva para los imputados.
Darío Messer, quien según la prensa paraguaya tiene una relación de amistad con Cartes, obtuvo la nacionalidad paraguaya en abril de 2017 por parte de la Corte Suprema de Justicia.
Messer sigue prófugo una semana después de que arrancara una operación de captura internacional en Paraguay, Brasil y Uruguay que dio como resultado 33 detenciones en los dos último países.
La operación internacional tenía como punto de mira un grupo de cambistas de Brasil que, según la confesión de dos acusados, habría conseguido mover 1.600 millones de dólares en 52 países de forma ilícita.
De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía de Brasil, Messer recibía el 60 % de los beneficios de las operaciones de cambio, pues era el responsable de aportar recursos y dar lastre a las operaciones.
Según la Fiscalía brasileña, como dueño de casas de cambio, Messer era quien daba respaldo a las operaciones con su nombre y se responsabilizaba de la captación de clientes.
(Con información de EFE)
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