El gobierno de Río de Janeiro "implora" a la población carioca que se vacune contra la fiebre amarilla

Luego de tres muertes en lo que va del 2018, se encendieron las alarmas para las autoridades con el objetivo de evitar un nuevo brote de la enfermedad

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Las autoridades pidieron a la
Las autoridades pidieron a la población que se vacune contra la fiebre amarilla (AP)

El secretario de Salud de la gobernación de Río de Janeiro, Luis Antonio Teixeira Júnior, le "imploró" el martes a la población de ese estado brasileño que se vacune contra la fiebre amarilla, tras la confirmación de tres muertes por esta enfermedad en la región en lo que va de 2018.

"Estamos implorando para que la población acuda a los puestos de salud para buscar la vacuna, para que estemos todos inmunizados en el estado", dijo en una rueda de prensa el secretario, tras informar que en lo que va de 2018 han sido confirmados cuatro casos de fiebre amarilla en pacientes en Río de Janeiro, tres de los cuales murieron.

La petición para que la población busque la vacuna se produce en momentos en que algunos estados de Brasil vienen adoptando medidas para impedir un nuevo brote de fiebre amarilla tras el registro desde diciembre de nuevos casos y de muertes por la enfermedad.

El estado de San Pablo, al que la OMS incluyó el martes en la lista de regiones que sólo recomienda visitar a personas ya vacunadas contra fiebre amarilla, anunció este martes su decisión de anticipar en una semana una campaña de vacunación intensiva con dosis fraccionadas de la vacuna que tenía previsto lanzar el 3 de febrero.

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La campaña de vacunación fraccionada será realizada en los estados de San Pablo, Río de Janeiro y Bahía, y busca inmunizar a 19,7 millones de personas, que recibirán dosis menores de la vacuna (de hasta una cuarta parte de la estándar) que les garantizarán protección por al menos dos años.

Teixeira Júnior dijo que las autoridades regionales de salud no consideran que sea necesario anticipar la campaña de vacunación fraccionada en Río de Janeiro ya que el gobierno cuenta con dosis suficientes de la vacuna estándar (que garantiza protección toda la vida) para suministrar a quien la busque en los próximos días.

El funcionario admitió, sin embargo, que de entre las 14 millones de personas que se consideran como vulnerables a la fiebre amarilla en Río de Janeiro y a las que están dirigidas las campañas de vacunación, unas 8 millones, el 60 %, aún no se ha vacunado.

La alerta de las autoridades surtió efectos este mismo martes, cuando era posible ver largas filas de personas en los puestos de salud del estado de Río de Janeiro en que se ofrece la vacuna.

En San Pablo, el estado más poblado de Brasil, también aumentó la demanda por la vacuna, por lo que el gobernador regional, Geraldo Alckmin, anunció su decisión de anticipar desde el 3 de febrero inicialmente previsto al 29 de enero el inicio de la campaña de vacunación fraccionada.

Según el último balance epidemiológico de la secretaría de Salud de Sao Paulo, desde enero de 2017 han sido confirmados 40 casos de fiebre amarilla en humanos en ese estado, con 21 muertes.

Las autoridades de San Pablo se han abstenido de aclarar cuántas muertes se han registrado desde diciembre pasado, cuando comenzó el nuevo brote, y siguen sumando los casos de 2017 y 2018.

Por su parte, el gobierno de Minas Gerais, el segundo estado más poblado de Brasil, ha confirmado once muertes por fiebre amarilla desde finales del año pasado.

El Ministerio de Salud había declarado en agosto del año pasado el fin de la emergencia sanitaria provocada por el brote de fiebre amarilla que afectó toda la región sudeste de Brasil y que provocó, entre diciembre de 2016 y agosto de 2017, 262 muertes entre 779 casos comprobados de contagio.

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La emergencia fue levantada debido a que el Ministerio de Salud registró el último caso en junio tras una campaña con la que distribuyó 36,7 millones de dosis de la vacuna.

Pero nuevos casos volvieron a registrarse a partir de diciembre, nuevamente en la región sudeste, que comprende los estados de San Pablo, Río de Janeiro, Minas Gerais y Espíritu Santo.

En todos los casos se trató de fiebre amarilla del tipo silvestre, transmitido por las especies de mosquito Haemagogus y Sabethes, presentes en zonas boscosas.

De la del tipo urbana, transmitida por el mosquito Aedes aegypti, el vector del dengue, el zika y el chikunguña, no se registran casos en Brasil desde 1942.

Con información de EFE

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