La malaria causó 597.000 muertes globales en 2023, un 1,81 % menos que en el año anterior

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Ginebra, 11 dic (EFE).- Al menos 597.000 personas murieron a causa de la malaria en 2023, un 1,81 % menos que en 2022, convirtiéndose en el tercer año consecutivo en el que baja su mortalidad tras el pico registrado en 2020, según el nuevo informe global sobre esta enfermedad de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El estudio, publicado este miércoles, revela datos alentadores como que los esfuerzos de control de la malaria (mosquiteras impregnadas en insecticida, tests de diagnóstico de la enfermedad, etc) han permitido evitar alrededor de 2.200 millones de casos y 12,7 millones de muertes en todo el mundo desde comienzos de siglo.

Estos avances se han reflejado también en el número creciente de naciones declaradas como libres de malaria por la OMS, que ascienden ya a 44 tras la certificación de Egipto el pasado octubre.

No obstante, advierte el organismo, la malaria (también conocida como paludismo) sigue siendo una amenaza sanitaria mundial, con 11 millones de casos adicionales registrados entre 2022 y 2023.

Están concentrados en su mayoría en cinco países del continente africano: Nigeria (68,1 millones), República Democrática del Congo (33,1 millones), Uganda (12,6 millones), Etiopía (9,6 millones) y Mozambique (9,5 millones).

Así, por regiones, África continúa siendo el principal foco de contagio de la malaria, con más del 95 % de las muertes registradas a nivel global y más del 94 % de los casos contabilizados en 2023, según el informe.

En este sentido, el director del Programa Mundial contra la Malaria de la OMS, Daniel Ngamije, recordó que la enfermedad sigue perjudicando "de forma desproporcionada" a las personas que viven en la región africana y, especialmente, "a niños pequeños y mujeres embarazadas".

Por su parte, el director ejecutivo del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, Peter Sands, añadió que factores como los conflictos, la violencia y, más recientemente, el cambio climático, sumados a la inseguridad alimentaria y la pobreza en la región, están debilitando sus defensas inmunitarias y sobrecargando los sistemas sanitarios locales.

"En el África subsahariana, donde un niño muere de malaria cada minuto, los cambios en los patrones climáticos -desde lluvias intensas a olas de calor extremas y sequías prolongadas- no sólo están alterando la geografía de la malaria, sino que también están profundizando las desigualdades existentes", aseguró Sands.

Ante esta situación, la OMS instó a los gobiernos a dar prioridad a unos sistemas sanitarios "equitativos y eficientes", así como a invertir en sistemas de recopilación y análisis de datos capaces de vigilar las desigualdades sanitarias por sexo, edad y clase social.

También llamó a aumentar la financiación internacional, la cual fue de 4.000 millones de dólares en 2023, muy por debajo del objetivo de financiación anual de 8.300 millones. EFE

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