El Papa considera "evidente" que deben tomarse medidas "inmediatas y decisivas" para erradicar la lacra del hambre y la pobreza, en un mensaje dirigido a los participantes en la cumbre del G20 que se celebra en Río de Janeiro (Brasil) en el que también ha reprochado la "aceptación silenciosa" de esta situación.
En el texto, leído a los líderes mundiales por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, durante el lanzamiento de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, el Pontífice ha reclamado que todas las medidas adoptadas para paliar el hambre "deben llevarse a cabo de forma conjunta y colaborativa, con la implicación de toda la comunidad internacional".
También ha dicho que la aplicación de medidas "eficaces" requiere "un compromiso concreto por parte de los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad en su conjunto". "La centralidad de la dignidad humana dada por Dios a cada individuo, el acceso a los bienes esenciales y la justa distribución de los recursos deben ser prioritarios en todas las agendas políticas y sociales", ha defendido el Santo Padre.
De este modo, ha puesto en valor una de las propuestas que la diplomacia de la Santa Sede lleva años presentando a la comunidad internacional: reorientar los fondos que actualmente se destinan a armamento y otros gastos militares hacia un fondo mundial destinado a combatir el hambre y promover el desarrollo en los países más empobrecidos.
Este enfoque -según el Papa- "ayudaría a evitar que los ciudadanos de estos países tuvieran que recurrir a soluciones violentas o ilusorias, o que abandonaran sus países en busca de una vida más digna".
En el texto, dirigido al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el Papa también ha hecho un llamamiento a la solidaridad mundial y a la coordinación entre las naciones para hacer frente a las injusticias sociales y económicas y ha subrayado que el hambre es el resultado de las desigualdades estructurales en la distribución de los recursos, no de la escasez de alimentos.
"La Santa Sede seguirá promoviendo la dignidad humana y aportando su contribución específica al bien común, ofreciendo la experiencia y el compromiso de las instituciones católicas de todo el mundo, para que en nuestro mundo ningún ser humano, como persona amada por Dios, se vea privado del pan de cada día. Que Dios todopoderoso bendiga abundantemente vuestros trabajos y esfuerzos en favor del verdadero progreso de toda la familia humana", ha concluido.
El lema de esta edición del G20, 'Construyendo un mundo justo y un planeta sostenible', refleja el compromiso de Brasil con la promoción de acuerdos globales que combinen la prosperidad económica con la inclusión social y el desarrollo medioambiental. El programa ha incluido debates sobre seguridad alimentaria, cambio climático, salud mundial y reforma del sistema financiero internacional.