La semFYC pide reducir la dependencia de fármacos "potencialmente peligrosos" para tratar el dolor crónico no oncológico

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La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) ha pedido un abordaje integral para tratar a las personas con dolor crónico no oncológico, de forma que se priorice su salud y se reduzca la dependencia de fármacos potencialmente peligrosos, como los antiinflamatorios no esteroides (AINEs) y los opioides, especialmente en un contexto de creciente uso de analgésicos, que tienen riesgos asociados.

"Si el dolor persiste más allá de una semana, el riesgo asociado a los AINEs supera cualquier beneficio potencial", ha afirmado la miembro del grupo de trabajo de dolor persistente de la semFYC, Aina Perelló, durante la presentación del documento 'No hacer en dolor crónico', en el que se subrayan los resultados limitados en la mejora de la calidad de vida de los pacientes.

En lugar de AINEs, Perelló ha propuesto un enfoque que incluya ejercicio físico adaptado, educación sobre el dolor y apoyo psicológico, pues el uso de AINEs incrementa "hasta cuatro veces" el riesgo de úlceras gástricas, hemorragias y perforaciones, y se asocia con un aumento de eventos cardiovasculares graves como infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares.

Es por ello por lo que Perelló ha subrayado la importancia de monitorizar "de forma continua" el riesgo cardiovascular en este tipo de pacientes, sobre todo si se usan dosis elevadas o tratamientos prolongados en el tiempo.

Respecto a los opioides fuertes, como el tramadol y el fentanilo, Perelló ha asegurado que su efectividad a largo plazo en esta afección "no está probada" y que tiene efectos secundarios como hiperalgesia inducida por opioides, apnea del sueño y disfunciones neuroendocrinas, por lo que solo ha recomendado su uso en "casos muy excepcionales" y "bajo una estricta supervisión".

Sin embargo, ha reconocido su efectividad para el dolor agudo y el dolor oncológico, aunque ha vuelto a insistir en realizar una "cuidadosa valoración" antes de prescribirlo debido a la posible intolerancia digestiva y de dependencia.

Por su parte, la coordinadora del grupo de trabajo de salud mental de la semFYC, Luz de Myotahn Vázquez, coautora del documento, ha resaltado que los pacientes con enfermedades pulmonares crónicas, de edad avanzada o polimedicados, y ha instado a evitar combinar opioides con depresores del sistema nervioso central debido al alto riesgo de depresión respiratoria y sobredosis.

A pesar de que estos opioides están experimentando un aumento de su consumo en España, siendo el cuarto país de la Unión Europea y el fentanilo posicionándose como el tercero más consumido, las dos especialistas creen que la exigencia de recetas electrónicas en el sistema sanitario del país "proporciona una mayor protección contra su uso abusivo en comparación con otros países, como Estados Unidos".

Es por ello por lo que se ha creado un Plan de Optimización de la Utilización de Analgésicos Opioides en el Sistema Nacional de Salud, que se basa en la optimización de la prescripción; la mejora de la utilización y fortalecimiento del seguimiento farmacoterapéutico; la optimización del manejo de la adicción que puede surgir a raíz de la prescripción; la mejora de la comunicación con los pacientes, así como la sensibilización y concienciación de la población; y el seguimiento y vigilancia del consumo.

Por último, las dos expertas han señalado que la evaluación regular y el ajuste de dosis en pacientes que reciben tratamiento prolongado con opioides son fundamentales para optimizar el manejo del dolor.

"Es crucial establecer un pacto terapéutico con el paciente, fijando objetivos claros y un plazo definido para el tratamiento", ha asegurado Perelló, que también destaca la participación activa del paciente en su propio tratamiento.

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