La provincia paquistaní de Punyab entra en emergencia sanitaria por la crisis de polución

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Las autoridades de la provincia paquistaní de Punyab, en el noreste del país, han declarado finalmente este viernes una situación de emergencia sanitaria por polución, especialmente para los 13 millones habitantes de la gran ciudad de Lahore, que llevan dos semanas soportando niveles de contaminación que multiplican hasta por 80 los estándares recomendados por la Organización Mundial de la Salud.

El Índice de la Calidad del Aire en Lahore es ahora de 637, muy por encima de los 300 que marca el comienzo del máximo nivel de la escala de toxicidad, y el nivel de contaminantes PM2.5 (las partículas que más daño causan a la salud) es de 394 microgramos por metro cúbico, 78,8 veces la recomendación de la agencia sanitaria de Naciones Unidas.

En este sentido, el Departamento de Salud de Punyab tiene constancia de que casi dos millones de personas pidieron atención médica durante el pasado mes de octubre por problemas respiratorios y cardíacos consecuencia del exceso de polución.

La segunda medida anunciada por el Gobierno paquistaní ha sido la de prolongar una semana más el cierre de las escuelas que comenzó a principios de mes. Ocho municipios de la provincia --que incluyen a la ciudad de Multan, con otros dos millones de habitantes también en situación crítica-- han recibido orden de prohibir las actividades al aire libre durante este próximo fin de semana.

"Punyab se ha convertido en una crisis sanitaria", ha manifestado este viernes la ministra de Información y Protección Medioambiental del país, Marriyum Aurangzeb, quien ha recordado que la "boina de polución" es un "aspecto más del cambio climático" y que lo que está sucediendo ahora mismo es la provincia es consecuencia de los actuales "modos de transporte, agricultura, hábitos, comportamiento y actitudes hacia la naturaleza", ha hecho saber en rueda de prensa recogida por el diario paquistaní 'Dawn'.

Cabe recordar además que al otro lado de la frontera, la capital de India, Nueva Delhi, también se ha pasado semanas bajo una capa de polución por el comienzo a principios de este mes de la temporada de quema de cultivos en sus estados fronterizos, que afecta a más de 25 millones de personas, y el humo acaba arrastrado por los fuertes vientos a través de la frontera hasta las provincias paquistaníes más cercanas al país, como Punyab.

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