Madrid, 13 nov (EFE).- Un equipo de científicos ha diseñado un nuevo sistema de alerta temprana que ayuda a prevenir con mámucha precisión, por sexos y por grupos de edad, las muertes relacionadas con las temperaturas extremas, tanto en verano como en invierno, al sumar a las predicciones meteorológicas datos y modelos epidemiológicos.
El sistema, bautizado como "Forecaster.Health" y ya disponible en abierto, ha sido desarrollado por científicos de varias universidades y centros de investigación de varios países, liderados por el Instituto de Salud Global de Barcelona; las conclusiones de su trabajo se publican hoy en la revista Science Advances.
El investigador del IS Global Joan Ballester, especialista en clima, contaminación atmosférica, naturaleza y salud urbana, ha observado que los sistemas tradicionales de alerta se basan en las temperaturas extremas pero tratan a toda la población de forma homogénea o como si todas las personas fueran igual de vulnerables al calor o al frío, pero la nueva herramienta incorpora modelos epidemiológicos para fijar los niveles de riesgo por edad y por sexo.
"Esto nos permite que hacer alertas específicas para cada persona", ha manifestado a EFE Ballester, y ha asegurado que están trabajando para desarrollar modelos aún más sofisticados y afinados, que tengan en cuenta además otros factores, como la contaminación, las condiciones habitacionales, la existencia de patologías o comorbilidades de base para "personalizar" aún más esos niveles de riesgo.
Los investigadores que han participado en este proyecto, que utilizaron para ello datos meteorológicos y de mortalidad que abarcan de 1998 hasta 2020 en 16 países europeos, mantienen que esta herramienta supera las deficiencias de los actuales predictores de mortalidad y alertas de salud pública, la mayoría de los cuales se basan sólo en datos relacionados con la temperatura, al cruzar con esos datos criterios epidemiológicos.
Dado que la mayoría de los registros sanitarios no tienen un código específico para las muertes relacionadas con la temperatura, y que estas muertes están relacionadas con una amplia gama de comorbilidades, es muy difícil medir y cuantificar esa conexión, pero los científicos comprobaron que, al igual que la mayoría de las previsiones meteorológicas, la precisión de su modelo predictivo aumentaba cuando se acercaba el episodio de temperatura y difería entre invierno y verano.
Comprobaron además que las muertes relacionadas con la temperatura diferían según la estación, ya que el riesgo de muerte por temperaturas cálidas era inmediato y solía durar 5 días, mientras que el riesgo de muerte por temperaturas frías empezaba unos días después del episodio y duraba hasta unas semanas.
Los investigadores han concluido que su sistema epidemiológico podía emitir predicciones de mortalidad acertadas al menos 10,5 días antes de los episodios de frío en invierno y al menos 8,3 días antes de los episodios de calor en verano, y han destacado que este modelo proporciona a los gobiernos una herramienta mejor para emitir alertas sanitarias que tengan en cuenta tanto las previsiones de temperatura como las predicciones epidemiológicas.
Las temperaturas ambientales están asociadas a más de 5 millones de muertes prematuras al año en todo el mundo -unas 300.000 de ellas en Europa Occidental- según datos del IS Global, que ha señalado que "Forecaster.Health" es la primera plataforma paneuropea de libre acceso que utiliza modelos epidemiológicos específicos por sexo y edad para predecir los riesgos reales de mortalidad por temperaturas ambientales en distintos segmentos de la población.
La herramienta permite introducir la fecha para la que se desea obtener las predicciones de salud en una ventana de tiempo de hasta dos semanas, así como el subgrupo de población para el que se desea obtener la predicción de mortalidad relacionada con la temperatura .
Una vez seleccionadas estas variables, el sistema muestra un mapa con alertas para 580 regiones de 31 países europeos con códigos de colores correspondientes a cuatro niveles de riesgo de mortalidad relacionada con el calor y el frío: bajo, moderado, alto y extremo.
Los investigadores han observado que unos 110.000 europeos murieron como consecuencia de las temperaturas récord que se alcanzaron en 2022 y 2023, y han apuntado que una nueva generación de sistemas de alerta temprana basados en el impacto, que utilicen modelos epidemiológicos para transformar las previsiones meteorológicas en previsiones sanitarias para subgrupos de población específicos, es una estrategia de adaptación esencial para aumentar la resiliencia frente al cambio climático.
Joan Ballester ha asegurado que la herramienta está ya disponible en abierto y es gratuita, y ha incidido en la importancia de cambiar la percepción que tienen la sociedad y virar hacia un modelo de alertas que no estén basadas sólo en los umbrales de temperatura e incorporar las variantes epidemioógicas para diferenciar la diferente vulnerabilidad que tienen las personas según su edad, su sexo, sus patologías o sus condiciones socioeconómicas. EFE