Ginebra, 12 nov (EFE).- Desde que la guerra estallara en Sudán en abril de 2023, dos tercios de los combates entre el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y el Ejército se han registrado en ciudades de más de 100.000 habitantes, desplazando al 31 % de las familias urbanas, según un informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
Estos hogares viven ahora en estados distintos del que residían antes del conflicto, donde tienen dificultades para acceder a servicios básicos como vivienda, sanidad, educación o empleo, señala el estudio publicado este martes por el organismo de la ONU.
Elaborado junto al Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias, el informe se basa en llamadas telefónicas realizadas a 3.000 hogares urbanos de todo el país entre mayo y julio.
Los datos recopilados revelan que el conflicto ha perturbado "gravemente" los medios de subsistencia de los residentes en zonas urbanas, haciendo que la proporción de hogares urbanos con asalariados a tiempo completo se haya reducido a la mitad.
Según el informe, sólo el 1,6 % de los cabezas de familia urbanos declararon que no tenían empleo ni ingresos antes del conflicto, una cifra que ha aumentado de forma alarmante hasta el 18 % desde el estallido de los combates.
Más de la mitad de los encuestados informaron de un empeoramiento del estado de salud de sus hogares desde el inicio del conflicto.
Esto se ha visto agravado por un acceso mucho más limitado a los servicios sanitarios, con sólo uno de cada siete hogares urbanos que puede acceder a servicios de salud completos.
La educación sudanesa tampoco se ha librado de los efectos del conflicto, pues casi el 70 % de los hogares urbanos con niños en edad escolar informaron de que uno o más de sus hijos habían dejado de asistir a la escuela, debido principalmente al cierre de los centros educativos y a la incapacidad para pagar las tasas escolares.
Según el PNUD, esta situación amenaza con socavar el desarrollo del capital humano de toda una generación de niños sudaneses, con consecuencias a largo plazo para la recuperación y el crecimiento del país.
Ante esta situación, advierte, se necesitará tanto ayuda humanitaria inmediata como inversiones a largo plazo que permitan mantener, financiar y reconstruir el sistema del país.
"Es el pueblo de Sudán el que reconstruirá su país, pero es nuestro trabajo proporcionar las herramientas, los equipos, la infraestructura y los servicios para ayudarles a reconstruir dónde y cuando la situación lo permita", comentó por vídeollamada el representante del PNUD en Sudán, Luca Renda. EFE