Médicos Sin Fronteras (MSF) ha anunciado la suspensión de sus actividades médicas en la localidad maliense de Nampala, situada en la región de Ségou (centro) y cerca de la frontera con Mauritania, a raíz de un ataque ejecutado el 14 de octubre contra uno de sus equipos en la zona, donde es la única organización no gubernamental internacional desde 2022.
MSF ha recalcado que "condena con la máxima firmeza" el incidente, en el que los integrantes de uno de sus equipos fueron "atacados violentamente" por "hombres armados que llevan a cabo operaciones militares en la zona de forma regular", quienes además les robaron sus pertenencias.
"En consecuencia, hemos tenido que suspender nuestras actividades médicas en la zona de Nampala", ha dicho la ONG, que ha recalcado que se trata de "una decisión difícil", ya que "priva a la población local de una atención esencial". "Hay conversaciones en marcha con todos los actores para garantizar nuestro retorno seguro", ha adelantado.
En este sentido, ha hecho hincapié en que los equipos de la organización "dan atención médica gratuita vital a las poblaciones locales y los desplazados, en un contexto de seguridad ya muy frágil", antes de añadir que "el conflicto en marcha en Malí ha generado inmensas necesidades sanitarias, acentuadas por el resurgimiento de la malaria, potencialmente fatal para niños y mujeres embarazadas privadas de acceso a atención médica".
"Pedimos a todas las partes en conflicto que respeten a los civiles, el personal humanitario, las instalaciones de salud y los pacientes. Se debe proteger el acceso a la atención sanitaria", ha recalcado el departamento de MSF para África central y occidental a través de un comunicado publicado en su cuenta en la red social X.
La organización ya anunció en diciembre de 2023 la evacuación de sus equipos en Nampala a causa del "repentino deterioro" de la situación de seguridad a raíz de los enfrentamientos registrados en las localidades de Toulé y Toladji.
Malí se encuentra en la actualidad dirigido por una junta militar instaurada tras los golpes de Estado perpetrados en agosto de 2020 y mayo de 2021, ambos encabezados por Assimi Goita, actual presidente de transición, ante el deterioro de la seguridad a causa de los ataques por parte de grupos yihadistas y bandas criminales.