Ingresada en un hospital la Nobel de la Paz iraní Narges Mohammadi por el deterioro de su estado de salud

Narges Mohammadi, activista iraní y Nobel de la Paz, es hospitalizada tras meses de negación de atención médica, generando presión internacional por su salud y libre acceso al tratamiento adecuado

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La destacada activista iraní Narges Mohammadi, quien fue galardonada en 2023 con el Premio Nobel de la Paz, ha sido hospitalizada en el país centroasiático, después de que su familia y su círculo cercano denunciaran que las autoridades llevaban más de dos meses impidiendo que recibiera tratamiento médico ante el deterioro de su estado de salud.

"Narges Mohammadi ha sido finalmente hospitalizada tras cerca de nueve semanas viendo cómo se le negaba el tratamiento médico", ha dicho su fundación a través de un comunicado, en el que destaca "el apoyo de activistas de Derechos Humanos" y la comunidad internacional para que fuera trasladada a un hospital.

Así, ha manifestado que "estas nueve semanas de retraso, junto a los muchos años de encarcelamiento y confinamiento en solitario, han causado un grave daño a la salud de Narges, que necesitará un largo periodo de atención médica", sin que las autoridades de Irán se hayan pronunciado por ahora sobre su estado.

"Seguimos reclamando la liberación incondicional de Narges Mohammadi y que tenga acceso total a la atención médica", ha sostenido su fundación, que ha argumentado que "un mero traslado al hospital no será suficiente para hacer frente a los graves problemas de salud" que sufre la activista.

En este sentido, ha reclamado que reciba un "permiso médico" para "recibir un tratamiento integral para sus múltiples afecciones", al tiempo que ha reiterado su agradecimiento a "todos los amigos" que han apoyado a la activista y que siguen trabajando para informar sobre la situación "hasta lograr que Narges sea libre".

El traslado ha tenido lugar después de que más de 240 activistas firmaran una petición para reclamar que fuera hospitalizada y denunciaran que las autoridades iraníes buscaban "imponer una 'muerte silenciosa'" a Mohammadi, quien se encontraba ingresada en la prisión de Evin, situada en Teherán.

"Advertimos de que la vida y la salud de Narges Mohammadi están en grave peligro y de que los funcionarios de los sistemas de seguridad y del aparato judicial de la República Islámica tienen responsabilidad directa por cualquier trágico resultado relacionado con estos retrasos en su atención", sostuvieron los firmantes.

Por ello, solicitaron también a la comunidad internacional que "ejerza más presión sobre el Gobierno iraní" para lograr que Mohammadi recibiera "la atención que necesita" y agregaron que la activista "no debe ser sacrificada por las políticas opresoras y vengativas del Gobierno de la República Islámica (de Irán)".

Mohammadi, de 52 años, se ha pasado la mayor parte de los últimos 20 años de su vida en prisión y ha sido condenada hasta en cinco ocasiones hasta acumular una pena total de 31 años de cárcel. A lo largo de toda su vida de activismo, ha fundado asociaciones por los derechos de las mujeres y escrito libros y artículos para denunciar especialmente los abusos de los que son objeto, en particular en las cárceles del país.

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