Expertos resaltan el margen de mejora que existe en la prevención, manejo y rehabilitación del ictus

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El presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Jesús Porta-Etessam, ha resaltado los tres elementos "absolutamente fundamentales" por los que hay que "luchar" para hacer frente al ictus, como son la prevención, el manejo de la patología y la rehabilitación de aquellas personas afectadas.

Así lo ha indicado Porta-Etessam este lunes en la jornada divulgativa 'Encuentro Científico y Social sobre Ictus', que ha organizado la Fundación Freno al Ictus, junto con la SEN, el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN (GEECV-SEN) y con el apoyo de la Fundación GMP, en el marco del Día Mundial del Ictus, que se conmemora este martes.

El presidente de la SEN ha recordado que en España hay 360.000 personas con discapacidad por ictus, que cada año más de 110.000 personas lo van a sufrir y que es la primera causa de mortalidad en las mujeres y la segunda a nivel global. A su vez, ha subrayado que el 90 por ciento de los casos se pueden prevenir, algo que "a veces se nos olvida", para lo que hay que seguir una serie de medidas como realizar ejercicio físico, controles médicos periódicos o una dieta adecuada.

En cuanto al manejo, ha celebrado que en España exista el Código Ictus y ha destacado el papel de las unidades de ictus de los hospitales, cuyo cuidado "cambia totalmente el pronóstico de las personas". Estas unidades "han sido la base, siguen siendo la base y tenemos que luchar por mejorar la asistencia en ellas", ha apuntado.

La otra "asignatura pendiente" es la rehabilitación necesaria en aquellas personas a las que les han quedado "secuelas" tras el ictus. Tal y como ha destacado "tenemos que luchar en nuestro país para que haya unidades de rehabilitación de alto impacto, de neurorrehabilitación, para conseguir que esas personas puedan hacer una vida normal".

Precisamente en estos tres aspectos está enfocada la nueva actualización de la Estrategia en Ictus del Sistema Nacional de Salud (SNS), que el Ministerio de Sanidad presentó el pasado 22 de octubre. La coordinadora del documento, Pilar Aparicio Azcárraga, ha explicado en esta jornada sus principales líneas de actuación.

De este modo, las seis líneas que constituyen la Estrategia son la promoción de la salud y prevención primaria; la prevención secundaria; la fase hiperaguda y la organización asistencial para el diagnóstico y el tratamiento; las unidades de ictus; la neurorehabilitación y la investigación y formación.

En este punto, Aparicio ha señalado que en el caso de la promoción y prevención, se hará hincapié en los 10 factores que se atribuyen con mayor frecuencia al ictus: tabaco, alcohol, insuficiente actividad física y sedentarismo, alimentación, factores psicosociales, hipertensión arterial, diabetes, dislipemia, sobrepeso, cardiopatías embolígenas y fibrilación auricular.

Asimismo, respecto a las Unidades de Ictus, ha hecho referencia a que "el reto del Sistema Nacional de Salud es incrementar ese número de unidades de ictus para que sea accesible para toda la población que lo puede necesitar".

Por su parte, la neuróloga del Hospital Universitario de Cruces (Bilbao) y coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN, María del Mar Freijo Guerrero, ha explicado los pasos que componen el proceso de manejo del ictus en base a las líneas delimitadas por la actualización de la Estrategia de ictus del SNS.

En su ponencia, ha apuntado las novedades que existen en tratamiento de ictus una vez que el afectado llega al hospital. Según ha indicado, "ahora sabemos que en algunos pacientes podemos tratar por encima de las seis horas que antes teníamos". Sin embargo, ha insistido en que "cuanto más tarde (se actúe), el pronóstico va a ser peor". Asimismo, ha expuesto que ahora existen medicamentos que pueden utilizar "de forma más fácil" y permiten hacerlo "más rápido", así como otros que permiten tratar a pacientes que se presentan con "infartos extensos".

En este punto, se ha referido al papel de la investigación. "La investigación es la que nos ha permitido avanzar en todo esto, y a día de hoy seguimos con cuestiones que no tenemos resueltas y que por eso creemos que la investigación es fundamental, que esté integrada desde un inicio, tanto en la fase prehospitalaria, como en el hospital, como en la unidad de ictus y posteriormente", ha subrayado.

Asimismo, respecto a la neurorrehabilitación, ha comentado que el objetivo es que "el 90 por ciento de los pacientes tengan una rehabilitación precoz desde la Unidad de Ictus y que esta sea continua, que tengan unos programas individualizados para cada uno de los déficits que tenga el paciente". Igualmente, ha señalado como objetivo "abrir la posibilidad de que pueda haber algunos pacientes que tengan tratamiento domiciliario, que esto, a día de hoy, es infrecuente" e integrar tecnologías nuevas como la telemedicina.

"En resumen, lo que hace falta es una comunicación y coordinación entre todos, que el paciente esté acompañado de forma continua, que se le revise cada poco tiempo qué necesidades tiene o si ha aparecido alguna complicación y, por supuesto, desde el punto de vista social, si está bien cubierto y ayudarle en todo lo que podamos, le facilitemos herramientas de apoyo y seguimiento y, por supuesto, los recursos que sean posibles de acuerdo a sus necesidades", ha remachado.

EL PAPEL DE LAS FAMILIAS

En esta jornada han tenido un papel esencial las familias de los afectados por ictus, a quienes se ha dedicado la mesa redonda 'Las familias y su importancia en el proceso de recuperación tras un ictus'.

En ella, Margarita, tía de Vanesa, que ha sufrido dos ictus, ha expuesto lo "complicado" de pasar por una experiencia así y que se repita, ya que "no sabes realmente qué has hecho mal", lo que produce una sensación de "impotencia". "Procuramos, a nivel familiar, ser una piña y que ella se sintiera protegida", ha resaltado sobre el rol que pueden adoptar las personas cercanas a esta situación.

Por su parte, Ana, cuyo marido, Javier, sufrió un ictus causado por una vasculitis hace 18 meses, ha señalado la incertidumbre con la que se vive tras un episodio de estas características. "La vida nos había dado un vuelco. Y ya no solamente la vida, todo era un tsunami, era un ir y venir de cosas, porque encima no sabíamos qué hacer, estábamos totalmente perdidos, no encontrábamos ayuda por ningún sitio. ¿Y ahora qué hacemos? ¿Dónde vamos?", ha destacado.

Además, ha denunciado la soledad del proceso de rehabilitación. "Todo lo que encuentras es a base de un coste económico que la mayoría de las familias no podemos costear y tampoco encuentras los lugares ni las terapias adecuadas, o no sabes cuál es la terapia adecuada. Te encuentras muy solo", ha indicado en este sentido.

Finalmente, el marido de Sonia, también afectada de ictus, ha hecho hincapié en la necesidad de que los familiares busquen apoyo psicológico y hagan terapia. "Muchas veces también esa mano amiga está en personas familiares que acompañan también a gente que ha tenido un ictus, que está en esa situación, que saben un poco más", ha añadido Mario.

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