Más de 500 profesionales sanitarios han asegurado que pretenden combinar diferentes disciplinas médicas para tratar la "pandemia global" que supone el dolor crónico, cuyo tratamiento representa un gasto del 2,5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) español, "muy por encima" del de otras patologías, en el marco del 'Congreso Nacional de Dolor y Fisioterapia. Abordaje biopsicosocial y multidisciplinar'.
"Quienes hemos participado en este Congreso nos sentimos pioneros en nuestro país, porque hemos emprendido un camino sin retorno para trabajar en colaboración desde las diferentes disciplinas relacionadas con el tratamiento del dolor y aumentar la eficacia de nuestra labor en beneficio del paciente", ha afirmado la decana del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), Aurora Araújo.
Los participantes del Congreso han "querido marcar un hito" para "propiciar un cambio de paradigma en el abordaje de esta pandemia global", en la que la Fisioterapia aumentará su papel "de manera exponencial", ha explicado la decana, según un comunicado.
Por su parte, la presidenta de la Sociedad Española del Dolor (SED), María Madariaga, ha señalado que la Fisioterapia "está preparada y dispuesta para liderar el necesario cambio en la asistencia a la persona con dolor crónico", una afección que afecta al 26 por ciento de la población española.
Además, ha instado a una colaboración en la toma de decisiones entre expertos en Psicología, terapeutas ocupacionales, la Medicina del Dolor desde Atención Primaria hasta Hospitalaria, gestores y ciudadanos.
ASPECTOS DE MEJORA EN EL TRATAMIENTO DEL DOLOR CRÓNICO
Al encuentro han acudido médicos generalistas, anestesiólogos, neurólogos, enfermeras, fisioterapeutas, psicólogos, farmacéuticos, y otros profesionales sanitarios, además de expertos en Inteligencia Artificial y nuevas tecnologías, donde han señalado una docena de "aspectos de mejora", como la necesidad de más equipos multidisciplinares para mejorar el tratamiento del paciente y generar ahorros al sistema sanitario.
"Las unidades de dolor deben estar integradas por un equipo multidisciplinar que incluya anestesiólogos, enfermeras, fisioterapeutas, rehabilitadores, neurólogos, psicólogos, etc., aunque sería beneficioso también añadir farmacéuticos y otros especialistas, como terapeutas ocupacionales, para abordar de manera integral el tratamiento del dolor en los pacientes", reza el documento.
Los especialistas también han pedido esforzarse en lograr un "diagnóstico más temprano", que podría evitar su cronificación, para lo que se debe incrementar la investigación, y extender el ejercicio terapéutico como forma de reducir este tipo de dolor.
De igual forma, se quiere promover el autocuidado frente a la información de salud "de baja calidad" y "sin fundamentos científicos" que aparecen las búsquedas de Internet.
"La experiencia de diversos responsables de unidades de dolor en España ha coincidido en que la comunicación es un aspecto básico que influye en el éxito mayor o menor de los tratamientos, pero al que muchas veces no se presta la atención necesaria", continúa el comunicado.
Fomentar la educación es vital para que "el paciente se empodere aprendiendo de su dolor", reduciendo así factores de riesgo y aumentando su adherencia a los tratamientos. También se generalizará el "autocuidado del sanitario", pues el consumo fármacos entre los profesionales que tratan el dolor crónico "es mayor" que la media del resto de la población por sobrecarga de trabajo, tensión emocional o estrés.
De hecho, los especialistas han recomendado recurrir a la medicación del dolor crónico "solo cuando sea imprescindible", pues la "evidencia científica" ha demostrado que otros tratamientos no farmacológicos sin efectos secundarios son eficaces.
También han instado a transformar el modelo de atención al dolor del Sistema Nacional de Salud, por otro de carácter "humanista" y tenga al paciente "como eje central", todo ello mediante la personalización de la atención y el respeto a sus preferencias.
"Los expertos han coincidido en la importancia de realizar una valoración integral del paciente y de su entorno psicosocial, de cara al diagnóstico y el tratamiento. Situaciones como depresión, angustia o ansiedad hacen que se complique y agudice más la percepción del dolor", expresa una de las recomendaciones.
Respecto a la infancia, los sanitarios han recalcado que son necesarios más equipos multidisciplinares con "especial urgencia" en el ámbito pediátrico, y es que este dolor está presente "en el 37,3 por ciento de niños de entre 8 y 16 años", que en esta franja de edad se convierte en discapacidad en torno al 5 por ciento de ellos.