El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) ha anunciado este viernes la inclusión de Líbano en su llamada "lista gris" de países con serios problemas para impedir el flujo ilegal y lavado de dinero.
La designación anunciada este viernes representa otro golpe más contra la economía de un país inmerso en una de sus peores crisis financieras del último siglo en particular desde su entrada por vez primera en suspensión de pagos hace cuatro años. Ahora, a la crisis se añade la invasión israelí del país a principios de este mes para intensificar las operaciones contra las milicias libanesas de Hezbolá.
Además de Líbano, Argelia, Angola y Costa de Marfil también se han añadido a la lista de jurisdicciones que requieren una vigilancia más estrecha de sus fondos y la designación podría provocar que los inversores extranjeros sean más cautelosos a la hora de hacer negocios allí.
En agosto, el gobernador del banco central del Líbano, Wasim Mansuri, explicó que la crisis económica había generado desconfianza entre los depositantes, lo que había impulsado un cambio hacia una "economía de efectivo" que estaba socavando los avances logrados en la lucha contra el blanqueo de dinero en el sector bancario.
En respuesta, el Banco del Líbano dio orden de mejorar los controles sobre el desarrollo de las operaciones financieras intradía, según hizo saber Mansuri en su momento en declaraciones recogidas por Bloomberg.