La Fiscalía sudafricana ha retirado todas las acusaciones vertidas contra el presidente del país, Cyril Rampahosa, señalado en su momento por prácticas de corrupción y de lavado de dinero en relación al robo de, aproximadamente, 500.000 euros de su granja de la provincia de Limpopo, en el norte del país, en 2020.
El asunto comenzó a complicarse cuando el exdirector de la Agencia Nacional de Inteligencia Arthur Fraser alegó que la cantidad de dinero sustraído era mucho mayor, unos 3,5 millones de euros, y estaba escondido en unos muebles de la finca.
Ramaphosa ha negado desde el primer momento haber incurrido en cualquier tipo de ilegalidad en el almacenamiento del dinero --el presidente alega que lo recibió tras vender un grupo de búfalos-- y denunció intentos de manipular la investigación posterior.
El caso colocó a Rampahosa entre la espada y la pared hace dos años, cuando estuvo a punto de dimitir del cargo, pero finalmente decidió continuar en la Presidencia después de que la mayoría del Parlamento se pusiera de su parte ante un intento de la oposición para someterlo a un juicio político.
Cabe recordar que sucesivos organismos de control judicial -- e incluso la propia Fiscalía, en junio del año pasado -- eximieron a Ramaphosa de toda negligencia y confirmaron que el mandatario había presentado declaraciones correctas de todas sus propiedades y gestiones, si bien el medio millón de euros en cuestión sigue desaparecido.
Partidos de oposición sudafricanos como Luchadores por la Libertad Económica (EFF, por sus siglas en inglés), han criticado la decisión de la Fiscalía como "una continuación de un patrón de las principales instituciones estatales para proteger a Ramaphosa de la rendición de cuentas por sus acciones", según la portavoz del partido de izquierdas, Leigh-Ann Mathys, en declaraciones al portal de noticias sudafricano IOL.