El Cairo, 3 oct (EFE).- La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) se vio obligada a suspender sus actividades en el sur de la capital sudanesa, Jartum, hasta nuevo aviso por los incidentes violentos en el marco del conflicto que vive el país desde abril de 2023 entre el Ejército y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
En su cuenta oficial en X, MSF aseguró que "suspende sus actividades en la zona de Al Kalakla, en el sur de Jartum, hasta nuevo aviso debido a la inseguridad y los incidentes violentos ocurridos desde el 30 de septiembre".
Sin embargo, MSF mantiene su actividad en el hospital de Bashair y en otras partes de la ciudad: "los equipos de MSF siguen trabajando, pero también se enfrentan a la inseguridad que amenaza nuestras actividades".
Esta decisión "extremadamente difícil" de suspender las actividades en la clínica Al Shaheed Waddat Alá se produce después de "tres incidentes de asalto con armas en un periodo de un mes, poniendo en peligro las vidas del personal y de los pacientes".
Por ello, MSF subrayó que estos ataques contra la atención sanitaria "son inaceptables".
Además de la violencia, MSF aseveró que sus equipos se enfrentan a la escasez de medicamentos críticos, lo que les impide de proporcionar la atención que salva vidas por las "restricciones que obstaculizan la llegada de los suministros humanitarios a la clínica".
Explicó que esto se debe a "los obstáculos impuestos por las partes beligerantes sobre la ayuda humanitaria", en referencia a las partes sudanesas enfrentadas, el Ejército regular y las FAR.
La organización prometió que mantiene su compromiso de prestar atención a los necesitados, también en la capital Jartum, en un momento que Sudán sigue viviendo una catastrófica crisis humanitaria.
La guerra entre el Ejército y las FAR comenzó el 15 de abril del año pasado y desde entonces ha convertido a Sudán en el escenario de una de las peores crisis humanitarias y de desplazamiento del planeta.
Según la ONU el conflicto ha dejado al menos 20.000 muertos, más de 33.000 heridos, 7,9 millones de desplazados internos y 2,1 millones de refugiados en otros países. EFE