Seúl, 26 jun (EFE).- Los Marines surcoreanos retomaron hoy, por primera vez en siete años, unas maniobras con fuego real junto a la tensa frontera marítima intercoreana en el mar Amarillo (llamado mar del Oeste en ambas Coreas) después de que Seúl suspendiera recientemente un tratado para rebajar la tensión militar en torno a la divisoria.
Los ejercicios, en los que se disparó al agua artillería de 155 milímetros, lanzacohetes múltiples Chunmoo o misiles antitanque, tuvieron lugar en las islas de Yeonpyeong y Baengnyeong en el Mar Amarillo, justo al sur de la llamada Línea Límite Norte (NLL por sus siglas en inglés), según informó en un comunicado el Cuerpo de Marines surcoreano.
El reinicio de estos ejercicios después de que el pasado 4 de junio Corea del Sur decidiera suspender el tratado que firmó con el Norte en 2018 en respuesta a los recientes envíos de globos con basura y los intentos por interferir en el sistema GPS del régimen de Pionyang.
El envío de estos globos con desechos responde a los globos con propaganda que denuncia los abusos de derechos humanos del régimen de los Kim que envían al Norte activistas desde el Sur.
La última vez que los Marines realizaron un ejercicio con fuego real como este en la zona fue en 2017, un año antes de que se el mencionado acuerdo militar, que establecía, entre otras cosas, una zona de exclusión marítima en donde quedaron prohibidas maniobras de este tipo con el objetivo de tensiones transfronterizas.
En enero, al compás de cómo han empeorado las relaciones entre las dos Coreas en los últimos tiempos, los residentes de Baengyeong y Yeongpyeong recibieron alertas para evacuar a lugar seguro, debido a que el Norte disparó rondas de artillería que cayeron cerca de las costas de ambas islas.
La NLL ha sido escenario de numerosos choques que, en el último cuarto de siglo han dejado un centenar de muertos en ambos bandos.
Entre estos episodios destaca el bombardeo norcoreano contra Yeonpyeong en noviembre del 2010, que se saldó con cuatro fallecidos, dos de ellos civiles.
En el último lustro Pionyang ha dado la espalda a nuevas propuestas de diálogo y a principios de este año el líder Kim Jong-un declaró al Sur (al que ahora llama por su nombre oficial) como "principal enemigo" y propuso eliminar de la Constitución el ideal de reunificación pacífica.