Los pasamanos dan mayor seguridad en las escaleras, pero se necesita más que eso para no tropezarse. Porque no ver un peldaño puede conducir a peligrosas caídas, de manera que la iluminación se convierte en un factor verdaderamente clave. Para evitar accidentes, los escalones deben ser especialmente reconocibles, sobre todo al bajar. Para ello, la iluminación debe colocarse de forma tal que alumbre desde el rellano hacia abajo, según recomienda la iniciativa germana del sector Licht.de. Para que los bordes frontales de los peldaños sean fácilmente identificables, al instalar las luces también debe procurarse que los escalones se destaquen entre sí con sombras cortas y suaves cuando la luz esté encendida. Los reflectores de punto que emiten una luz muy direccional no son adecuados para este fin, porque pueden cegar fácilmente y además proyectar sombras que irritan. Lo que mejor se adapta en este caso son los reflectores que irradian luz de manera amplia. Una iniciativa alemana para la seguridad en el hogar recomienda, por ejemplo, luminarias hemisféricas con haz de luz descendente para la zona de la escalera. Además, sugiere que tanto el primero como el último escalón se diferencien del resto mediante otro color y que cuenten con una iluminación especial. Para eso resultan especialmente convenientes las denominadas "step lights", que son colocadas a escasa altura al costado de los peldaños. Por cierto: la iluminación de las escaleras en edificios de varias plantas debería regularse de modo tal que también personas que no son veloces al subir o bajar no tengan problemas para alcanzar el piso más alto sin que se les apague la luz en medio del trayecto. Aquí pueden resultar útiles los detectores de movimiento. Asimismo, se deberían colocar interruptores de luz tanto al inicio como al final de cada sección de escalera en cada piso. dpa