La primera gran epidemia de cólera en Siria desde hace más de diez años se cobró siete vidas e infectó a más de 50 personas, según el ministerio de Salud, en un contexto de escasez de agua y de daños causados por el conflicto en las infraestructuras de tratamiento del agua.
El ministerio confirmó el martes por la noche la existencia de 53 casos de cólera en cinco de las 14 provincias del país, siendo la de Alepo -en el norte del país- la más afectada.
Siete personas murieron a causa de la enfermedad, añadió el ministerio.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió el martes contra un riesgo "muy alto" de propagación del cólera en Siria.
El cólera es una infección diarreica aguda que causa deshidratación, a veces mortal, y que se contrae por la absorción de agua o alimentos contaminados con la bacteria Vibrio cholerae.
Puede propagarse a zonas residenciales que carecen de alcantarillado o agua potable.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), dos tercios de las plantas de tratamiento de agua en Siria, la mitad de sus estaciones de bombeo y un tercio de sus depósitos de agua han sufrido daños en más de una década de guerra civil en el país.
Casi la mitad de la población depende de fuentes de agua alternativas y a menudo peligrosas, mientras que al menos 70% de las aguas residuales no son tratadas, según la misma fuente.
En todo el mundo, el cólera afecta cada año a entre 1,3 y 4 millones de personas, causando entre 21.000 y 143.000 muertes.
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