La Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó este jueves a la vigilancia y la transparencia frente al inusual brote de viruela del mono en el mundo, que ya ha dejado más de 3.200 casos.
Frente a esta situación, la OMS reunió este jueves a expertos internacionales, para determinar si la situación constituye o no una "emergencia de salud pública de alcance internacional", como ocurre con la pandemia de covid-19.
Sin embargo, no se espera que se tome una decisión antes del viernes, como muy pronto.
"La OMS pide a todos los Estados miembros que compartan la información con nosotros", declaró el director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante la reunión.
"En otras epidemias, a veces hemos visto las consecuencias de la falta de transparencia de los países, de no compartir información", añadió.
Desde mayo, se ha producido un recrudecimiento inhabitual de casos de viruela del mono fuera de los países de África central y de África del Oeste donde el virus suele circular. La región europea está en el centro de la propagación del virus.
Tedros explicó que hace algo más de seis semanas, la OMS fue informada de la detección de tres casos de viruela del mono en el Reino Unido, en personas que no habían viajado recientemente fuera del país.
"Desde entonces, se han confirmado más de 3.200 casos (...) y un deceso en 48 países", explicó Tedros.
"Además, en lo que va de año, se han notificado cerca de 1.500 casos sospechosos [...] y unos 70 decesos en África central, sobre todo en la República Democrática del Congo y en República Centroafricana y Camerún", agregó.
"Necesitamos que todos los países sigan vigilantes", recalcó.
Conocida en el ser humano desde 1970, la viruela del mono u "ortopoxvirosis simia" es una enfermedad considerada rara y menos peligrosa y contagiosa que la viruela, erradicada en 1980.
Sus síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor muscular y falta de energía. Luego aparecen erupciones en la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies; lesiones, pústulas y, finalmente, costras. Suele curarse en unas tres semanas.
La OMS estima probable que haya muchos más casos de los declarados, y considera que el virus ya debía circular antes del brote actual --quizá desde 2017-- sin que se hubiera detectado su transmisión.
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