Lesiones deportivas en niños: pausas de entrenamiento en caso de dolor

Los niños atraviesan fases de crecimiento. Según en qué edad practiquen determinado deporte, esto puede tener efectos diversos sobre su cuerpo.

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ILUSTRACIÓN - Hasta determinada edad les es difícil a los niños estabilizar su cuerpo, por lo que corren mayor riesgo de lesionarse en caídas. Foto: Christin Klose/dpa - ATENCIÓN: Sólo para uso editorial con el texto adjunto
ILUSTRACIÓN - Hasta determinada edad les es difícil a los niños estabilizar su cuerpo, por lo que corren mayor riesgo de lesionarse en caídas. Foto: Christin Klose/dpa - ATENCIÓN: Sólo para uso editorial con el texto adjunto

Los niños atraviesan fases de crecimiento. Según en qué edad practiquen determinado deporte, esto puede tener efectos diversos sobre su cuerpo.

El profesor Holger Schmitt, médico jefe del Centro Alemán de Articulaciones de la Clínica ATOS de Heidelberg, explica que el hueso crece primero y las estructuras, por ejemplo tendones y ligamentos, van más lento, lo hacen posteriormente. Esto puede provocar problemas en los tendones, con reacciones inflamatorias. En esos casos, hay que reducir de inmediato la carga física.

El movimiento es en general muy importante. Schmitt señala que debe practicarse deporte con regularidad de acuerdo a la edad. Pero aconseja que ni bien en los niños o adolescentes se presenten dolores, se debería suspender de inmediato la práctica de deportes, hasta que un médico detecte las causas de los mismos.

Muchas veces se deben a que por problemas del torso y de fuerza no pueden estabilizar lo suficiente, precisa. "Eso se resuelve rápidamente con pausas y con un entrenamiento reparador", indica Schmitt.

Según este especialista, en niños de escuela primaria, las caídas producen frecuentemente fracturas en la muñeca o la articulación del tobillo. Mientras que los adolescentes, a partir de los 14 años, en cambio, a menudo tienen problemas en el cartílago de crecimiento de los huesos, sobre todo los que practican disciplinas deportivas en las que se corre o se salta.

En ellos, por ejemplo, se produce una inflamación del hueso y el cartílago en la articulación de la rodilla, o más precisamente en la meseta tibial. Eso ocurre por un sobreesfuerzo de la pierna, que provoca dolor e hinchazón. En este caso, propone Schmitt, puede ayudar hacer una pausa de cuatro semanas en la práctica del deporte.

Los cartílagos de crecimiento de los huesos se cierran, en general, a partir de los 14 a 15 años en las niñas y a partir de los 16 a los 17 años en los niños. A partir de entonces, se dan más frecuentemente lesiones en los ligamentos. Principalmente las niñas se ven entonces más afectadas por lesiones en el ligamento cruzado de la rodilla en disciplinas deportivas de ciclos cortos.

Por cierto: antes de que los niños inicien un deporte de competición, los traumatólogos recomiendan siempre hacer un chequeo general con un pediatra y con un médico deportivo. Para evitar lesiones, es importante que el entrenamiento sea bien planificado.

dpa

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