La atención en Panamá a los migrantes irregulares que cruzan la inhóspita selva del Darién en su ruta hacia Estados Unidos, se ha deteriorado, según la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), aunque el gobierno asegura que entrega apoyo en salud.
"Las condiciones de recepción de las personas migrantes en la provincia del Darién, en Panamá, se están deteriorando", dijo MSF en un comunicado.
"Somos testigos de las enormes carencias de protección, de atención médica o de servicios básicos, entre otras, con las que la población itinerante que llega a Panamá es recibida", agregó la entidad.
Sin embargo, este jueves, la canciller panameña, Erika Mouynes defendió la postura del gobierno panameño durante un foro económico de Bloomberg que se celebra en Panamá.
"Panamá ofrece apoyo de salud a todos los migrantes (irregulares) que pasan por Panamá, no sólo con chequeos generales sino que ahora estamos también ofreciendo vacunas y pruebas de Covid-19. Panamá es el primer país donde se logran hacer la prueba", señaló Mouynes.
La selva del Darién, en la frontera entre Panamá y Colombia, se ha convertido en un corredor para la migración irregular que trata de llegar desde América del Sur hacia Estados Unidos, pese a los peligros de la ruta.
En 2021 más de 133.000 personas cruzaron el Darién, una cifra récord que supera el acumulado entre 2010 y 2020.
En 2022 ya han atravesado esta selva más de 19.000 personas, casi el doble que en el mismo período del año anterior. En su mayoría son venezolanos, haitianos y cubanos, aunque también hay africanos y asiáticos.
Los migrantes llegan, en muchas ocasiones, con enfermedades en la piel, dolores en el cuerpo, diarreas, infecciones respiratorias y enfermedades en el sistema digestivo.
Para paliar la situación el gobierno panameño ha instalado albergues en la provincia fronteriza del Darién, para atender a los migrantes que cruzan la selva. En esos centros se les brinda atención médica y servicios básicos, mientras esperan para continuar el viaje, ha explicado el gobierno.
Sin embargo, Rabia Ben Ali, coordinadora de Médicos Sin Fronteras en Panamá, consideró que "las condiciones para la recepción de migrantes son insuficientes".
Muchos "no reciben atención médica" y "difícilmente encuentran condiciones adecuadas para la atención según estándares internacionales", sostiene.
MSF también alerta que en 2022 "ha aumentado" el número de casos de víctimas que han sufrido violencia sexual durante el viaje "que no reciben atención oportuna".
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