El cáncer de mama debe detectarse en una fase temprana y con este objetivo se emplean diversos métodos. La palpación sigue desempeñando un papel importante y, a veces, también se utiliza el fino sentido del tacto de mujeres ciegas. Por ejemplo, Christine Kanetzki se toma casi una hora para su paciente y palpa con sus dedos cada centímetro del pecho. También palpa los ganglios linfáticos del cuello, la clavícula y las axilas. Y obtiene un panorama general de la temperatura, forma y firmeza del tejido. "Es como una inspección", afirma Kanetzki. La mujer ciega trabaja desde hace casi diez años como examinadora médica táctil (EMT), ofreciendo un examen de palpación detallado de las mamas, la llamada tactilografía, en los consultorios ginecológicos. "El sentido del tacto que tenemos no se puede estudiar. Como personas ciegas, dependemos cada día de él", afirma. La lectura del sistema Braille, mediante el cual se palpa el sistema de pequeños puntos en relieve, es un buen requisito para esta profesión. Esta fue organizada en Alemania a través de Discovering Hands Service GmbH, que se fundó en 2011 en Mülheim an der Ruhr, en Renania del Norte-Westfalia. Esta empresa ya formó a casi 60 examinadoras médicas táctiles ciegas o con discapacidad visual, indica Frank Hoffmann, su creador e ideólogo. Muchos de los bultos que se encuentran en las consultas ginecológicas tienen ya entre uno y dos centímetros de tamaño, explica el especialista en ginecología y obstetricia. "Antes estaba disconforme, en el día a día en el consultorio contábamos con poco tiempo para palpar el pecho", explica. De acuerdo con sus propios estudios, las mujeres ciegas que se capacitaron en este oficio pueden detectar modificaciones de un tamaño de hasta 0,6 centímetros. Christine Kanetzki afirma que frecuentemente se dudaba de la utilidad de las personas ciegas y de su sentido del tacto en la detección del cáncer. "Mientras tanto, los médicos confían en mí. Cuando palpo pequeños cambios, ellos instrumentan más pasos". Kanetzki especifica que la tactilografía se recomienda una vez al año. "Muchas mujeres vienen a verme de forma regular. También ex pacientes de cáncer de pecho utilizan este tipo de prevención. Y existen alteraciones normales de tejido en la mama, que pueden dar miedo, pero que con nuestro sentido del tacto podemos distinguir bien", asegura. La EMT debe ser entendida como personal de asistencia médica, comenta Frank Hoffman. "Los hallazgos son transmitidos a médicos y médicas. Estos evalúan, realizan el diagnóstico concluyente y deciden cómo continuar". La tactilografía puede ser un complemento para la detección temprana del cáncer y es comparable al tacto en el ginecólogo, estima Susanne Weg-Remers del Centro Alemán de Investigación del Cáncer en Heidelberg. Al mismo tiempo, reduce las expectativas: "Lamentablemente, no hay pruebas científicas de que pueda reducir la mortalidad en pacientes con cáncer de mama como parte de pruebas en serie". Esto, indica, se aplica tanto como para el palpado en el consultorio ginecológico como para la tactilografía. "El cáncer tiene que haber alcanzado un determinado tamaño antes de que se lo pueda palpar", especifica. Por lo tanto, afirma, la tactilografía solamente se recomienda como una posibilidad adicional para mujeres de entre 50 y 69 años. "No puede reemplazar una mamografía, es decir, un examen especial de rayos X de la mama", señala Weg-Remers, jefa del servicio de información del cáncer, y agrega que solamente este tipo de estudio reduce la mortalidad del cáncer de forma comprobable. Hoffman explica que las mujeres ciegas o con capacidad visual que se organizan a partir de Discovering Hands atraviesan una capacitación de diez meses bajo supervisión médica. Esta formación es respaldada por rehabilitadores, fundaciones y becas. Además de la región de Vogtland, también hay EMT en Dresde, Leipzig y Chemnitz, en Sajonia. Según Hoffmann, 31 seguros médicos obligatorios y todos los privados cubren ahora los costes de los exámenes. Sobre el delicado tema de la prevención del cáncer de mama, Susanne Weg-Remers afirma que el Centro Alemán de Investigación del Cáncer aconseja un examen periódico del cáncer de mama. "Pero ningún estudio es cien por ciento fiable. Con todos ellos existe el riesgo de una falsa alarma". Y otros exámenes posteriores invasivos como una biopsia entrañan riesgos adicionales. "Pueden conducir a sangrados o infecciones. Y no cada tumor que se descubre se desarrolla agresivamente, por lo que se habla de un sobrediagnóstico", asevera. Pese a esto, todas las pacientes atraviesan una terapia contra el cáncer, de la que no siempre está claro si realmente habría sido necesaria", agrega. Por lo tanto, especifica, continúa siendo una decisión personal a qué exámenes de detección precoz recurre una mujer. dpa